El 1º de septiembre de 2016 el ministro de Justicia bonaerense, Gustavo Ferrari, visitaba Dolores y anunciaba que se construiría una cárcel en Sevigné para 300 internos. Días después, el intendente Camilo Etchevarren afirmaba que “el tema estaba cerrado” y redoblaba la apuesta: luego de una reunión con Ferrari y con la gobernadora Vidal, el mandatario municipal sostuvo que se había encaminado la gestión “para que ese establecimiento penal sea para 2.000 internos”.
Por Claudio Siniscalco
Pero todavía había más. Nada introvertido a la hora de prometer, Etchevarren agregó que la nueva cárcel se transformaría en una fuente de trabajo para unas 1200 personas, principalmente dolorenses. Y, ya que estaba, añadió que la ciudad contaría con una escuela de formación de guardiacárceles.
La puesta en escena incluyó la firma de la escritura de las 55 hectáreas que la municipalidad cedió a la provincia para alojar el ambicioso emprendimiento. “En los próximos días, arquitectos nuestros estarán evaluando las posibilidades de esos terrenos”, indicó Ferrari.
La única verdad es la realidad
Ocho meses después, ese conmovedor entusiasmo para hacer promesas empezó a desvanecerse. El 28 de abril de 2017 el ministro Ferrari anunció que el proyecto de la cárcel en Sevigné debería esperar al año siguiente (o sea, 2018). De todos modos, el funcionario bonaerense, para no dar una idea categórica de abandono, aseguró, sin ruborizarse, que “el proyecto está en avance”.
Foto – Abril de 2017: anuncian la postergación, pero dicen que «el proyecto está en avance»
No conforme con eso, añadió, como si el gobierno construyera hospitales y escuelas: “a veces los dilemas son de hierro, hay que elegir entre construir una cárcel, un hospital o una escuela y no hay fondos indefinidos”.
El domingo próximo se cumplen 3 años de la promesa original de Ferrari y Etchevarren. Como están las cosas, nadie sabe si volverán a mentir que «el proyecto está en avance» o se olvidarán definitivamente del asunto. De todos modos, lo más seguro es que ni siquiera puedan tomar una decisión. Los nuevos tiempos políticos señalan el derrumbe de Cambiemos, una caída que terminará arrastrando al actual jefe comunal.