Crecen los casos de violencia obstétrica en el Hospital de Morón
Laura Cáceres denunció que los profesionales que participaron de su parto le provocaron a su beba, Alma, un “daño severo e irreversible en su cerebro”, producto de la asfixia a la que la sometieron al momento del nacimiento.
La situación en Morón respecto de las denuncias por violencia obstétrica es preocupante. Hay decenas de casos registrados en el centro de salud municipal de maltrato, destrato y negligencia a la hora del parto. En los últimos días tomó público conocimiento la historia de Laura Cáceres y su beba Alma, que se encuentra en coma y con un respirador artificial desde noviembre.
El parto de Cáceres estaba programado para las 8 de la mañana, pero las fuertes contracciones hicieron que acudiese al hospital dos horas antes. “Las parteras me dijeron que el turno era más tarde y me hicieron esperar. Les pedía por favor que me ayudaran y me dijeron que me aguantara, que no podían estar gastando guantes cada vez que me revisaban”, contó.
Alma se encuentra en coma y con respirador artificial. La asfixia le causó un daño severo e irreversible en su cerebro
Durante las 14 horas que duró el parto, Laura pidió auxilio a las partes, pero éstas no la asistieron. “Estaban con el celular, me gritaban que dejara de llorar, que les estaba rompiendo los oídos. En la historia clínica pusieron que me revisaron cada diez minutos y nunca lo hicieron. Echaron a mi marido porque si no, el médico no entraba a la sala”.
Entre lágrimas, en diálogo con Tiempo Argentino, Cáceres relató: “Comencé a pujar y mi hija quedó trabada. Empezaron a hacer toda clase de maniobras para sacarla pero no podían. Lo lograron quebrándole el hombro derecho y moviéndole la cabeza para todos lados. Salió asfixiada, la reanimaron y la entubaron”.
Desde el 3 de noviembre de 2017, Alma se encuentra en coma y con respirador artificial. La asfixia le causó un daño severo e irreversible en su cerebro. Meses después, Laura logró que la beba fuese trasladada al Hospital de Pediatría Sor María Ludovica, situado en La Plata, donde le realizaron una traqueotomía y le aplicaron un botón gástrico. Después volvió al centro de salud de Morón.
“Quiero que otorguen la internación domiciliaria para darle todo el amor y la contención que necesita”, aseveró Laura. Lamentablemente, en un acto que denota la falta absoluta de consideración, el municipio de Morón se negó a brindarle dicho servicio, al igual que el Ejecutivo bonaerense.
Cáceres radicó una denuncia en la UFI 2 de Morón por los hechos de violencia obstétrica y negligencia. Es uno de los tantos casas denunciados en el hospital municipal donde, paradójicamente, se implementó la Ley de 25.929 de Parto Humanizado.
