Historia y contexto: 60 años de cerco y embargo contra Cuba
La población cubana sufre desde hace más de 60 años la violación de sus derechos humanos, y para analizar su presente es imprescindible conocer su historia y el contexto internacional.
Por Carlos Iaquinandi Castro | Foto: Telesur
Barack Obama, presidente de Estados Unidos visitó Cuba el 21 de marzo de 2016. Los cables recogieron sus expresiones:
“Es hora de levantar el embargo económico contra Cuba, una medida que lleva más de 50 años y, está dañando al pueblo cubano en lugar de ayudarlo”.
“El destino de Cuba no debe ser decidido por EE.UU. o ningún otro país”.
“El embargo vigente desde hace más de 50 años no ha servido a los intereses” de EE.UU. ni a los del pueblo cubano.
“Obama anticipó que el embargo a Cuba se eliminará durante la Presidencia de su sucesor, ya sea un demócrata o un republicano”.
De colonia a protectorado
La intervención militar norteamericana en 1898 provocó que España cediera sus colonias Cuba, Puerto Rico y Filipinas. A partir de allí EE.UU. tuvo una influencia decisiva en la isla imponiendo status de protectorado y dependencia de los intereses económicos norteamericanos.
El tratado firmado en 1903 por el primer presidente de Cuba -Tomás Palma- cede a perpetuidad a EE.UU. el área de la Bahía de Guantánamo para la construcción de una base naval. Se “pacta”, que solo se podrá modificar “de común acuerdo”.
Desde entonces, los siguientes gobiernos cubanos tuvieron que contar con el conforme de los Estados Unidos y tener en cuenta sus intereses económicos y geopolíticos.
La dictadura de Batista
En 1952, el coronel Fulgencio Batista, tras un golpe militar, instaura una dictadura. La detención de opositores y la tortura, así como la corrupción organizada desde la cúpula del Estado son sus señas de identidad. Cuenta con la colaboración de Lucky Luciano y otros jefes de la mafia norteamericana, que pasan a controlar casinos y hoteles de la isla.
La represión política es la herramienta de control social. La isla era un lugar de recreo y disfrute de los norteamericanos. En un artículo sobre Batista el diario La Vanguardia de Barcelona subtituló¨: “Durante un cuarto de siglo, Cuba sería el prostíbulo de América”. Tanto en las ciudades como en las áreas rurales, empeora la vida de la mayoría de los cubanos. Las protestas son duramente reprimidas.
“Y en eso llegó Fidel…”
La resistencia popular crece hasta que en diciembre de 1956 desembarcan en Cuba un grupo de rebeldes encabezados por Fidel Castro y el “Che” Guevara.
Ambos habían planeado iniciar una lucha guerrillera en la Sierra Maestra y conseguir el apoyo del campesinado. Contaban también con partidarios en grupos urbanos en La Habana y otras ciudades.
La guerrilla se extiende y el 1 de enero de 1959 entra triunfante en La Habana. Como dice la canción de Carlos Puebla:
Y se acabó la diversión. Llegó el comandante y mandó a parar. Aquí pensaban seguir / Jugando a la democracia / Y al pueblo que en su desgracia/ Se acabara de morir… y en eso llegó Fidel…
Batista huye en avión y termina exiliándose en la España que gobernaba el dictador Francisco Franco.
Reforma Agraria, Alfabetización y nacionalizaciones
En pocos días, los compromisos programáticos anunciados en la Sierra por los rebeldes comienzan a concretarse.
La primera gran medida de la Revolución fue la Reforma Agraria, que hizo propietarios de las parcelas que trabajaban a más de 100 000 campesinos y prohibió a entidades y particulares extranjeros poseer tierras en Cuba si no las trabajaban directamente. Sin duda la ley más trascendental en la historia de la isla.
En 1961 la Campaña Alfabetizadora de maestros voluntarios redujo del 21 al 4 por ciento la población analfabeta. Se rebajaron las tarifas eléctricas y telefónicas; se construyeron diez mil nuevas aulas y la escolarización primaria se elevó a casi el 90%.
Un proceso nacionalizador afectó a las grandes compañías, muchas de ellas consorcios multinacionales. Cuba comenzaba así a construir su propio camino.
1960: el primer embargo
No esperó mucho tiempo el gobierno de Eisenhower en tomar medidas contra la Revolución. En octubre de 1960 decidió aplicar un embargo comercial y financiero contra Cuba.
Pero esa agresión económica no fue suficiente. Cuba contaba entonces con el apoyo de la Unión Soviética, pero también de otros países con gobiernos socialistas. EE.UU. decidió entonces apoyar una invasión armada. El dictador nicaragüense Anastasio Somoza cedió bases en sus costas, desde donde partieron aviones y barcos. Los atacantes habían sido entrenados por oficiales norteamericanos en Guatemala.
El ataque fue rechazado por los cubanos en 72 horas y cientos de invasores detenidos. Fue posible entonces verificar con precisión de dónde procedían los invasores, y quiénes les proporcionaron medios y armamentos.
Desde entonces Cuba, a pesar del cerco y el bloqueo, con grandes dificultades, ha logrado resistir.
La respuesta ante la pandemia
En cuanto a la pandemia, todo el servicio para preservar a la población, diagnóstico y tratamiento, es totalmente gratuito.
La medicina y la investigación cubana han logrado las vacunas Abdala y Soberana02, siendo el primer país latinoamericano en alcanzar ese objetivo. Las fases experimentales han dado resultados positivos y el plan es desarrollar una vacunación voluntaria que ya comenzó con personal sanitario.
También en este aspecto, el bloqueo incidió y provocó dificultades. El cerco impidió la llegada de las jeringuillas necesarias. Pero algunos países, como México, Bolivia y Argentina, ya han enviado varios millones. Y organizaciones en España y el resto de Europa están recaudando fondos para otros envíos. Una ONG de Nueva York, Global Health Partners (GHP), ya logró hacer llegar a Cuba por barco casi dos millones de jeringuillas. Dice responder así a la solidaridad cubana que ha enviado sus profesionales médicos a 37 países, ayudando a salvar a miles de vidas.
Saquemos conclusiones
Esta síntesis pretende describir la situación cubana hoy y sus antecedentes.
Sobre esa base surge la pregunta: ¿Por qué EE.UU. y sus aliados toleraron y apoyaron durante décadas dictaduras sangrientas como las de Rafael Trujillo en la República Dominicana, Alfredo Stroessner en Paraguay, Hugo Banzer en Bolivia, Jorge Videla en Argentina o la de la familia Somoza, 45 años sometiendo a Nicaragua? Ni bloqueos, ni embargos ni rotura de relaciones, todo lo contrario.
Pero cuando en 1973, el pueblo chileno en elecciones democráticas escoge el camino del socialismo planteado por Salvador Allende, es atacado de inmediato. Le critican su nacionalización del cobre, uno de los principales recursos del país. Y entonces ponen en marcha la conspiración golpista. El general Augusto Pinochet traiciona a su pueblo y ordena el bombardeo de La Moneda donde estaba el presidente constitucional. ¿Qué hizo el gobierno norteamericano? Reconoció al dictador y apoyó a su gobierno criminal.
Hoy, sigue tolerando y apoyando dictaduras como la de Arabia Saudita, o gobiernos represores como el de Colombia (más de un centenar de líderes sociales, campesinos e indígenas asesinados por paramilitares en lo que va del año). Masacres de estudiantes y trabajadores en Cali y Bogotá. O en Honduras, en Guatemala, en Brasil…
El derecho de autodeterminación de los Pueblos
Queda claro que el problema no es si los gobiernos son más o menos democráticos. Lo que molesta es que otros Pueblos elijan un camino diferente al que impone el sistema capitalista. No admiten que se reduzcan las desigualdades sociales, que se potencien la sanidad y la educación públicas, que los países sean dueños de sus recursos y sus empresas básicas.
Por eso, cada vez que un pueblo decide un camino propio, conspiran o agreden para sojuzgarlo nuevamente. Olvidan los pactos internacionales que reconocen el derecho de autodeterminación de los Pueblos “para decidir sus propias formas de gobierno, perseguir su desarrollo económico, social y cultural, y estructurarse libremente, sin injerencias externas y de acuerdo con el principio de equidad”.
La pandemia agrava la situación
Cuba soporta la brutal restricción para adquirir alimentos, medicinas, o repuestos. Además tiene que pagar costosos fletes y seguros. A eso se sumó la pandemia, con efectos letales sobre el turismo, el principal recurso económico de la isla.
Quienes desde hace décadas esperan el momento para quebrar esa resistencia de Cuba, creyeron que ésta era la oportunidad. Y alentaron desde el exterior protestas y alzamientos. Están localizados los centros digitales desde donde se lanzaron las convocatorias por las redes.
A las campañas se sumaron medios de comunicación no solo de EE.UU. En Europa se llegaron a publicar fotos de las presuntas “protestas” donde aparecía la bandera del 26 de Julio, el movimiento que lideró Fidel Castro. Otras, en las que aparecía supuestamente el Malecón de la Habana “colmado por miles de opositores“. En realidad era una manifestación en Egipto en el 2011. Hubo canales europeos, incluyendo españoles, que días después seguían abriendo sus telediarios con las fotos del 11 y 12 de julio, sin aclarar que no se trataba de algo nuevo.
Pero el hostigamiento continuará. Porque el sistema dominante no tolera ninguna experiencia que signifique autonomía política y económica que no responda a sus esquemas.
Los efectos de sesenta años de acoso y bloqueo
Obama admitió en 2016 que en lugar de aislar a Cuba, el bloqueo estaba aislando a Estados Unidos. Pero luego vino Donald Trump, con más restricciones y ahora Joe Biden… En Cuba hay cansancio y hartazgo. Es razonable. Más de medio siglo de bloqueo y cerco que sufre la población. No hay hambre, pero sí carencias y muchas dificultades.
El periodista y amigo uruguayo Kintto Lucas escribía en 2001:
Desde hace 41 años en Cuba se violan los derechos humanos. Son décadas en las que la isla ha vivido una guerra oculta contra sus habitantes, sometidos a condiciones que limitan su desarrollo económico. Se trata de la violación colectiva de los derechos humanos de mayor duración en la historia de América Latina. Pero ese ataque permanente contra cubanos y cubanas no lo hace el gobierno de ese país, lo lleva a cabo un gobierno extranjero. El gobierno de un país que decidió intervenir en otro a través de la economía.
Y así llevan más de medio siglo.
La comunidad internacional rechaza el bloqueo en la ONU
Hace pocos días en la Asamblea de las Naciones Unidas el rechazo al embargo contra Cuba obtuvo 184 votos a favor y solo dos en contra (el propio EE.UU. y su aliado incondicional, Israel, ocupante del territorio palestino y carcelero de la Franja de Gaza). Este rechazo masivo se produce en cada votación anual desde 1992.
¿Por qué muchos de esos países responsabilizan al gobierno de Cuba de las consecuencias de un bloqueo que condenan masivamente?
Así se convierten en cómplices de lo que hipócritamente condenan en las Naciones Unidas.
Tenía razón Ernesto Guevara cuando dijo: “Desgraciados los tiempos en los que hay que explicar lo obvio”.
(*) Por el Servicio de Prensa Alternativo (Serpal) – Agencia Paco Urondo