Los últimos días desde que se hizo efectivo el pago del bono de 5000 pesos para las jubilaciones y pensiones, mínimas, Salta se ha visto sobrepasada en su capacidad bancaria. Sea en las sucursales habilitadas para ello o en los cajeros automáticos que operan bajo la red link, las únicas disponibles para hacerse de los dineros que llegan como un alivio a la apremiante situación de indigencia que padece el sector pasivo, luego de 4 años con Mauricio Macri.
Pese a ello, no todos reconocen en el peronismo las mieles del rescate al bolsillo de la clase laburante, sea activa o jubilada, o ambas, dado que por las incomodidades de largas filas, bajo el sol apremiante del verano, algunos hacían sus quejas públicas con el dinero en mano.
Un caso que trascendió las redes sociales, se registró en un video donde quien hace la toma de las imágenes del gentío que concurría a la sucursal del Banco de Santiago del Estero, en la ciudad de Salta, para cobrar sus dividendos aumentados con este bono. La voz de un hombre que insulta porque esto es típico del peronismo llenando las calles, la bronca indisimulada del espectador, subido a la terraza del lujoso edificio de la obra social Swiss Medical; y todo lo demás que es del relato dolido del macrista decepcionado ante la medida que favorece a propios y ajenos es toda una postal de época.
Problemas de logística
Reportan en el canal 7 de Salta; “Hubo una mala organización, la policía tendría que haber venido más temprano, tendrían que haber más controles, a las seis de la mañana ya estaba lleno y solamente había un guardia del banco. Si habría control, toda la gente andaría bien. No dejaban pasar, recién abrieron las puertas a las siete y media”, comentó un joven que aseguró que fue a acompañar a su abuela.
“Yo estoy enferma, traigo a mi mamá que es discapacitada, y me tienen de una fila a otra, no me hacen pasar. Ya hice tres filas, ¿qué mas quieren de nosotros? No la dejan pasar a ella a que se siente, estamos desde las 5 de la mañana y ya no da más” expresó una mujer.
A pesar que se puede cobrar el bono por cajero automático, denuncian que los cajeros aún no tienen dinero, como así también mucha gente mayor no conoce el funcionamiento de los mismos, y es por eso que deben acercarse personalmente hasta el banco.
Alicia está en la fila de la farmacia para pagar sus medicamentos, tiene alrededor de 84 años y denota una situación económica holgada, no obstante ya menciona mejor que el propio gabinete de Fernández las medidas que la favorecen y reconoce que no es peronista, pero mejor así; como estámos ahora. Una pena este chico que quiso hacer todo bien, pero no tuvo suerte. Los políticos son egoístas» asevera con su tarjeta de debito en mano, mientras conversa con otro jubilado conocido al que le recita cómo con este dinero salva la cena de fin de año y unos pasitos para sus vacaciones locales.-
Historias del bono peronista
Ernesto está esperando en la carnicería del supermercado en la zona norte de la capital, donde la realidad no tiene la misma intensidad de ajustes, la cotización del dólar sí es tema de conversación y son varios los que poseen campos, agroproducción y fondo especial del tabaco; entonces mira la medida del bono navideño como una picardía y dice que a él no lo engañan con la demagogia peronista, que eso es pan para hoy y hambre para mañana porque ya quiere que lo dejen de nombrar a Macri, a quien trata de inútil, mientras se apura a decir que la señora Cristina le sigue pareciendo soberbia y espera que lo deje trabajar a Fernández. «Hacen esto para que no salgamos a la calle a exigirles a los políticos que devuelvan la plata que se robaron».
¿Por qué no hay aplausos a estos primeros paliativos si la economía nacional agoniza con la dolida clase media? no hay que descartar el peso de la dominación mediática, el pensamiento único y obediente de la derecha.
«Sin el dinero de las jubilaciones aquí no había fiestas» advierte León, mozo de una parrillada que dice lo difícil que era imaginar a estos días con las mesas llenas y platos suculentos como hace 4 años no se veía. El bono lo celebran las familias, los viejos y las abuelas que habían dejado de ir a comer en una salida que les era habitual. «Ya sabemos que si bien no hay mucha propina, al menos tendremos unos meses más de trabajo. Se nota el peronismo y creo que muchos aprendimos con esta pésima experiencia»
A la pregunta de Infobaires sobre si Macri y Cristina son lo mismo; el trabajador gastronómico dijo un no rotundo. «El sindicato nuestro es oposición pero los que aportamos vemos el hambre de los dos lados del mostrador. Puede no gustarle a Barrionuevo, pero como Cristina no va haber nunca más nadie»
