
Los anarquistas Nicola Sacco y Bartolomeo Vanzetti, que fueron ejecutados por electrocución el 23 de agosto de 1927 en Massachusetts, luego de ser acusados de presunto robo a mano armada y por el crimen de dos personas en 1920, hicieron historia. No es posible imaginar algo semejante en la suerte histórica de Ernesto Sacco y María Eugenia Vidal, de paseo en París, que están señalados por presunto uso mediático de sus destinos ahora glamorosos.
Escribe Alejandro C. Tarruella
De Morón a París
María Eugenia se separó de Ramiro Tagliaferro, ex intendente de Cambiemos en Morón, ahora procesado por alguna de las tropelías a las que apela el macrismo para sostener sus privilegios corporativos. Al ser ungida gobernadora bonaerense, se instaló con sus hijos en una base militar por seguridad, ya que no pudo avanzar en su lucha contra el delito y sí en los efectos mediáticos.
Sacco vivió un drama familiar de amplia difusión, y cuando se lo solía ver en horas de duelo y reparación personal, apareció ganando espacio en los medios
El viaje de ambos a París luego de que la ex gobernadora dejara la provincia de Buenos Aires en ruinas, dejó ver que podría tratarse de otra jugada mediática de Vidal. Para presentarlo en “Caras”, la ex eligió cenar en “La Brigada”, espacio de San Telmo propio de grandes medios, en donde se hizo sorprender con Sacco versión nacional, por la revista “Caras” sin que medie la prevención de Carlitos Gardel: “yo sé que se verán caras extrañas”.
Y mientras ella disfruta París, la interna de los Cambiemos en ruptura pasa por arrogarse sus vestiduras para mandar entre los restos de esa fuerza. Macri, Jorge, apuntalado por Mauricio –es curioso, vaga en Europa abrumado por su suerte a futuro- aparece como “el elegido” y se muestra con algunos dirigentes de la provincia o en episodios traumáticos, como el tratamiento del paquete impositivo de Kiciloff, para reunir voluntades. No enfrenta a la amigovia de Sacco, pero se asoman sus dientes porque sería la garantía de Mauricio para mantener un cierto orden en una fuerza que se desliza a fuerza de demolición. Hay analistas que observan la necesidad de sostener una unidad ficticia en la suposición de que para 2021, elección de medio término, la fuerza estará quebrada y en manos de quien gane adhesiones muy difíciles de sostener.

Tomar a saco
Ese estado de cosas puede explicar porqué ningún aspirante busca tomar a saco el sitial de María Eugenia por falta de fuerza y la inspiración negociadora. Esto va unido a la percepción de una debilidad muy pronunciada. Bueno es aclarar eso de “tomar a saco” o “entrar a saco” para evitar equívocas interpretaciones. Según fuentes hispánicas, la expresión “entrar a saco” (que no refiere al periodista hoy “anclao en París”), deviene de un acto antiguo, en tiempos de guerra, cuando los soldados que invadían un pueblo violaban las casas y los comercios y se entregaban al pillaje. Usaban para sus fechorías grandes sacos en los que guardaban lo robado. De ningún modo se induce a pensar que en el caso actual hay pillaje, aunque es posible que pueda referirse la luna de miel no oficial, con la acción de quienes pueden ser calificados de pillos, al sorprender con su capacidad de asistir a privilegios sin previo aviso.
La expresión “entrar a saco” (que no refiere al periodista hoy “anclao en París”), deviene de un acto antiguo, en tiempos de guerra, cuando los soldados que invadían un pueblo violaban las casas y los comercios y se entregaban al pillaje. Usaban para sus fechorías grandes sacos en los que guardaban lo robado
Hay dos intendentes con decisión propia de ser sucesores de Heidi Vidal. Son Guillermo Montenegro, que ganó en Mar del Plata ante la falta de unidad del peronismo (no se cumplió con la propuesta de Cristina) y Néstor Grindetti, que somete a Lanús a la inseguridad en un segundo período. Ellos presentaron armas al no seguir las instrucciones de Vidal de no confrontar con el gobernador Axel Kicillof y romper la negociación para dar quórum por los impuestos. Diego Valenzuela se alista con Jorge Macri en la línea oficial como sus pares de Junín, Ezequiel Gallo, y otros que van llegando al baile.
El lado flaco de Macri viene por la acción de Emilio Monzó, cuadro importante que puede contar con ciertos guiños oficiales, y es uno de los políticos con mayor contenido de diálogo con el gobierno. Monzó es el gran político que queda de los restos que dejó Macri. No está involucrado en la fuga de capitales, el saqueo a las arcas de los gobiernos o las instituciones, y tiene pasado peronista.

Lo que hay que pensar en este campo es que puede ser cabeza de una fuerza que reúna a gran parte de la conformación moderada de Cambiemos, incluso en alianza con sectores del radicalismo, que podría ser una apuesta a constituir una fuerza sobre las ruinas que abandona Macri en su partida a Europa. Monzó plantea que el camino es escuchar a los bonaerenses Y ahí hay una verdad incontrastable: ese parece ser el destino de quienes saben que el olvido es el único espacio donde pueden ilusionar un regreso. Macri teme que haya muros en su futuro. Tiemble si al referirse a ese horizonte, dicen rejas. El senador bonaerense Eduardo Schiavo graficó el momento expresando se acabó el cepo político. El de Mauricio.
El caja brava
Restan en sus intenciones bonaerenses Cristian Ritondo, jefe de Cambiemos en diputados, ex hombre de la seguridad insegura de la provincia, y Esteban Bullrich. Ritondo puede ganar amigos porque tiene fondos, es un hombre de cajas bravas, y cuenta con apoyos en las fuerzas de seguridad a las que teme la población. Lo cierto, es que, con Vidal en París, el placer no siempre es buen consejero a la hora que la política muestra los dientes ante la pobreza.
El 23 de agosto de 1927 (es curioso pero el 23 de agosto -1962- es la fecha de la desaparición de Felipe Vallese, asesinado por la policía de San Martín) la gente lloraba ante la suerte de Sacco y Vanzetti. Se puede asegurar que no volverá a suceder lo mismo ante la presencia en vivo en la ciudad luz, de Sacco y Vidal. Y a su regreso con estallido de cámaras perderán la fe de los que quedan y creen aún en cuentos de hadas.





