Amnistía Internacional explicó cómo funcionan los trolls de Peña
Ese fue el diagnóstico al que arribo la conferencia realizada por Amnistía Internacional y el Centro de Derechos Humanos de la Facultad de derecho de la UBA sobre «Trolls y fake news», en la universidad pública frente a cientos de estudiantes, especialistas y algunos diputados nacionales como Araceli Ferreyra, del Movimiento Evita.
El sistema de «tierra arrasada» y el ejemplo del «Caso Maldonado», donde -durante la desaparición de Santiago Maldonado- se verificó la existencia de cuentas falsas de Twitter desde donde se hostigaba a quienes pedían por la aparición con vida del joven. Finalizado el caso, muchas de esas cuentas fueron dadas de baja.
Martín Becerra, doctor en ciencias de la información e investigador independiente del Conicet, fue parte de un informe realizado por Amnistía Internacional que analizó el uso de Trolls y constató que funcionan como «acciones organizadas» en las redes «contra quienes defienden o denuncian violaciones a los derechos humanos».
«Hay trolls porque hay comunidades dispuestas a aceptar un mensaje afín en términos políticos. Así como también están dispuestos a mofarse de los otros porque hay un mensaje que sostiene el mismo tipo de narrativa de la cual participan«.
Por su parte, Ernesto Calvo, profesor de Ciencia Política en la Universidad de Maryland, investigó los trolling y confirmó que el modus operandi que utilizó Peña durante las semanas de búsqueda de Santiago Maldonado. En esos días, explicó, se aplicó la doctrina de «tierra arrasada», que consiste en contaminar las conversaciones en las redes para expulsar a los tibios, mediante ataques personales y mucha fake news. Se detectaron 8 cuentas de torlls y Twitter dio de baja cuatro, después de varios meses y cuando el caso Maldonado era historia.
«Los trolls hablaban entre ellos y sólo el 1% del tiempo lo usan para pegarle a periodistas. Levantan temperatura con un diálogo agresivo, que expulsaba a los independientes. Para no hablar de un tema, los políticos toxican el debate«, describió.
Para Becerra, es indispensable documentar «cómo se despliega el debate público» y entender su impacto colectivo para luego tomar medidas que aminoren su impacto negativo. Y comprender que los trolls logran «un efecto disciplinador en el debate público. Cuando una persona ve que a un político o a un famoso lo atacan a la yugular de forma violenta y piensa: ‘qué queda para mí'».
Ninguno de los especialistas supo decir cómo lograr evitar los excesos de las redes sociales y «motores de búsqueda», instrumentos esenciales para los trolls y las fake news, armas de cada campaña electoral.