Ver video: Imperdonable, palestinos en Ramallah queman una bandera argentina
A pesar de los intentos por separarlos, el fútbol y la política en determinadas circunstancias van de la mano. En este sentido, ocurrió un hecho imperdonable que afecta a todos los argentinos que nos sentimos identificados por nuestros símbolos nacionales: palestinos en Ramallah, Cisjordania, quemaron una bandera argentina, al igual que hicieran otros fanáticos pro-palestinos y palestinos en Barcelona, frente a la ciudad deportiva «Joan Gamper», donde entrena la selección nacional. Es claro que el origen político de esta condenable acción anti-nacional realizada por palestinos y fanáticos de éstos, llevan la firma del empresario-presidente Mauricio Macri y del Primer Ministro israelí, Benjamín Netanyahu por intentar realizar un partido «amistoso» en la disputada ciudad de Jerusalem, pero es básico entender que como modo de protesta, una cosa es quemar una camiseta de un seleccionado, y otra muy distinta la bandera de un país soberano. ¿Cómo hubiese reaccionado parte de nuestra sociedad, incluidos aquellos sectores «progresistas», que muchas veces desconociendo la historia del conflicto israelo-palestino abrazan la causa palestina, si la quema de nuestra bandera nacional la hubieran llevado a cabo israelíes? Más allá de esta pregunta a todas luces contrafáctica, lo concreto es la condena que debe pesar ante este aberrante hecho que mansilla nuestra simbología nacional.
Por Maximiliano Borches
Previo a la suspensión del partido «amistoso» entre los seleccionados argentino e israelí, que iba a disputarse este sábado 9 de junio en el estadio «Teddy» de Jerusalem, erigido -según la versión palestina- sobre una antigua aldea perteneciente a ese pueblo, un grupo de palestinos residente de la ciudad de Ramallah, en Cisjordania, quemaron una bandera argentina. Un hecho por demás repudiable ya que ofende y ataca directamente a nuestro principal símbolo patrio, del cual, la mayoría de los hijos de esta tierra nos sentimos profundamente orgullosos y representados.
Es de destacar que Cisjordania es parte de los territorios ocupados por Israel a partir de la finalización de la «Guerra de los Seis Días», ocurrida en 1967, cuando el Estado Hebreo venció la invasión de las tropas pertenecientes a los estados de Egipto, Jordania, Siria e Irak, quienes pretendieron borrar, literalmente, al entonces recién nacido Estado de Israel del mapa, al igual que los intentos árabes efectuados en 1948, apenas se creó el Estado; la «Guerra del Sinaí», de 1956 y la «Guerra de Yom Kippur», de 1973.
Momentos previos a la quema de nuestra bandera nacional, Jibril Rajoub, presidente de la Federación Palestina de Fútbol, pidió «a todos que quemen sus camisetas a su nombre (de Leonel Messi) y los carteles de él» (Ver video arriba) a través de los medios de comunicación locales e internacionales presentes en Ramallah, frente a la Representación de Argentina ante el gobierno autónomo de la Autoridad Nacional Palestina.
A modo de conclusión, se torna imprescindible dar cuenta de la responsabilidad que le cabe al gobierno de la Alianza Cambiemos, que en su afán de mostrarse de manera servil ante los Estados Unidos, Reino Unido, Israel y otras potencias, presionó a la Asociación del Fútbol Argentino (AFA) para que se lleve a cabo ese partido, que ya es costumbre entre ambos seleccionados antes de realizarse un Mundial, pero con la salvedad de que nunca se intentó hacer en la delicada, disputada y problemática ciudad de Jerusalem, capital espiritual de las religiones judía, musulmana y una de las ciudades más importante del cristianismo, en todas sus versiones.
Tanto Israel, como la Autoridad Nacional Palestina, en su legítima exigencia de conformarse en un Estado soberano, libre y de fronteras seguras con Israel, reclaman parte de esta histórica, mítica y mística ciudad, como propia.
