Nehuén Rodríguez y la justicia que no admite postergaciones
Se cumplieron tres años de la muerte del joven de 18 años que viajaba en su moto por el barrio porteño de Barracas y resultó víctima de un choque con un móvil de la entonces Policía Metropolitana. A poco tiempo de la fecha del juicio, familiares pidieron que se dejen de lado las postergaciones, dado que ya sucedió en dos oportunidades.
“Ahora estamos esperando que llegue el 20 de febrero de 2018. Ese día, a las 9.30 tiene que empezar el juicio en el Tribunal Oral Criminal Nº 7 y que esta vez, el juez Julio Báez no acepte nuevas dilaciones”, expresó su mamá, Roxana Cainzos.
En diálogo con Diario Popular, añadió que “el pasado 7 de junio fue la primera vez que se postergó, ya que Gendarmería Nacional no había enviado algunas pericias y luego, el 22 de agosto, se volvió a aplazar porque faltaban los resultados del entrecruzamiento de llamadas de los celulares. Solo excusas para seguir dilatando todo, pero nosotros no aflojamos, luchamos para que se haga justicia”.
«Esperamos que el juez Julio Báez no acepte nuevas dilaciones»
Respecto al accionar de la Justicia, Cainzos señaló que mientras se suspendió dos veces el juicio “tanto el acusado como su compañero -que increíblemente será testigo en el proceso-, continúan trabajando en la fuerza, como si nada hubiese ocurrido”.
El 15 de diciembre de 2014, Nehuén se dirigía a la sede social del Club Huracán para festejar el ascenso a la Primera División. Cuando transitaba en su moto por Brandsen y Carrillo, en Barracas, fue embestido por una Ford Ranger de la Metropolitana que circulaba a más de 100 kilómetros por hora, sin luces ni sirena encendida.
El móvil era conducido por el oficial Castagnasso, quien estaba acompañado por el agente Daniel Soria Barba. La causa avanzó y los investigadores decidieron que solo el primero quedase imputado por “homicidio culposo”, al considerar que se trató de un accidente.
“Presente”: el homenaje de Huracán
El club de Parque Patricios manifestó su apoyo a la causa y recordó a Nehuén a través de una bandera alusiva en pleno estadio Tomás Adolfo Ducó.