Trabajo Infantil: Los Derechos son innegociables
«El trabajo infantil es un emergente de la falta de acceso a derechos de niñas y niños y no es, de ninguna manera, un acto de libertad sino que constituye un delito» reza el comunicado del Ministerio de Trabajo de la provincia .
En lo que respecta al trabajo infantil como problemática social y, en consecuencia, como asunto del Estado y sus políticas públicas, es necesario afirmar el compromiso de la sociedad en su conjunto para abordar el tema integral considerándolo un flagelo social que no debe naturalizarse.
En este sentido, la provincia de Buenos Aires, con el gobernador Axel Kicillof a la cabeza, asumió y asume el desafío y la responsabilidad de diseñar y ejecutar políticas públicas específicas para prevenir y erradicar el trabajo infantil en todas sus formas, que den respuesta no sólo a este problema, sino también, que permitan dar las discusiones en todos los ámbitos que sean necesarios, para garantizar infancias libres y trabajo digno para las personas adultas, un eslabón imprescindible para la erradicación del trabajo infantil.
Las leyes que el pueblo argentino conquistó a lo largo de su historia, no sólo garantizan el derecho de niños y niñas a la educación, sino que a su vez, aseguran el derecho de las infancias a no trabajar.
Las políticas individualistas y meritocráticas, propias del liberalismo a ultranza que persigue el Gobierno nacional profundizan la desigualdad social y cercenan el acceso a derechos para nuestros pibes y nuestras pibas en función de su origen social y económico. La libertad que Benegas Lynch propone se encuentra en el lado opuesto a lo que la sociedad argentina ya consagró y forma parte de los más altos valores que promueve.
El trabajo infantil es un emergente de la falta de acceso a derechos de niñas y niños y no es, de ninguna manera, un acto de libertad sino que constituye un delito.