Paro general, a 50 años del Cordobazo
La CGT convocó para hoy a una nueva medida de fuerza contra el régimen de la alianza Cambiemos. La huelga de 24 horas, que se espera que sea contundente, cuenta con la adhesión del Frente Sindical para el Modelo Nacional, las CTA y las organizaciones sociales.
Por Claudio Siniscalco
El quinto paro general que realiza la Confederación General del Trabajo (CGT) será contundente y no sólo por la determinación de la central obrera –que incluye la adhesión del Frente Sindical para el Modelo Nacional (FSMN) y las CTA– sino fundamentalmente porque es un reclamo generalizado de las bases sindicales ante la magnitud de la crisis económica desatada por las políticas destructivas del régimen de Mauricio Macri.
A pesar de la contundencia del daño causado por la política económica instaurada en diciembre de 2015, el consejo directivo de la CGT decidió no realizar movilizaciones y prefiere la imagen de las ciudades vacías a la de la protesta. Sin embargo, hay regionales de la CGT que decidieron realizar por lo menos concentraciones en las capitales de algunas provincias, así como ollas populares.
Casualidad o no, 50 años atrás, el 29 y 30 de mayo de 1969, una histórica revuelta obrero-estudiantil, el Cordobazo, marcaría el principio del fin de la dictadura de Onganía y un punto de inflexión en la historia argentina. El movimiento se originó luego de que las dos CGT nacionales decidieron una huelga general en respuesta a que Onganía se negaba a restablecer la negociación colectiva y la actualización salarial, suspendidas en 1967.
Como consecuencia del ataque de la policía cordobesa y federal a las columnas que marchaban hacia el centro de Córdoba, los trabajadores, con ayuda de los vecinos, organizaron barricadas y se produjeron enfrentamientos que, finalmente, fueron sofocados por el Ejército. Como consecuencia de la protesta, que dejó varios muertos (15, según cifras extraoficiales) y detenidos, renunció el gobernador, se reabrieron las negociaciones colectivas, se quebró la imagen de unidad que intentaba transmitir el régimen y se abrió un ciclo de fuerte movilización social.
Hoy, la misma política
Si bien los contextos históricos son diferentes, y necesariamente es así luego de 50 años, las políticas que originan la movilización y la resistencia de las sociedades no varían. El liberal-fascismo, esa combinación perversa entre medidas económicas neoliberales, con su secuela de destrucción económica y exclusión social, con las peores prácticas antidemocráticas y represivas, es la ideología imperante, antes y ahora.
Y también, antes como ahora, hay dirigentes sindicales, políticos y sociales, así como ciudadanos, dispuestos a enfrentar a ese orden opresivo, y otros que simulan hacerlo pero siguen apostando a su eternización. Cada uno sabe, aunque lo disimule, de qué lado está.