El CEPA realizó un informe sobre el consumo de juguetes con perspectiva de género
Bajo la pregunta de qué le regalamos a nuestros niñes, el CEPA realizó un informe donde analizó el consumo de juguetes con perspectiva de género. El trabajo recorre de qué forma inconsciente seguimos determinando los estereotipos y los micromachismos a la hora de comprar determinados productos.
A continuación compartimos una parte del informe realizado por el Centro de Economía Política Argentina.
● Los juguetes están orientados, según su oferta, con la lógica binaria “varones” y “mujeres”. En la mayor parte de los comercios físicos se encuentran claramente delimitados los espacios dedicados a las “nenas” y a los “nenes” y en los sitios de venta por internet, existen filtros de búsqueda de “juguetes de nena” y “juguetes de varón” que ordenan implícitamente qué tipo de consumo corresponde normativamente a cada uno. Muñecas, bebés y maquillaje para ellas, autitos, armas, deportes e ingenio para ellos.
● En la oferta de juguetes para niñes se observan estereotipos de género claramente delimitados, cuya vinculación con la economía aparece en la dimensión de cuidado. Tal como dio a conocer el INDEC en su encuesta sobre el uso del tiempo en 2013, las mujeres dedicamos el doble de horas diarias a la realización de tareas domésticas y de cuidado no remuneradas en el hogar, constituyendo el pilar de la desigualdad de género en el mercado de trabajo, y esta división de las tareas tiene un arraigo cultural desde la infancia, donde los juguetes “juegan” un rol.
● El 40% (porcentaje más alto) de los juguetes categorizados como los “más vendidos” y destinados a las niñas en cada uno de los sitios consultados, están vinculados a las tareas de cuidado del hogar, o al trabajo doméstico no remunerado. El 32% está destinado a productos de belleza y cuidado personal. El 12% está dedicado a deportes y el 12% también está destinado a juegos de ingenio.
● En los juguetes categorizados como “los más vendidos” para niños, el 30% está relacionado al deporte, principalmente al fútbol. El 26% de la oferta está constituida por juguetes asociados a la violencia, fundamentalmente pistolas, poniendo el eje en un debate que pocas veces se vincula con los estereotipos creados desde la niñez: la violencia de género o el mandato de masculinidad en torno al ejercicio de la violencia. El 19% está vinculado a autos y accesorios y el 9% a juegos de ingenio. Si en las niñas el 40% de los juguetes las performa para realizar trabajo doméstico, en los niños ese tipo de juguetes representa un rotundo 0%.
● Cuando nos introducimos en los precios de los juguetes, si se considera el precio promedio de los productos más vendidos clasificados “para niña”, estos ascienden a $1.128 y los que se clasificaron “para niño” a $1.083. Aquí la comparación no se realiza atendiendo a que sean los mismos juguetes según género, sino que se compara la masa de juguetes más vendidos de niñas y lo mismo para niños. A priori, aparece una diferencia de precio del 4% que no es sustancial.
● Ahora bien, al momento de realizar la identificación y cuantificación del “impuesto rosa” se buscaron productos idénticos o muy parecidos en su versión “para niños” o “para niñas”, y en este punto aparecieron diferencias significativas que no parecieran explicarse por las características de los juguetes en sí. Se partió de un relevamiento propio de 204 juguetes disponibles en 8 sitios de ventas de juguetes on line, habiendo relevado los 30 primeros juguetes “más vendidos” por sitio web.