«Hoy hace 41 años que asesinaron a mi hermana Laura»: Conmovedora carta de Guido Miguel Carlotto
«Hoy hace 41 años que asesinaron a mi hermana Laura. Digo asesinaron porque no le dieron ni la posibilidad de defenderse: la durmieron con pentotal sódico y le destrozaron la cara con un itakazo a 30 cm de la cara y para rematarla le dispararon con una pistola 9 mm a 10 cm del abdomen; disculpen la crudeza de los detalles del relato, pero Laura no murió de ACV o en accidente de tránsito».
«A pesar de los 41 años transcurridos no puedo dejar de extrañarla, rara forma de mis recuerdos: la veo como la última vez que nos encontramos con sus 22 años joven, radiante y decidida, no como sería hoy porque no tuve la oportunidad de verla envejecer».
«Laura no era una utópica, ni idealista. Era una militante política que entendía que se estaba jugando por lo que fervientemente estaba convencida».
«Fue como todos una persona común, que sufrió, lloró, se angustió. Rió y fue feliz, tuvo sueños y frustraciones, lo que no tuvo fueron agachadas. A la hora que sintió que la historia la convocaba no miró para otro lado».
«Las 30.000 Lauras que existieron son las responsables de la Argentina que acabamos de recuperar. Aunque yo me sienta triste».
«No escribo más porque no puedo parar de llorar. Gracias, Laura».
La historia
Laura Estela Carlotto, la hija de la titular de Abuelas de Plaza de Mayo, fue secuestrada en noviembre de 1977, cuando estaba embarazada de tres meses. El parto se produjo en el Hospital Militar y el bebé fue bautizado por la familia como Guido, quien permanecía desaparecido hasta que fue recuperado en 2014.
La hija de Estela era estudiante de Historia de la Universidad Nacional de La Plata, pertenecía a la Juventud Universitaria Peronista, al igual que su otra hija Claudia, y su hijo Guido Miguel.
En agosto de 1977 las fuerzas armadas secuestraron al esposo de Estela, Guido Carlotto, quien fue liberado luego del pago de 40 millones de pesos. A finales de ese año fue secuestrada Laura, embarazada de tres meses y medio.
La joven fue mantenida con vida en el centro clandestino de detención La Cacha, en la ciudad de La Plata, hasta el parto, que se produjo en el Hospital Militar de Buenos Aires el 26 de junio de 1978. Los restos de Laura fueron reconocidos por la familia en agosto de 1978.