2 de Abril – Histórico: un fallo sobre Gibraltar favorecería reclamos argentinos por Malvinas
Al apartar al negociador británico por Gibraltar, se allana el camino para considerar como ocupación colonial a la presencia del Reino Unido. El propio afectado con la anulación de su rol, el laborista británico Claude Moraes, expresó al ser desafectado de la negociación, que de avanzar una norma que va a declarar a Gibraltar como territorio “colonial”, España iniciará “reclamaciones en el Derecho internacional” al caer el paraguas de la Unión Europea que favoreció en las últimas décadas al Reino Unido.
Escribe Alejandro C. Tarruella
El fin y el principio
El Parlamento Europeo sacó del juego, al apartarlo, al diputado laborista británico Claude Moraes, que se negaba a renunciar y quien ya no es parte de la negociación de la reforma para eximir de visados a los británicos en caso del Brexit sin acuerdo. Lo curioso fue que el Partido Popular Europeo y Socialistas y Demócratas actuaron conjuntamente para forzar el relevo y así allanar un acuerdo en el que los veintiocho representantes, a propuesta del Reino de España, generan una nueva nomenclatura en la que Gibraltar sea considerada “colonia” británica, lo que favorecerá el tratamiento de la ocupación en Naciones Unidas.
La decisión histórica surgió de la reunión de los coordinadores de los grupos políticos en la comisión de Libertades, Justicia e Interior (LIBE), donde ‘populares’ y socialistas han votado a favor de apartar a Moraes. Sostuvieron allí la “urgencia” de adoptar la medida de contingencia esta semana, en previsión de un Brexit caótico que se produciría el próximo 12 de abril. En la reunión de hoy, martes, Moraes ya no estará presente en la mesa de negociación ante la contundencia de la decisión.
“La referencia a Gibraltar como colonia británica es una reivindicación de España que quiere dejar claro en los textos europeos que la situación jurídica del territorio cuando se produzca el Brexit, y deje por tanto de aplicarse el Derecho europeo, deberá de volver a enmarcarse dentro de las resoluciones de Naciones Unidas”, se señaló en el diario español “La Razón”. El eurodiputado conservador Daniel Dalton dio apoyo a Moraes en su caída: “Ha sido obligado a irse por oponerse, con razón, a los intentos de España de describir a Gibraltar como colonia en el texto. Gibraltar es británica”, se dolió sin consuelo.
Malvinas, presente
La reunión de hoy, martes 2 de abril, coincide curiosamente, con el aniversario de la ocupación argentina de las Islas Malvinas, y es el sexto encuentro del Consejo y el Parlamento Europeo para analizar y superar el bloqueo histórico. En lugar de Moraes estará ahora Sergei Stanishev, vicepresidente búlgaro de la comisión europarlamentaria LIBE, socialista, que acompañaría la tendencia que se impone. Moraes se quejó por la “enorme presión de políticos y prensa españoles” y el presunto “acoso” del Parlamento europeo. “No estaba preparado para ver a España tomar como rehén este caso en el Consejo. Es un abuso de nuestros deberes legislativos”, lloriqueó.
Entrevistado por “The Guardian” el pasado 26 de marzo, Moraes adelantó que la norma en la que Gibraltar fuera considerada “colonia” haría que España “iniciara estas reclamaciones en el Derecho internacional”. Lo que se encubre es que el fin del estatus de colonia no declarada que favorecía a Gran Bretaña, abre las puertas para que territorios que ese reino ocupa ilegalmente en carácter de colonia, sean reclamados por los países afectados. El caso más grave es el de la ocupación de las Islas Malvinas, que la Argentina reclama desde 1833 y que motivó la ocupación militar que se inició el 2 de abril de 1982.
El cambio en el estatus de las colonias británicas va a favorecer los reclamos argentinos por las Islas Malvinas
El cambió en el estatus de las colonias británicas va a favorecer los reclamos argentinos sometidos en las últimas décadas al acuerdo de entrega que firmó Carlos Menem con Gran Bretaña, el 16 de febrero de 1991, bajo el arco de la Unión Europea. Ahora, será en Naciones Unidas, que reconocen los pedidos argentinos, donde podría tratarse la controversia histórica. Por eso, si se modifica el estatus de Gibraltar, las Islas Malvinas serán reclamadas porque les cabe ser consideradas territorio colonial británico.
Eso hace que sea posible acabar con la ocupación a partir de que asuma en diciembre próximo, un gobierno nacional que inicie una transformación de carácter histórico. Es muy sencillo: si desde 1810 el país estuvo bajo un paraguas británico y solo fue enfrentado y cuestionado durante los gobiernos de Juan Manuel de Rosas y Juan Domingo Perón, llega la hora de poner las cosas en orden.
El Brexit parece ser el punto de partida de la decadencia británica y los dirigentes políticos argentinos deben tomar debida nota de la cuestión. Hay que reconocer que el Parlamento nacional ha sido relativamente sensible a analizar la nueva situación internacional que produce la salida de Gran Bretaña de la Unión Europea.