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«El Rey de un Mundo Perdido»

Javier Milei festejó el triunfo electoral superior al 40% de apoyo en las urnas a la gestión de ultraderecha

Cantar, sólo cantar, es el modo que Milei utiliza para blandir su acción política en contra de un Peronismo que soñó con comandar en el Congreso, a modo de resistencia ante el poder de los libertos macristas, pero el «aparataje» financiero de campaña tiene por autor al propio gobierno estadounidense, que sin ningún tipo de pudor hace saber, sobre el modelo presidencial, su paternidad ideológica y financiera.

El triunfo en las elecciones de medio tiempo en Argentina tiene el sello de las barras y las estrellas, el estrionismo de Donald Trump y la gobernanza de JP Morgan con su flota de jets privados en suelo argento. Milei, ya no esconde el rol, ni siquiera lo disimula. Es un hacedor obediente, un soldado de la causa para la ultraderecha mundial que no se entregará fácilmente y que viene a recordarle a la democracia que el fascismo está de pie.

¿Funcionan los discursos, las narrativas y las construcciones basadas en el rechazo, el odio, la afrenta y la persecución descarada? Pues sí, no por los resultados electorales, sino porque es la propoa población que pese a su constructo identitario se ve a través del espejo que este neoliberalismo le coloca frente a un rostro devastado por el hambre y la mugre de la persecución social. Hay lemas como: «el pobre es pobre porque quiere»; «los subsidios son para los vagos»; «viven bien con la nuestra», por mencionar algunos deméritos que le son enseñados a través de la prensa, todos los días, a las clases más afectadas por las políticas de desmantelamiento estatal, la economía de «mercado salvaje» y la quita metódica de derechos humanos. Aquí, asoma la reforma laboral, para terminar con la jornada de 8hs de trabajo diario, las paritarias según convenios colectivos y la propia existencia de los gremios como un actor político fuerte de representación popular.

Estados Unidos, ha encontrado su laboratorio social, político, ideológico y económico en este «Mundo Perdido» pero su verdadero objetivo es la disponibilidad territorial con sus recursos y todo, el objetivo consecuente de terminar con la soberanía que brillaba en el faro del fin del mundo. Un mundo que se conoció por las glorias deportivas, los avances tecnológicos y la industria del conocimiento cuyo semillero radica en la ahora abandonada educación pública y gratuita. Hay en esta nueva etapa libertomacrista, una tensión en ciernes sobre lo logrado por la lucha popular y lo que arrebata el poder hegemónico mundial que no ha visto aún, ese olor a conflicto bélico y a la hambruna que diezma historias donde se levanta la bandera de los Estados gringos.

Los mercados internacionales hablan en el idioma que le gusta a Milei, el muchacho que Trump acaricia en el sueño recurrente de cerrar el avance chino ruso en Latinoamérica, mientras ya ha logrado que Lula da Silva en Brasil, estreche la mano del amo con una amplia sonrisa. La detonación del BRICS, puede llegar a jugarse desde esta Argentina con un sistema bicameral que verá sus horas más complicadas en lo próximo.

En tanto, el Peronismo nacional y popular, no digiere que su formato de liderazgos está «detonado» que la territorialidad no encuentra logística ni dentro, ni fuera de las campañas proselitistas a la vieja usanza y que por tanto hay un lugar de las alianzas que sigue sin revertir. En los pesos y valoraciones del «falso poder», a escena irrumpen esquemas más complejos de los que el peronismo denominada «pianta votos»; las alianzas provinciales son un backup de fuerzas neoliberales entre aquellos sumisos gobernadores que, bien entrenados por la ultraderecha, conservan sus feudos como una quintita de votos que inclinarán las balanzas parlamentarias según convengan. La quita de los fondos fiduciarios, la interrupción de los envíos a las provincias y todo la estructura que el peronismo creó para obligar a las localías a rendirse cuando está en el Gobierno, ha jugado en contra de la oposición que no tuvo, no supo o no quiso, volver a domar «caudillos con I Phone» dejando así, en medio de las agónicas economías regionales- a futuros magnates del voto provincial.

 

No alcanzaron los balcones, las marchas, los paros, las denuncias, ni la exposición probada y comprobada de la delincuencia a gran escala. El héroe colectivo está herido en este escenario horroroso de la ultraderecha con sus manos ocupadas en el juguete que la Argentina se convierte en manos de Trump. Mientras las camperas negras, los recitales y los Connan, asisten al peor show de la temporada, el endeudamiento sin fin.

Con la nueva composición del Congreso, Milei queda más cerca de sumar los 86 votos que necesita, contando con sus aliados, para evitar que la oposición anule sus vetos presidenciales y poder bloquear las iniciativas que amenacen el equilibrio fiscal que ha alcanzado. Fuente: France24

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