CulturaPolíticaPrincipales

El libro, una política de Estado y no de mercado

Alma Rodriguez

A pocas horas de que finalice la 45 Feria del Libro de Buenos Aires, una de las más movidas de los últimos años por varios motivos, y a pocos días de haberse realizado allí la tan ansiada presentación de Sinceramente, el libro de Cristina Fernández de Kirchner que constituye un acontecimiento histórico, político y cultural, además de un hito en la historia editorial, muchas son las cosas que hay para destacar.

Escribe Alma Rodríguez

Una de las actividades más relevantes en esta última semana fue la presentación de la Ley que propicia la creación del Instituto Nacional del Libro y que se llevó a cabo durante la tarde del viernes. En una sala en la que se hicieron presentes escritores, ilustradores, especialistas en lectura y distintos representantes del sector gráfico y editorial, se realizó una mesa redonda en la que se escucharon diferentes voces que acompañan y alientan con entusiasmo la posibilidad de volver a ser quiénes éramos a nivel de la producción y circulación del libro.

En el encuentro participaron Daniel Filmus, María Teresa Carbano (la primera presidenta mujer de la Fundación El libro) Carlos Ulanovsky, Miguel Rep, Ana María Shúa, Liliana Heker, Graciela Rosenberg (representante de la Camára Argentina del Libro), Rodolfo Reyna (presidente de la Cámara Argentina de Publicaciones) y Héctor Amichetti (secretario general de la Federación Gráfica Bonaerense).

Luego de la proyección de un video de adhesión y apoyo al proyecto en el que aparecen un gran número de reconocidos escritores (muchos de ellos del interior del país) entre los que figuran Perla Suez, Julián López, Claudia Piñeyro, Gabriela Cabezón Cámara, María Teresa Andruetto, Tamara Kamenzain, Pedro Saborido, Darío Sztanjnsrajber  y con la visualización de ilustraciones realizadas por famosos dibujantes para la ocasión, entre ellas una hecha especialmente por Quino, se dio inicio a la presentación.

En primer lugar, tomó la palabra Daniel Filmus quien afirmó, entre otras cosas, que “Si es un derecho el acceso al libro, es imprescindible no que esté garantizado por el mercado sino por el Estado”, y recordó que nuestro país pasó de ser el primer exportador de libros a ocupar el cuarto lugar.

Luego continuó : ”Los que tienen que generar las políticas son los que saben qué problemas hay y que, además, son quienes tienen las soluciones para esos problemas.” Entre otras cuestiones explicó que  “la ley fija un mínimo de aporte que tiene que tener el Estado, que es el dos por ciento del presupuesto de la Secretaría de Cultura. El sistema de gobierno tiene por un lado en la parte ejecutiva a aquellos que representan a los que hacen los libros y, por otro lado, una organización federal para garantizar que los libros lleguen absolutamente a todos y que tengamos la posibilidad de disfrutar a todos los autores.” Actualmente, prosiguió, “el 70 por ciento de las librerías se encuentran concentradas en tres ciudades: Buenos Aires, Córdoba y Rosario. Hoy en día es más caro mandar el libro que comprarlo a precio único.”

En su discurso, mencionó la importancia de las editoriales universitarias, que han demostrado que la universidad puede jugar un rol importante en la federalización y resaltó lo que cuesta en la mayoría de los casos la publicación del primer libro de un escritor. Es ahí donde el Instituto tiene más valor. Quizás, los que vivimos en esta ciudad y estamos más cerca de las librerías no los sentimos. Ese instituto va a tener que jugar un rol más importante para igualar las condiciones de un país que se dice federal pero que en la práctica es sumamente concentrado.”

El 70 por ciento de las librerías se encuentran concentradas en tres ciudades: Buenos Aires, Córdoba y Rosario

Uno de los discursos más destacados fue, sin dudas, el de Carlos Ulanovsky, reconocido escritor y periodista, quien mencionó de manera clara y puntual la situación por la que están atravesando todos los sectores que dependen de la producción y la circulación del libro y aludió a la delicada situación en la que se encuentran los autores: reducción de los pagos de anticipación, dificultades para documentar las liquidaciones y atrasos significantes en las liquidaciones de haberes  así como el destino a la destrucción del saldo de los ejemplares que no fueron vendidos y la posterior desvalorización de la obra.

Por su parte, Héctor Amicchetti expresó su preocupación  por la situación actual y resaltó que “la importancia del Instituto  es que se haya podido reunir desde un ente como es el poder legislativo no sólo la voluntad de los legisladores,  sino a todos los sectores que a veces marcan diferencias secundarias y se olvidan de lo principal y que por ese motivo, entonces, ocurre lo que nos está ocurriendo en este momento.”

Según Amichetti, “es doloroso no sólo desde el punto de vista de la pérdida de fuentes de trabajo esta caída tremenda en la venta y producción del libro sino que es doloroso porque no puede ser que un país que hace cinco años se producía 129 millones de libros, es decir más de tres libros por habitante, el año pasado se haya reducido a 43 millones de libros, menos de un libro por habitante.” Y concluyó: “El problema no es que a los habitantes de este país no les guste leer, el problema es que estamos librados a una situación de mercado, a políticas de gobierno, cuando esto tendría que ser una política de Estado. Independientemente de la situación económica, quien quiera leer un libro tendría que tener derecho a poder leerlo. El desafío es poder lograr una política de Estado ya que el libro permite democratizar el saber en el pueblo.”

No es que a los habitantes de este país no les guste leer, el problema es que estamos librados a una situación de mercado, a políticas de gobierno, cuando esto tendría que ser una política de Estado

Por su parte, Rep mencionó  la historia de la asociación de dibujantes y dijo: “El libro no era un objetivo del dibujante, el dibujante tenía como objetivo la industria gráfica. Hoy eso cambió y hoy el dibujante está muy necesitado del libro, el libro infantil y juvenil, el libro de autor, el libro en general. Los dibujantes lograron en el 2015 su Instituto Nacional de Artes Gráficas que ya es ley, es la 27067, que fue votada por unanimidad y hasta está reglamentada pero increíblemente desde entonces no se  avanzó ni se destinaron los fondos para su puesta en funcionamiento. Es decir que aunque las cosas salgan después hay que empujarlas, y seguir peleándola.”  Por último manifestó el apoyo de su sector para lograr eso.

Hacia el final, y para dar cierre a la presentación, Alejandro Dujovne, asesor en el diseño del proyecto de ley, comenzó rescatando la tarea de los investigadores del Conicet quienes trabajan, piensan cosas, normalmente en abstracto,  y cuando las publican lo hacen para un número bastante restringido de personas; de repente que se dé la posibilidad de materializar eso en un proyecto de ley que, eventualmente, se sanciona y tiene efectos reales constituye un hecho muy importante.

Luego continuó: «Argentina era el principal exportador mundial del libro en castellano; hoy nuestro país representa el 3 por ciento de exportación de libros en lengua castellana, está en el cuarto lugar. El libro argentino tenía un enorme mercado interno muy poderoso que ahora está en reducción. Ese lugar maravilloso del libro está pasando a ser un recuerdo de la historia. Y esa es la preocupación que nos motivó a pensar esto.”

El viernes particularmente los pasillos de la Feria estaban colmados de adolescentes en edad escolar guiados por algún docente que, esperanzado, llevó a sus alumnos y alumnas a conocer, quizá, por primera vez esta fiesta del libro y la palabra. Para esa altura de la tarde, y al finalizar la presentación,  tanto la palabra como el libro habían ocupado un rol central en la sala Alejandra Pizarnik así como la expectativa y la esperanza de lograr la concreción de tan importante proyecto de ley.

Todos los que estuvimos allí presentes nos retiramos con la convicción de que el libro está más vivo que nunca, y que es por esos jóvenes, niñas y niños que los libros deben constituir una política de Estado y no de mercado. Porque sin libros no hay futuro.

Colabora con Infobaires24
Suscribite a nuestro canal de youtube TIERRA DEL FUEGO

Deja un comentario

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.

Publicaciones relacionadas

Botón volver arriba

Tiene un bloqueador de publicidad Activo

Por favor desactive su bloqueador de anuncios, Infobaires24 se financia casi en su totalidad con los ingresos de lass publicidades