Tucumán: Fallecen calcinados cuatro jóvenes en un accidente
El vehículo iba con exceso de velocidad y se incendió tras chocar en la ruta
Testigos cuentan cómo fue el brutal accidente tras el violento choque contra dos tachos y un montículo, el auto salió despedido 25 metros y al detenerse se incendió
La prensa tucuman dio cuenta en la jornada de un accidente ocurrido el domingo por la noche en la ruta 38, aproximadamente a la altura de la traza nueva en la localidad de Alberdi.
Los cuatro jóvenes oriundos de Aguilares terminaron calcinados en el auto en el cual circulaban, al parecer, regresando desde la localidad de La Cocha, cuando tomaron el ingreso por uno de los accesos bloqueados del sector sur, el tramo clausurado de la traza nueva en la ruta 38.
Las pericias consideran que se trasladaban a una alta velocidad con la que recorrieron los casi tres kilómetros inhabilitados, hasta llegar al montículo de tierra que fue levantado a la altura del desvío, hacia el acceso principal a Alberdi, en el extremo norte. Estaba oscuro y no advirtieron esa elevación.
“Escuché el bramar de un auto que parecía ir en carrera; a los segundos vino una explosión. Pensé que algo terrible había pasado. Y no estuve equivocado”, contó el vecino José Bustamante al diario La Gaceta.
El auto golpeó contra dos tachos con arena, se elevó al tomar el montículo y voló para ir a parar a unos 25 metros del lugar. En principio, las víctimas serían Nazareno Galván (conductor), Augusto Ruiz, Pamela Toranzo y Mariquena Soria. Los cuatro, de entre 18 a 22 años, eran amigos y de conocidas familias de Aguilares.
“Llegué y el vehículo estaba hecho como un acordeón por el impacto. No se escuchó ningún pedido de auxilio. Igual, no se podía hacer nada porque las puertas estaban trabadas. Ya había avisado a la Policía y los bomberos. Pasaron como unos 10 minutos cuando el auto comenzó a incendiarse”, precisó Bustamante.
En ese momento llegó José Albornoz, de la Guardia Urbana Municipal. “Un automovilista intentó apagar el incendio con su matafuego, pero no pudo porque las llamas cobraron fuerza. Fue una situación desesperante. Cuando arribaron los bomberos, el fuego ya había consumido todo”, relató.
El jefe de Criminalística de la Regional Sur, Ramón Martínez, dijo que por ahora es imposible individualizar a las víctimas. “Quedaron prácticamente calcinadas y nadie las puede reconocer. Se tomarán muestras para hacer la identificación por ADN”, expresó.
Los nombres de los fallecidos surgieron mediante la familia y los amigos, que reconocieron restos del auto. También aportaron datos sobre su salida y recorrido.
Los cuatro jóvenes, de entre 18 a 22 años, eran amigos e integrantes de conocidas familias de Aguilares. Galván es hijo de un tallerista y propietario de un hotel alojamiento, y Ruiz es hijo de un gestor de esa ciudad.
Los jóvenes, infringiendo el aislamiento social por la covid-19, que prohíbe la circulación en rodados de más de dos personas, a la tarde habían salido de paseo. A sus amigos habían enviado por celular algunas fotos de los últimos momentos de ese recorrido. Nadie entiende qué los llevó a tomar ese tramo clausurado. “Tal vez pensaron que había control en la ruta vieja y lo quisieron eludir”, indicó un amigo de las víctimas.
El último tramo de tres kilómetros de la nueva traza 38, que empalma con la traza vieja, está clausurado desde hace unos ocho meses. Vialidad Nacional tomó esa decisión con el fin de efectuar trabajos de reparación en un puente elevado. La intendenta, Sandra Figueroa, señaló que, tras un accidente que en octubre pasado protagonizó un camión, formalizó un reclamo a Vialidad para que se refuerce la seguridad en el sitio. “Lo que se hizo fue colocar tachos. Y no hubo respuesta sobre la continuidad de la obra suspendida”, dijo.
Los vecinos estimaron que se registraron al menos cinco accidentes hasta ahora. “El tramo está suspendido porque el puente tiene una fisura complicada y de difícil reparación. La alternativa es tirarlo abajo y reconstruir la calzada. Otra opción es clausurarlo definitivamente”, confió un allegado a Vialidad.