Según Arribas y Majdalani, Vidal habría habilitado las escuchas que la espiaron – (Nota I)

Está claro. El gobierno no quiere que el pueblo se entere. De manera que la sesión en la que diputados de la Comisión Bicameral de Inteligencia, presidida por el senador radical Juan Carlos Marino, interrogaron al jefe de la Agencia Federal de Inteligencia (AFI), Gustavo Arribas, y su segunda, Silvia Majdalani, en el Congreso, fue secreta.

Especial de Infobaires24 (Nota I)

A puertas cerradas

Rondaron en esa sesión especial nombres de espías, agentes inorgánicos tipo D’Alessio operando alegremente, operaciones conspirativas ilegales, reuniones de agentes con jueces, creación libre de causas judiciales y aparente vulneración de funciones de determinadas instancias institucionales. En el caso D’Alessio, los “dueños” de la AFI, Arribas y Majdalani, justificaron las seis nuevas bases de inteligencia instaladas en el conurbano. En ese contexto,  resaltaron la labor del ex policía bonaerense Ricardo Bogoliuk, vinculado a las extorsiones de Marcelo D’Alessio. Bogoliuk fue exonerado en 1999 de la bonaerense, por una presunta sociedad con piratas del asfalto de la ciudad de Mercedes.

El agente 86 entra en juego

Respecto de las posibles escuchas que habrían dispuesto sobre acciones de la gobernadora de la provincia de Buenos Aires, expresaron que las bases desde las que se denunció que la “espiaban”, fueron consensuadas para su instalación con la propia María Eugenia Vidal, lo cual coloca a la AFI macrista en la línea de acción de Maxwell Smart, el agente 86. Justamente, los policías retirados, con frondosos antecedentes por los que habían quedado fuera de la fuerza, habían sido los encargados de seguir los pasos de Vidal. Al parecer, en el encuentro, Majdalani (que formó parte de esa comisión bicameral cuando fue parlamentaria) tuvo un protagonismo que la llevo a intervenir activamente incluso cuando las preguntas eran dirigidas al empresario futbolístico Arribas. El jefe de la AFI reconoció en un momento que los dos policías cuestionados fueron quienes encararon al juez Luis Carzoglio para presionarlos para que dispusiera la detención del dirigente máximo de Camioneros, Pablo Moyano.

Majdalani y Arribas admitieron su proyecto de inteligencia en el conurbano, denominado AMBA, que consistía en contar con bases de inteligencia en La Matanza, San Martín, Quilmes, Ezeiza, Morón y Pilar, generando una sostén de poder que aparentemente iba en dirección a posibles pedidos del mismo Macri. Ella dijo que pretendían realizar un mapa de delitos complejos y reconoció que existen 8 causas judiciales que surgieron de esa tarea. Arribas intentó minimizar el hecho, señalando que se trataba de contar con información para evaluar si era factible iniciar una causa judicial.

Majdalani y Arribas admitieron su proyecto de inteligencia en el conurbano, que consistía en contar con bases en La Matanza, San Martín, Quilmes, Ezeiza, Morón y Pilar

Al ser consultado Arribas por un diputado, acerca del cierre en 2017 de esas bases de espionaje, respondió que fue cuando se había cumplido el objetivo y por eso el personal fue reubicado o despedido. Majdalani aclaró de inmediato que la mayor parte de los espías en acción era personal de la misma AFI. Arribas aseguró que en ningún momento Vidal hizo reparos sobre la creación de las bases, y Majdalani aclaró que pidió la localización de las mismas. Con sequedad, Arribas habría remarcado que ella “participó”, es decir, la gobernadora fue parte de la tarea con que se emulaba al célebre Agente 86.

Majdalini amplió su declaración al respecto y, según la versión taquigráfica que dio a conocer “La Nación”, habría expresado ante los diputados del acto secreto, que “Los lugares los pidió la gobernadora en conjunto con nosotros. Fue una reunión privada en la oficina donde consensuamos cuáles eran los mejores lugares para poner las bases. No hizo objeciones cuando estaba en funcionamiento”. Si luego, como se denunció, ella fue investigada, faltaría ahora que Arribas o Majdalani expresaran que fue la propia gobernadora quien lo solicitó.

El ridículo es parte principal de las acciones que ensaya el gobierno en su retirada a lo Brancaleone

La bonaerense sabía

En ese tono de falta de profesionalismo y acciones de improvisados, Arribas habría dicho: “Es importante destacar algo. Todas las bases fueron alquiladas a nombre de la AFI y los agentes trabajaron siempre identificándose como agentes de la AFI. Entonces, mal podía desconocer la Policía Bonaerense dónde estaban las bases y los agentes que estaban trabajando”. O sea, que siendo una acción encubierta, secreta, de inteligencia de Estado, la policía de la provincia de Buenos Aires conocía absolutamente todos los pasos de los agentes. Un absurdo conociendo el mercado de información que maneja la bonaerense, sus intereses mercantiles y su acción sin control de ningún tipo.

Además, hay que recordar que el propio D’Alessio, que actuaba junto a los periodistas Daniel Santoro y Alejandro Fantino para sus extorsiones, cuando espiaba para la base AFI de Ezeiza, su jefe era el ex policía bonaerense Bogoliuk, responsable de la misma. Majdalani quiso defender a Bogoliuk, exonerado de la fuerza, expresando que el comisario no fue echado sino que se había jubilado. Arribas lo subrayó y recordó ante los legisladores que había sido el diputado Rodolfo Tailhade quien difundió que había sido exonerado de la temible bonaerense. (Sigue en Nota II).

Fuente: La Nación