The Guardian, Macri y la apuesta por la muerte

El diario The Guardian, británico, acaba de acentuar la sospecha de que el macrismo en la pandemia, apuesta sin rubores, por la eficiencia económica de las corporaciones por encima de la preservación de la vida. Es difícil para un dirigente político explicar a boca de jarro, que en ese estado de cosas, la apuesta del macrismo es a la muerte.

Escribe Alejandro C. Tarruella

Los usureros no creen en lágrimas

A Macri, sin embargo, no le costó demasiado. Él mismo le dijo al presidente Alberto Fernández, que lo contó a Romina Calderaro en Radio 10: “Al día siguiente que dicté la cuarentena, él (por Mauricio Macri) me llamó y lo que me recomendó es que no hagamos cuarentena, que dejemos a toda la gente en la calle, que murieran los que tengan que morirse. Él cree eso y actúa en consecuencia. Gracias a Dios estoy muy lejos de eso. Para mí la política es cuidar a la gente, la salud de la gente, preservar el trabajo”.

En abril de 2012, diarios europeos como “El País” (12 de abril de ese año) difundieron instrucciones del FMI para los ancianos contenidas en un documento: “Los ancianos viven demasiado y eso es un riesgo para la economía global. Tenemos que hacer algo, ¡y ya!”, sostenían en grado dramático. Es decir que el medio español permite suponer que la frase no fue de Christine Lagarde, sino que está contenida en un documento del FMI, al que ella pertenecía antes de noviembre de 2019, cuando Cambiemos comenzaba a abandonar el gobierno.

“El País” recordó la opinión de uno de dirigentes del FMI: “Es lo que los economistas bajo la batuta del español José Viñals llaman “riesgo de longevidad”. Y dan una cifra para poner en contexto. “Si el promedio de vida aumenta tres años más de lo previsto para 2050, el coste del envejecimiento -que ya es enorme para los Gobiernos, las empresas, aseguradoras y particulares- aumentaría un 50%”. Y en esa medida macabra, señalaba el medio en la fecha aludida, que “Para los países emergentes, ese coste adicional sería del 25%.”  Y sugerían “Prestar atención al envejecimiento de la población y al riesgo de la longevidad adicional forma parte del conjunto de reformas necesarias para restaurar la confianza en la viabilidad de los balances del sector público y privado”. Lo que exigían los patrones del planeta, para acortar la vida de millones de personas cosa que el macrismo lleva hoy como bandera. Los usureros, como se sabe, no creen en lágrimas.

En España se recurrió, para acortar la vida de los mayores, a alargar la jubilación a los 67 años, amenaza del neoliberalismo que en el país cargó sus arcas con u$s 80 mil M de fuga en cuatro años de gobierno, más la rapiña de 47 mil M más, del dinero del FMI para financiar la campaña presidencial de 2019. Fracasaron pero no dejaron de fugar sumas que aún se evalúan.

No falta ni Herodes

The Guardian así, se metió en la polémica y destacó la «politización de la pandemia» en Argentina en momentos que sufre la  segunda ola. Se expresa en la nota, que la “coalición opositora de centroderecha Juntos por el Cambio luchó con uñas y dientes” frente a las decisiones sanitarias que adoptó el gobierno de Alberto Fernández. La nota se tituló “La gente se muere en menos de una semana: la ola de covid agarra a la Argentina con la guardia baja”, y observó la irresponsabilidad y la ambición de dirigentes opositores al gobierno del Frente de Todos.

Dijo The Guardian que “las restricciones del covid-19 están rompiendo la breve tregua política de Argentina” dado que «en las últimas semanas, la oposición luchó contra Fernández hasta llegar a la Corte Suprema para revocar un edicto presidencial que cerraba las escuelas como parte de un paquete de restricciones para combatir la segunda ola, argumentando que el contagio en las aulas es insignificante”. En este caso, se apuntó a Rodríguez Larreta, convertido en una suerte de Herodes, que juega en la salud de la población sus ambiciones de ser presidente en las elecciones de 2023. Y remarcó que la Corte lo apoyó: “el tribunal permitió que las escuelas de la ciudad de Buenos Aires siguieran impartiendo clases”, en tanto morían varios docentes y se contagiaban alumnos y maestros.

“El alcalde de Buenos Aires, quien espera ganar la nominación de la coalición para la presidencia en 2023, luchó particularmente con dureza contra el cierre de escuelas, esperando no ser superado por otros aspirantes a la presidencia dentro de su coalición, como la exministra de Seguridad Patricia Bullrich, quienes son aún más críticos con la actual administración peronista”, puntualizó el reconocido medio británico. Bullrich tiene una singular relación con la muerte. Como dirigente de la organización Montoneros, propició en 1978, la denominada “Contraofensiva estratégica”, que promovió Firmenich, líder del colectivo, que movilizó a cientos de militantes desde Europa con instrucciones de volver a la Argentina. Muchos de ellos, cayeron ante represores que los esperaban y murieron a poco de arribar a Argentina. Bullrich parecía conocer su suerte.

Recuerdos de la muerte

Juan Gasparini recordó en 2010 en un reportaje que “»Patricia Bullrich fue la principal reclutadora para la contraofensiva de Montoneros, ese suicidio colectivo que sacrificó a miles de personas” y recordó el reconocido periodista y escritor argentino, que “incluso embarcaron en ese suicidio colectivo a una piba de 16 años: Verónica Cabilla o Cabillia, que por supuesto fue capturada y fusilada por el régimen militar”. Lo que significa que el neoliberalismo cuenta con una experiencia que podría ser calificada de macabra a la hora de la “contraofensiva” de Macri. Ella cuenta además, por ser propiciadora de medidas para reducir la economía de los jubilados en medio de una crisis. En 1999, como ministra de Trabajo, Empleo y Formación de Recursos del presidente De la Rúa, la emprendió contra los dirigentes gremiales y luego, firmó el decreto que redujo un 13% los haberes de un sector de jubilados afectados por la crisis que llevó a la caída del gobierno.

Eso apuntala los conceptos de The Guardian, que expresó en la nota aludida que “La coalición de oposición de centroderecha de la Argentina, Juntos por el Cambio, luchó con uñas y dientes contra las restricciones que la administración progresista y peronista del presidente Alberto Fernández buscó imponer, alegando que las medidas sanitarias son una restricción a las libertades personales”.

Que un diario del prestigio de The Guardian, crítico de los gobiernos conservadores británicos, haya hecho las observaciones señaladas, indica que hay conciencia en el mundo, del grado de degradación humana y ambiental, a la que conducen algunos gobiernos. Que enfrenten a medidas sanitarias de un gobierno y un pueblo asediados por la pandemia, que llegó luego de la destrucción de la salud, la educación, el trabajo, la producción, constituye una negación de la vida misma.

Y como expresa a intereses globales financieros y corporativos, deben ser cuestionados y apartados con la acción colectiva y el voto popular, como ocurrió en 2019, antes que conviertan su prédica en la antesala de una catástrofe. Cabe analizar además, si corresponde que una representación política partidaria, sea la de las corporaciones financieras y no de un sector social.

La democracia es el gobierno del pueblo, no de los usureros. Y eso debe ser considerado a la hora de devolver al pueblo lo que es del pueblo.