La muerte de María Rosa y de su bebé Aylén: «discriminada por vivir en la Villa 31»
María Rosa Lencina, embarazada de 38 semanas, pensaba tener a su bebé en el Hospital Fernández, donde sólo encontró el maltrato y la discriminación que terminaron con la muerte de ambas.
Por Claudio Siniscalco
«Acá estamos, luchando y de pie, viendo de dónde sacar fuerzas, porque es un horror lo que nos pasó», arranca su diálogo con Infobaires24 Gumersinda Giménez, compañera de María Rosa en un comedor comunitario de la Tupac Amaru en la Villa 31.
Las cosas no empezaron bien ese viernes cuando María Rosa (con fuertes dolores abdominales) y su tía Norma llegaron al Hospital Fernández: «Cuidado, doctor, que son de la Villa 31, están todos apestados», alertó un guardia de seguridad a un médico. Después de hacerle análisis de sangre y de orina, le dicen que no tiene nada, que se vuelva a su casa y que no regrese salvo que tenga mucho sangrado.
Al persistir los intensos dolores, el sábado llaman al SAME, que les dice que NO LES VA A ENVIAR UNA AMBULANCIA, ya que sólo están disponibles para casos de covid. «Justo llegó un primo de ella que tiene una camioneta y la llevamos al Rivadavia», cuenta Gumersinda, y agrega: «Al Fernández ella ya no quería ir, porque la pasó muy mal». En el Hospital Rivadavia no pudieron hacer nada por María Rosa ni por Aylén. Ya era demasiado tarde.
El caso fue denunciado ante la Fiscalía 2 del fuero penal, contravencional y de faltas de la Ciudad de Buenos Aires, por abandono de persona.
«El gobierno de la Ciudad es el responsable y se tiene que hacer cargo del futuro de Facundo», dice Gumersinda, en referencia al hijo de 5 años que deja María Rosa. «No podemos permitir en esta bendita Argentina que vaya una mujer a parir y te entreguen el cuerpo de su hijita y de ella en un ataúd», se lamentó la mujer.
Hoy, manifestación de los vecinos
«Nos manifestamos frente al Fernández por la muerte de María Rosa, embarazada de 9 meses, abandonada por el Estado asesino de Larreta»
Este viernes 31 de julio a las 17 horas, vecinos de la villa 31 y de barrios aledaños nos concentramos frente a la entrada de la Guardia del Hospital de Agudos»Dr. J. A. Fernández», en reclamo de Justicia por la muerte de Maria Rosa Lencina y su bebe Aylén.
La convocatoria es en repudio del accionar negligente por parte de las autoridades del Hospital y del servicio de ambulancias del SAME, quienes negaron el servicio de salud a una mujer con un embarazo en término que necesitaba de atención médica. Debido a este abandono la mujer murió y el bebé que gestaba también, dejando un hijo de 5 años huérfano.
Los vecinos de la villa 31 reclaman desde hace años el acceso al servicio de ambulancias; sin embargo el caso de Maria Rosa confirma la realidad que viven diariamente. Maria Rosa antes de morir sufrió la discriminación por tener domicilio en la Villa 31.
Resumen del caso: los vecinos relatan cómo ocurrieron los hechos
En la Villa 31 murió el fin de semana María, de 27 años, embarazada, y su hija de 38 semanas de gestación. Con dolores abdominales fue al hospital Fernández con su tía Norma. En la Guardia se sintieron discriminados porque dijeron: “Cuidado que vienen de la Villa y están todos infectados”. No tenían Covid-19 porque días atrás habían hecho el hisopado en la casa. Siempre la mantuvieron afuera, no le dieron ni una camilla ni una silla de ruedas.
Le dijeron que no estaba en trabajo de parto. Le hicieron análisis de orina para ver si había infección. “Es un poquito maricona y exagera el dolor” dijo la doctora.
Vieron los resultados y dijeron que no tenía nada, que la lleven a la casa. “No la acerque a la Guardia hasta que no tenga un sangrado profundo”, recomendaron. Y aclararon que no podían dejarla internada porque no hay camas, “y no tiene nada”. Le dijeron que le den buscapina, que la lleven el lunes para programar la cesárea. Y la mandaron de vuelta para el barrio.
Al día siguiente siguieron los dolores. A las 10 llamaron a la ambulancia y le dijeron que busque un remis. Llegaron al Hospital Rivadavia después del mediodía. También tuvieron que luchar para ser atendidas. De la Guardia la mandaron a Obstetricia, pero no había nadie.
Un médico la regresó a la Guardia, pero ya era tarde. Dijeron que la bebé ya había muerto y que la prioridad era la madre. Pero le agarró un derrame y un infarto por los dolores y falleció. Murieron los dos: María y su beba. Dejó un hijo de 5 años que aún pregunta por su mamá.