El robo de combustible a YPF y la conexión mafiosa con el grupo de Grindetti en Lanús
Detrás del robo a gran escala de petróleo de un oleoducto de YPF, se encuentra organización criminal compuesta por empresarios impunes y lo peor de la dirigencia local.
En septiembre, una investigación que llevó meses descubrió a un grupo criminal dedicado al robo de petróleo, el cual lo extraían mediante un bypass, lo refinaban en destilerías clandestinas y lo vendían como combustible en estaciones de servicio “sin bandera” y a productores agropecuarios. La causa llevada adelante por la fiscal Cecilia Incardona de la Fiscalía Federal n º2 de Lomas de Zamora dejó un saldo de 21 personas detenidas. Asimismo, entre los implicados se encontraba el concejal y empresario Alberto Torres, integrante del Movimiento Peronista Bonaerense (Mopebo) que desde 2015 acompaña al intendente de Lanús, Néstor Grindetti (Juntos por el Cambio).
Torres se encuentra bajo la lupa de la Justicia debido a los lazos que mantuvo con Gerardo Rodríguez, uno de los líderes del Frente Barrial Peronista en Cambiemos que responde al secretario de Seguridad de Lanús, Diego Kravetz. Al respecto, el licenciado Diego Gorgal, director ejecutivo del departamento de Seguridad de YPF, confirmó que el edil sería quien interponía influencias en favor de Rodríguez. “El concejal de Cambiemos, aparentemente, les daba cierta protección”, indicó en diálogo con La Nueva.
El dirigente de Grindetti a través de un mensaje publicado en las redes sociales, brindó su versión: “La Policía Federal realizó un allanamiento en mi domicilio en el marco de la causa que se investiga por la perforación de oleoductos de la empresa YPF para su posterior refinamiento y venta de manera ilegal. No estoy detenido ni incomunicado, el resultado del allanamiento fue negativo ya que no encontraron ningún elemento que me involucre en la causa”, indicó. Asimismo, aseguró que fue mencionado en la causa por el propio Rodríguez, con quien aseveró no tuvo otra vinculación más allá de la política. “Estoy muy tranquilo y a disposición de la Justicia para colaborar en lo que haga falta”, concluyó.
“Quieren sacárselo de encima”
Alfredo Nagode, ex director de Seguridad de la Municipalidad de Lanús, aseguró que Juntos por el Cambio tiene como objetivo desprenderse de todo tipo de relación con Gerardo Rodríguez. “El oficialismo está tratando de sacarse de encima a Rodríguez, que militó políticamente para Cambiemos”, indicó en diálogo con INFOBAIRES24.
“Es público y notorio que Rodríguez fue militante con Torres, el concejal que está envuelto en la causa por el robo de combustibles. Una vez que estuvo con Torres, pasó a trabajar bajo el mando de Diego Kravetz”, completó.
Empresarios y financistas
La operación delictiva, que consistía en una perforación en el oleoducto que transporta el petróleo desde Puerto Rosales (Bahía Blanca) a la refinería más grande de YPF, ubicada en Ensenada, requería de mano de obra y elementos de alto valor. Esa parte habría correspondido a una familia de empresarios.
Según detalló la fiscal Cecilia Incardona en diálogo con el periodista Fernando Latrille, los empresarios Gustavo César Degliantoni y Gustavo Degliantoni se encuentran siendo investigados por el presunto financiamiento de la operación.
En un allanamiento en Villa Ramallo a los Degliantoni se les secuestró más de diez millones de pesos, una pistola Glock, una escopeta Maverick y una carabina Smirt and Wesson, como así también herramientas y vehículos.
“Estaban muy bien organizados”
El comisario inspector Rubén Haidar, quien encabeza el Departamento de Delitos Ambientales de la Policía Federal, participó en la investigación que comenzó como un delito ambiental y terminó con el desmantelamiento de plantas clandestinas y otras subsidiarias dedicadas a la destilación de petróleo crudo.
“A medida que la investigación fue avanzando y fuimos colectando distintos elementos probatorios a través del trabajo de campo y escuchas telefónicas, seguimientos, nos llevaron a tener la certeza de que esto era originado por un grupo de personas que tenían en práctica una organización criminal que se dedicaba y tenía como objeto la sustracción de petróleo de los oleoductos de la empresa YPF y también de otras petroleras con asiento en nuestro país”, indicó.
La investigación constó de 39 allanamientos que decantaron en el secuestro de herramientas y maquinarias de precisión para cometer el delito. Las inspecciones se realizaron en distintos puntos del conurbano bonaerense y en las localidades de Olavarría, Azul y Villa Ramallo de la provincia de Buenos Aires. Los operativos también fueron llevados a cabo en la ciudad de San Lorenzo de la provincia de Santa Fe, en la localidad rionegrina de General Roca y en Neuquén, según informó el Ministerio Público Fiscal.
La Administración Federal de Ingresos Públicos está trabajando en la documentación producto de los allanamientos. “Intervinieron más de 120 funcionarios de la AFIP de la subdirecciones generales de operaciones impositivas del interior y metropolitana y por supuesto la AFIP va a seguir tomando intervención en esta compleja trama delictual. Probablemente hay delitos alcanzados por el régimen penal tributario y será nuestra función profundizar en el tema”, señaló Juan Capello de la Subdirección General de Coordinación Técnico Institucional de AFIP, en la conferencia brindada sobre la investigación.
El complejo manejo de herramientas y la perfección a la hora de realizar las perforaciones indicaba que el trabajo estaba siendo realizado por profesionales que tuvieron alguna vinculación con el rubro petrolero. “Estaban muy bien organizados”, aseguró Haidar. “Suponemos que es un grupo que viene operando desde hace mucho tiempo por la estructura y solidez que presentaba la organización, la cual hoy estamos en condiciones de sostener que fue desarticulada en su totalidad”, finalizó.
Paso a paso
Para extraer el crudo del oleoducto, los miembros de la organización realizaban perforaciones y, mediante un sistema de bypass, lo tiraban en piletones realizados en la tierra.
Posteriormente era cargado con mangueras en camiones cisterna que, en algunos casos, luego lo trasladaban a una planta clandestina ubicada en la localidad bonaerense de Valentín Alsina donde era destilado y refinado, para luego venderlo a estaciones de servicio sin bandera.
Al mismo tiempo, de acuerdo a las escuchas realizadas por los investigadores, se pudo establecer que para tal maniobra utilizaron tres camiones cisterna y cuatro choferes, y realizaron un circuito que permitía realizar dos cargas de petróleo a dos vehículos por noche.
En tanto, el tercer camión regresaba para descargar el petróleo en las plantas de refinamiento investigadas, mientras que todas las operaciones comenzaban durante la tarde-noche y culminaban cerca de las 6 de la mañana del día siguiente, para que los miembros evitaran ser vistos.
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