Hans Asperger, era médico oriundo de Austria, en sus análisis sobre el comportamiento infantil, en el año 1944, diagnosticó por primera vez, el síndrome. Es decir, este conjunto de características sobre el desarrollo de una persona. No es una enfermedad porque no se contagia, ni se cura; tan sólo marca aspectos distintos en el desarrollo de un ser humano.En honor al natalicio de su descubridor, Asperger, los 18 de febrero, se conmemora a nivel mundial, en tanto, que en Argentina a partir de la sanción de la Ley 27.517 por el Congreso, en el 2019, se conmemora a partir de este año, como una jornada de reflexión y concienciación en la sociedad para evitar el maltrato y la discriminación de las personas con Síndrome de Asperger.
Ser una persona con este síndrome
Las personas con Asperger no rechazan relacionarse con los demás. Tener dificultades para relacionarse no quiere decir que no les interese hacerlo. A las personas con síndrome de Asperger les gusta conocer a otras personas y pueden llegar a desesperarse si no logran conectar con otros individuos.
Pueden mantener contacto visual, aunque sea de una manera más fugaz. Con el paso de los años y la práctica, muchas personas con síndrome de Asperger pueden conseguir una gran estabilidad en esta capacidad.
Precisamente, la ausencia de contacto visual es lo que provoca una imagen de ensimismamiento o indiferencia a los demás que alimenta esta falsa imagen, y las personas con Asperger son tachadas de egoístas, caprichosas, maleducadas… lo que produce una barrera para sus relaciones. Creen que son personas distantes y altivas por no mirarles a los ojos o por no relacionarse como el resto.
Presentan una manera distinta de percibir la información y de relacionarse con los demás. Quienes fueron diagnosticados, aseguran que tienen una empatía, distinta. Cuando se van haciendo adultos y ya tienen más experiencias comunicativas, pueden llegar a sufrir trastornos de ansiedad e incluso depresión.
LEA SOBRE LA ASOCIACIÓN ASPERGER ARGENTINA Díptico2015-para-difundir
Las personas diagnosticadas con Asperger, tienen las mismas necesidades y deseos que el resto de los seres humanos, en todos los niveles de la socialización y la afectividad, así que la sexualidad, por ejemplo, tampoco es una excepción.
De hecho, los expertos aseguran que es muy necesaria la educación sexual para este colectivo. La falta de información sobre el aspecto afectivo-sexual e identidad de género en las personas con Asperger hace que se disponga de poca información sobre las necesidades concretas que tienen al respecto.
En nuestro país, no hay datos precisos en las estadísticas con respecto a la población diagnosticada, como si se los encuentra, en España donde se sabe que tres y hasta cinco niños por cada mil nacidos, se detecta el síndrome. Y se observa mayor incidencia en niños que en niñas, aunque la Confederación Asperger España señala que también es probable que exista un infradiagnóstico en las mujeres debido a que en ellas la presentación clínica es diferente.
Lo anterior tampoco significa que el Síndrome de Asperger sea un trastorno infantil. Se asocia con un trastorno infantil porque se manifiesta durante los primeros años de la niñez, pero es crónico. En ocasiones, no se llega a diagnosticar hasta la edad adulta.
Recomendaciones para niños/as que comenzarán la escuela
En el ámbito educativo, la socialización es un eje central, sobre todo en las etapas de la niñez. A continuación unas recomendaciones compartidas sobre cómo tratar en clases a las infancias con síndrome de Asperger.