Historia y coyuntura
Por Alma Rodríguez
I
La condición humana es una novela de André Malraux que transcurre durante la guerra civil china. La novela se centra en lo que se conoció como la Masacre de Shangai, ocurrida durante el mes de abril de 1927, en la que el ejército de Chang Kai-Chek detiene y ejecuta a obreros y sindicalistas pertenecientes al Partido Comunista. En la novela, un grupo de hombres y una sola mujer, May, combaten contra un enemigo para devolverle la dignidad a aquellos que la perdieron: los explotados, los ninguneados.
De ese lado se encuentran los personajes que permiten dar cuenta de la “condición humana” de la que habla la historia que allí se narra. La novela representa una de las obras emblemáticas que expone la contraposición entre comunismo y capitalismo. Y su lectura es clave para entender diferentes situaciones históricas y coyunturales.
André Malraux fue un escritor criticado por su estilo y por cierta cosa pretenciosa pero del cual se reconoce el haber vivido mil vidas en una en sus apenas 75 años: la Revolución china, las luchas anticolonialistas de Asia, la resistencia contra el nazismo, la guerra civil española fueron algunos de los episodios de los que formó parte. Se lo reconoce, sobre todo, por encarnar la alianza entre pensamiento y acción. Además de notable escritor, era un sobresaliente orador capaz de un discurso fervoroso e impregnado de gran histrionismo. Habría que recurrir a sus Oraciones fúnebres en las que se destacan algunos textos como los leídos ante las cenizas de Jean Moulin (héroe de la resistencia francesa) o de Le Corbusier que dan cuenta de este rasgo.
II
La literatura es ese discurso que tiene la posibilidad de dos lecturas: una lectura literal, al pie de la letra, y una connotativa, o interpretación, en un segundo nivel de lectura. La literatura es ese discurso polisémico por excelencia que permite interpretar más de un signo y da la posibilidad de múltiples interpretaciones. Por medio de ella, podemos viajar a otros mundos, conocer otras realidades y acaparar herramientas para enriquecer la capacidad analítica y crítica de otras situaciones de la vida misma.
Es por esto que adquiere su mayor valor no sólo cuando es leída sino cuando es interpretada. Leer una novela sin intentar una interpretación o sin entenderla es como ver una película sin mirar.
Dentro de la literatura, la novela es ese género que, habiendo alcanzado su mayor desarrollo a partir del origen de la burguesía, da cuenta de la configuración de los personajes más que cualquier otro género literario. Los grandes personajes de las novelas se han convertido en prototipos y, en muchos casos, a partir de una coyuntura llegaron a ser históricos.
III
Al igual que en la literatura, en política no basta solo con saber leer, sino que además hay que saber interpretar. Ahí está el sentido. Y es así como la política se convierte en una herramienta de cambio.
IV
Hace un par de semanas se inauguró el nuevo edificio del hospital de Niños Sor María Ludovica de La Plata: una obra planeada en 2010, iniciada en 2017 e interrumpida en 2018. Se trata de una obra en la que no se avanzó, no se terminó y no se pagó (“Esqueletos que se abandonaron y obras que no se hicieron”, dice Axel en su discurso.)
En su inauguración, la vicepresidenta, Cristina Fernández, pronunció unos de los mejores discursos de esta nueva etapa de gobierno. Allí retomó las nociones de “historia y coyuntura” para describir y, de alguna manera, explicar este momento histórico y político por el que estamos atravesando.
“Voy a hacer historia. Yo a este hospital venía cuando era chica, acá me vacunaron con la Sabin oral. La campaña de poliomielitis fue luego del derrocamiento de Perón. Así que se imaginan si había que luchar por las libertades. (…) Hay cosas que escapan a la grieta. Hay cosas que no pueden ser objeto de discusión. Por favor, dejemos la vacuna y la pandemia fuera de la disputa política y contribuyamos a que la gente quiera vacunarse”, fueron algunas de las frases pronunciadas por Cristina ese día.
Pero la alusión a la novela de Malraux es un punto de inflexión en su discurso, el nudo que permite unir las partes sueltas del relato: allí se entrecruzan la lectura junto con la interpretación. Y es que la política como herramienta de cambio constituye la capacidad de poder interpretar las distintas necesidades de la coyuntura a la luz de la historia.
Son muy pocos los actores políticos e históricos que lograron, a lo largo del tiempo, leer la coyuntura para interpretarla en función de las necesidades de cada momento. Su visión anticipada, su nivel de estrategia política y su capacidad de perspectiva hacen de Cristina Fernández la única conductora que cuenta con esa múltiple capacidad de leer los hechos y las necesidades e interpretarlas a la luz de la coyuntura. El desafío, en todo caso, será que el resto de los actores políticos logre el nivel de lectura e interpretación que este momento requiere.