Menos derechos: Cuáles son las carreras públicas que sufrirán un recorte en sus alcances
Por una resolución del Ministerio de Educación (1254/18), se modificaron de un saque las “actividades profesionales reservadas” de 37 carreras de grado. Esto significa un recorte de las actividades exclusivas en las que se puede desempeñar el graduado de una carrera.
El recorte es abrumador: en Geología se pasa de 40 actividades reservadas a 7; en Arquitectura de 20 a 4; y así en cada una de las 37 carreras a las que se les asignan actividades restringidas y diferenciadas. En lo inmediato, se trata de una devaluación de los títulos, cuyo valor disminuye al perder la exclusividad sobre numerosas actividades, y pasando a competir en el mercado laboral con carreras más cortas, en general del ámbito privado, cuya retribución es más barata.
Esta medida está asociada a toda la política de privatización educativa que, bajo el auspicio de la OCDE y el FMI, encarna el macrismo.
Del recorte de incumbencias al recorte de contenidos
El mismo día que se publicó esta resolución, el ministro de Educación Alejandro Finocchiaro expresó “el interés del Gobierno por contar con carreras más ágiles con trayectorias formáticas que permitan, sin quitar conocimiento, reducir horas de estudio” (La Nación, 18/5). Sin embargo, el recorte de las incumbencias anticipa un recorte de contenidos: ¿para qué enseñar urbanismo en la carrera de Arquitectura si no es un ámbito exclusivo del título? ¿Para qué gastar recursos en enseñarle Psicología Laboral a un Licenciado en Psicologia si por mucho menos puede hacerlo un Técnico en Coaching o algún derivado?. La orientación del gobierno es clara: carreras de grado cortas con títulos devaluados.
Los resultados de esto son el crecimiento de los posgrados pagos –para completar una formación integral y mejorar las chances de inserción laboral– y el reforzamiento de las carreras cortas, que reemplazan la formación científica por la capacitación para desempeñarse solamente en actividades específicas.
Los socios de Macri en la universidad
Esta política ha sido pactada con los rectores radicales y peronistas, no es un secreto para nadie. Mientras que la Franja Morada maneja la Secretaría de Políticas Universitarias a través de Danya Tavela, el ex rector K de la Universidad de Córdoba, Francisco Tamarit, es quien coordina el Sistema de Reconocimiento Académico y establece la nivelación –a la baja– de las carreras públicas con las privadas. El mismo acuerdo se reproduce en el Consejo Interuniversitario Nacional, donde preside el radical Hugo Juri y es secundado por el ex viceministro de Cristina Jaime Perczick, e incluso en la Federación Universitaria Argentina.
Los Rectores actúan como los CEOs de la universidad, buscando “seguridad jurídica” para desenvolver el negocio de los posgrados y las carreras chatarra. Esta comprensión es el punto de partida para desarrollar un movimiento estudiantil independiente.
Pongamos de pie al movimiento estudiantil
La “modernización” que postulan Macri y Finocchiaro en acuerdo con los rectores significa una degradación de las carreras para adecuarlas a la descalificación del trabajo que marcan la reforma laboral y el acuerdo con el FMI. Como no podía ser de otra forma, empalma con el recorte salarial a los docentes y el ajuste presupuestario que ha sido golpeado por la devaluación del peso.
La UJS va a proponerle a la FUBA y los centros de estudiantes combativos la convocatoria a asambleas en todos las facultades para apoyar a los docentes, discutir este ataque a las carreras y preparar una gran movilización en junio hacia la Conferencia Regional de Educación Superior, donde planean reunirse los rectores de América Latina para darle un aval a esta política de desguace y privatización de la universidad pública.
El viernes, a las 17hs, convocamos a un plenario abierto de la UJS en la Facultad de Farmacia para preparar esta campaña.