La conjura de los miserables
La abrumadora aprobación de las políticas públicas frente a la pandemia encendió las alarmas del establishment, que comenzó a extorsionar al gobierno de Alberto Fernández para restaurar el salvajismo de mercado.
Por Claudio Siniscalco
“Para nosotros es importante volver a la normalidad”, dijo Carlos Bacher, el CEO de Techint Construcciones, una de las áreas en las que opera el gigante industrial Techint, luego de que la compañía despidiera a 1450 trabajadores.
La decisión fue anunciada el viernes 27, cuando el gobierno analizaba, y todos daban como un hecho, la extensión de la cuarentena, que finalmente se comunicó dos días más tarde. El Presidente los llamó “miserables” y el Ministerio de Trabajo dictó la conciliación obligatoria.
Techint emplea a unos 15 mil trabajadores en todas sus ramas de actividad y su dueño, Paolo Rocca, es el hombre más rico de la Argentina y uno de los más ricos del mundo, con una fortuna cercana a los 8 mil millones de dólares
Pero la maniobra extorsiva del poderoso holding es solo la punta de lanza de una embestida mucho más grande, en la que Rocca y su staff cuentan con los aliados de siempre y a la que se suman otros sectores empresarios.
Cacerolazos “espontáneos”, fogoneados por dirigentes macristas y que siempre encuentran su espacio en los medios hegemónicos, en los que se reclama que los políticos se bajen el sueldo; declaraciones sin ningún sustento científico pidiendo tests masivos o el fin de la cuarentena; y hasta el reclamo de diputados nacionales de Juntos por el Cambio de “que se utilicen bienes embargados en causas de corrupción para instalar hospitales de campaña en todo el país”.
Después de hablar con intendentes y dirigentes del interior, creo que se podría ir levantando la cuarentena en lugares aislados y sin casos, con protocolos de seguridad. Poco a poco y con seriedad.
— Federico Pinedo (@PinedoFederico) March 30, 2020
Con respecto a la conocida “espontaneidad” de los cacerolazos, Jorge Rial reveló que el ex jefe de Gabinete Marcos Peña propone golpear las ollas el 5 de abril a las 18 con el fin de desestabilizar al gobierno. Rial publicó una captura del mensaje de WhatsApp en el que el ex funcionario brinda precisas instrucciones a su ejército de odiadores.
La tregua duró 10 días, lo mismo que el primer período de aislamiento. La clase dominante retomó su guerra contra el gobierno por la apropiación del Estado y los recursos de la sociedad. No soportan que se priorice la vida sobre sus negocios. Para ellos, “volver a la normalidad” no es solo salir de una cuarentena en la que nadie quiere estar, sino retornar a un salvajismo de mercado que ahora ven bajo amenaza.