La opinión de Cuartango: conflicto docente, educación y trabajo
En el marco de un conflicto laboral entre el estado y la comunidad educativa, que tiene en vilo a la sociedad, estimamos necesario repasar que el sistema educativo argentino originariamente se correspondía con los intereses de las clases dominantes y se estructuró en base a una escuela primaria direccionada a limitar la educación a leer y escribir, para generar individuos destinados a ser la mano de obra barata en el campo, en los frigoríficos y en los ferrocarriles etc., en el marco de un modelo económico agroexportador. Mientras con la enseñanza media, maestros, bachilleres y peritos mercantiles, cubrían los empleos públicos y las necesidades de las empresas privadas.
En ese esquema había muy poca cabida para la enseñanza técnica, ya que se estimaba capaz de generar una eclosión industrial capaz de quebrar el esquema económico impuesto. La universidad, destinada a la clase alta, debía de brindar los grandes burócratas: “los doctores, dirigentes de las empresas privadas y a la vez funcionarios políticos”
A partir del golpe de estado acaecido el 4 de junio de 1943, que puso fin a lo que Arturo Jauretche denominara acertadamente la “Década Infame” esta situación tendió a revertirse sustancialmente y los conceptos Educación y Trabajo se entrecruzan e interrelacionan desde los orígenes mismos del movimiento político surgido en esa época.
En esa dirección, en 1945 se creó la COMISIÓN NACIONAL DE APRENDIZAJE Y ORIENTACIÓN PROFESIONAL, que tenía por objetivo regular la formación de los jóvenes en las fábricas, y hacia 1948 mediante ley 13.229 se crea la UNIVERSIDAD OBRERA, que dependía de la Comisión referenciada y debía tender a generar profesionales de origen obrero, la que luego del golpe cívico militar de 1955 sería transformada en la U.T.N. en 1958 y alteradas sustantivamente sus características originarias.
Al inaugurar el ciclo lectivo 1951 Juan Perón dijo: “el día que llegué al poder me encontré con una patria que era injusta con sus hijos… empezando con sus mejores hijos que son los trabajadores. La patria que dejaremos a las nuevas generaciones, a los niños, a los jóvenes de hoy, es una patria justa, en cuyo seno no existe más que una sola clase de argentinos: la de los que trabajan, y no existe más que un solo privilegio: ¡el de los niños!”.
Un proyecto de país con desarrollo y justicia social requiere absolutamente del aporte de un sistema educativo que lo sustente.
Maestros bien formados y reconocidos dignamente en su profesión que enseñen a sus alumnos a aprender, a ser solidarios, a comprometerse con el bienestar y la justicia y a integrarse activamente en la construcción de la comunidad que garantice para todos el ejercicio de sus derechos, que el Estado Nacional, las provincias y los municipios asuman con firmeza y convicción sus responsabilidades indelegables, entre ellas, la educación popular de calidad y sin excluidos.
En síntesis, hablar de educación y trabajo, no es hacerlo desde las categorías intelectuales solamente. Implica una definición estratégica que señale el lugar que ocupará en la agenda política de la Argentina y la lucha para alcanzar el desarrollo con justicia social, ya que cuando se nace pobre, estudiar es el mayor acto de rebeldía contra el sistema, porque permite desarrollarse y plantear un futuro libres de la exclusión que genera la pobreza, en pos de un modelo de país superador.
EL RETROCESO NEOLIBERAL DE MACRI – VIDAL
La gestión Macri – Vidal y sus políticas neoliberales están provocando un retroceso en el ámbito educativo, mediante el incumplimiento deliberado de la normativa vigente, en particular de la ley de Educación Nacional. La desactivación del Consejo Federal de Educación tornándolo un órgano inoperante para el gobierno de la educación, de los planes y programas de inclusión vaciándolos de contenido y significación, además de su sostenido desfinanciamiento, la derogación por D.N.U. de la paritaria docente a nivel nacional incumpliendo la ley de financiamiento educativo, etc.
Resumiendo, al negar la responsabilidad principal e indelegable del Estado Nacional como garante del funcionamiento del Sistema Educativo con criterios de justicia social, auténtico federalismo y complementación con las jurisdicciones, se desconocen e incumplen las leyes educativas vigentes, exponiendo a la educación a un empobrecimiento de difícil retorno. Se apunta a un país de pocos, de ricos y de privilegios, sin industria nacional, con un mercado interno invadido de productos importados, con una progresiva flexibilización laboral, ¿para qué se necesita un proyecto educativo enraizado en el proyecto nacional del crecimiento con justicia y sin exclusión?
“Ni la inteligencia ni el saber pueden estar reservados a una sola clase social; el saber, la inteligencia y el cultivo de la cultura del hombre deben estar al alcance de todos (…) los más modestos como los más poderosos. ” (Juan Domingo Perón, 1947)