Informe especial de IB24: los peligros y consecuencias del fracking en Argentina

Días atrás, InfoBaires24 publicó una entrevista a Rubén Rebolloso, integrante de la Asamblea por el Agua – San Rafael, quien describió la angustia de gran parte del pueblo mendocino ante el inicio de la explotación de petróleo a través del fracking. Este medio encaró un informe en tres etapas para mostrar los peligros y consecuencias que advierten investigadores y ambientalistas. Además, una funcionaria de Mendoza rechazó que provoque riesgos en la salud y celebra los beneficios para el sector.
Hugo Gulman
En la nota el sanrafaelino desafiaba con firmeza: “Estamos en pie de guerra contra el fracking y vamos a jugarnos como lo hicimos frente a la explotación minera y metalífera, que contaminaba con cianuro y ácido sulfúrico”. Además, el asambleísta manifestaba su decepción, ya que “los medios no informan o sólo hablan a favor del fracking mientras miles de habitantes están tomando el agua de los ríos que están contaminando”.
En un debate llevado a cabo en el programa Científicos Industria Argentina, que conduce Adrián Paenza, investigadores y ambientalistas adujeron que en pozos de otros países se han producido daños irreparables. Explican, además, que el mayor peligro se presentó cuando hubo emanaciones de metano: “La mayor amenaza es que se trata de un sistema poco controlado en una actividad riesgosa”, advierte uno de ellos.

En disidencia con estos planteos, Ernesto López Anadón, presidente del Instituto Argentino del Petróleo y el Gas, rechaza el riesgo de los tres mitos que enumeran los ‘detractores’ del fracking: la problemática del agua, los gases ‘efecto invernadero’ y los sismos. Por otra parte, niega el riesgo de contaminación del agua ya que inicialmente se perfora un pozo a 500 metros de profundidad para aislar los acuíferos y evitar que se afecten las napas de agua dulce.
López Anadón afirma que en Estados Unidos se efectuaron desde 1947 unos 4,5 millones de pozos con el sistema de fracking y aunque no cuenta con datos concretos, reconoce que se han registrado contaminaciones. En Texas -asegura- en 500.000 perforaciones de detectó el 1% de contaminación.
Ante este panorama, InfoBaires24 encaró un informe dividido en etapas para mostrar los peligros y consecuencias que advierten investigadores y ambientalistas sobre la aplicación de esta técnica y, por otra parte, una voz oficial que defiende el negocio y no sólo pronostica grandes beneficios, sino que tampoco insinúa riesgos.
¿Qué sucede con el uso de los productos químicos y con el agua que se utiliza? ¿Afecta las napas? Las tuberías, que pueden alcanzar hasta cuatro kilómetros de profundidad ¿son seguras? Son diversos los factores en juego y en todos disienten los defensores y los contrarios a la explotación de hidrocarburos a través de la técnica de estimulación hidráulica.

Miriam Skalany es la Directora de Medio Ambiente de Mendoza y dice que los riesgos del fracking son ínfimos y están dadas las condiciones para no afectar a la población, la fauna y la flora. “Los que se oponen están contra la actividad petrolera e ignoran cómo evolucionaron las tecnologías”, afirma la funcionaria.
Según Skalany, el consumo excesivo de agua en el fracking es un mito: “Una vez construido el pozo no requiere agua como quieren hacer creer. La formación está a unos 2.000 a 2.500 metros de profundidad y se utilizan de 250 a 500 metros cúbicos de agua por pozo. Los verticales llevan hasta cinco fracturas y los horizontales hasta diez”. Es decir, de acuerdo a sus cálculos, como máximo se utilizan 5000 metros cúbicos de agua. “No son millones y millones”, replica.
Sin embargo, para Fernando Cabrera, Director de Comunicación de la Organización Petróleo Sur (OPSur), el uso y contaminación del agua abrió un fuerte debate, ya que “en Mendoza, por decreto provincial se utiliza el agua de los ríos para efectuar la fractura, para lo cual es necesario inyectar alrededor de 17 millones de litros por cada pozo vertical”. Asímismo, revela que aunque Vaca Muerta está varios centenares de metros por debajo de la superficie de los acuíferos, el problema radica en el cuidado de la perforación y aunque los ingenieros plantean una constante atención, algunos pozos alcanzan los 3.000 metros de profundidad: “Al ser tan hondo hay pocas certezas de lo que está ocurriendo allí. Es muy aventurado argumentar que al ser tan profundo es más seguro”.
Para sostener los niveles de producción -revela Cabrera- hay que perforar continuamente y en cada perforación se suman más millones de litros de agua, arena y productos químicos. “A los cuatro o cinco años, cuando la producción del pozo comienza a mermar, se vuelve al proceso de fractura para llegar a lugares que hasta el momento no se habían alcanzado”, detalla el experto.
¿Tiene ventajas el fracking?
El investigador de OPSur plantea que es complicado analizar el tema en términos de ventaja y desventaja porque “el fracking no es una opción, no es que se puede usar una u otra técnica indistintamente”. Por la propia particularidad del reservorio es necesario romperlo y generar la perforación para que salga a la superficie y esto implica la ruptura del subsuelo, pero sin subestimar los riesgos: “Se hace un agujero y se cementa a los costados. El caño puede quedar mal acostado sobre uno de los límites de la perforación u oxidarse, y el cemento se resquebraja con o sin sismos”.

Llegado cierto punto de explotación, donde los yacimientos convencionales y de fácil acceso entran en declive se empiezan a poner en valor yacimientos que se conocían, pero no eran comercialmente explotables al no estar desarrollada esta técnica: “No se puede usar la técnica convencional, que con una perforación llega a una especie de ‘pileta’ y el líquido fluye por la presión que genera”.
Como contrapartida, la funcionaria mendocina, ingeniera de extensa trayectoria en la actividad pública y en el ámbito privado en el negocio del petróleo, considera que una de las grandes ventajas del fracking es facilitar que las reservas mundiales se ampliaran: “En nuestro país como mínimo se duplicarían las reservas de petróleo”, sostiene, y compara la enorme diferencia entre la tecnología aplicada décadas atrás y la actualidad. Según Skalany, los avances tecnológicos sumados al trabajo de los ambientalistas, propiciaron las condiciones para la práctica del fracking: “El 95% de la actividad convencional y no convencional es la misma, los que se oponen están contra la actividad petrolera y muchos tienen un nivel altísimo de ignorancia sobre la evolución de las tecnologías”.
En los próximos días publicaremos la tercera parte de este informe en el que analizaremos qué ocurre con la contaminación aérea, los insumos químicos, las energías alternativas y los riesgos de fisuras en las tuberías que se introducen en la roca hasta una profundidad, en algunos casos, de hasta 4500 metros.
Entretanto, se extienden las denuncias de derrames de productos químicos con el consecuente peligro de envenenamiento de los acuíferos. Lenta aunque inevitablemente, más por divulgación de las asociaciones de vecinos que por decisión oficial, la información también va fluyendo y filtrándose en la población, que sigue organizándose para asegurar la salubridad de su alimentación y su oxígeno, en una provincia que hasta hoy hizo de la limpieza uno de sus emblemas. Tanto, posiblemente, como su sol y su vino.





