
¿FEMICIDIOS O NARCOFEMICIDIOS?
"el acto terrorista se agravaría con el femicidio."
Ante el brutal, cruel y aberrante triple femicidio de Morena Verri, Brenda Loreley Del Castillo y Lara Morena Gutiérrez, es que debo ampliar un anterior comentario efectuado en una publicación en Twitter y WhatsApp en el que plantee abrir un análisis sobre la conceptualización jurídica sobre el delito principal.
Sostuve que se trataba -por lo serial y no estar vinculado a la esfera intrafamiliar- de un acto de terrorismo antes que de un femicidio.
No aclaré, que el femicidio es en nuestro sistema penal una circunstancia agravante del homicidio y no un delito independiente, y, consecuentemente de cualquier otro delito. En resumen, en el caso concreto, el acto terrorista se agravaría con el femicidio. En principio, de acuerdo al delito principal de terrorismo las penas se duplican en el mínimo y en el máximo, o sea, que la pena mínima sería de 16 (dieciséis) años y la máxima de 50 años.
Como el femicidio conlleva en nuestro Código Penal a una pena de reclusión o prisión perpetua, ésta debiera también duplicarse, lo cual creo que sería inédito. Sin embargo, debemos tener en cuenta que, «la Corte Suprema Argentina declaró la inconstitucionalidad de la prisión perpetua efectiva, no de la pena en sí misma, sino de su carácter perpetuo e irredimible, ya que vulnera el derecho a la esperanza de libertad del condenado. Esto significa que, si bien se pueden seguir dictando condenas a 50 años (equivalentes a la reclusión perpetua según el Código Penal), los condenados tienen derecho a acceder a la libertad condicional a partir de los 35 años (los dos tercios de la condena), según el artículo 14 del Código Penal», de lo cual se deriva una incógnita que ocurriría si se condenase a todos los partícipes por el delito de terrorismo agravado por femicidio.

Atendiendo a una observación de una compañera acerca de mantener como conceptualización en el caso de estos crímenes que se tratan de femicidios múltiples, por cuanto ésta es con justicia, bien justificada y arraigada, es que compartí así calificarla como la más correcta.
Pero, atendiendo a las estadísticas de los femicidios cometidos en Argentina durante el año 2025 resulta que 15 (quince) de éstos tuvieron vinculación con el narcotráfico me lleva a pensar, como sugerencia, que en estos casos la conceptualización que debiera sostenerse, debería ser calificarlos como lo han hecho algunos medios periodísticos, de NARCOFEMICIDIO cuando se trata de un caso único y de NARCOFEMICIDIOS cuando se trata de un hecho serial.
La fusión en una palabra del hecho del femicidio y del contexto del narcotráfico potenciaría la conceptualización de la complejidad de la monstruosidad de estos crímenes que aterran a las mujeres en particular y a la sociedad en general. También sería importante y necesario considerar que el lenguaje nos ayuda a definir la verdadera naturaleza de una cosa, de una situación humana y en su caso, jurídica, y por esto, nunca remite a ser o resultar una cuestión superflua o estéril. Por el contrario además de la fuera simbólica que transmite una palabra y una frase, nos brinda una herramienta que facilitará a interpretar lo más profundamente posible un acontecimiento o fenómeno en sí, sus perfiles y ramificaciones.
Por último, debemos tener muy en claro que las penas, por más graves que sean no resuelven, ni solucionan, los problemas o los conflictos sociales, económicos, políticos o institucionales. Acorde a como argumenta la doctrina, las penalidades como los procesos penales, son la última instancia a la cual se puede y debe recurrir. Todo hay que arreglarlo antes de llegar a ésta, y ello requiere apuntar a las causas. Pensemos que en el ámbito latinoamericano se comenta cada vez con mayor énfasis que el organismo estadounidense encargado de perseguir al narcotráfico (DEA) es parte del entramado. O, que en EE. UU fue el FBI el que introdujo el consumo de drogas en los barrios habitados por la gente de color de piel negra, y con esto, al narcotráfico. O, que en nuestro país existen elementos o sectores de la política, de las fuerzas de seguridad y del Poder Judicial que son partícipes del negocio del narcotráfico. O, que la Banca internacional es la que blanquea e introduce en el sistema financiero las utilidades obtenidas por los narcotraficantes.






Una nota excelente. Informa, agrega conocimientos sin dejar de lado la dimensión y trascendencia humana de un acto incalificable