El próximo martes, la Casa Rosada dará un paso decisivo la dirección de modificar el sistema de salud público gratuito y universal. En la ciudad mendocina de Guaymallén, el ministro de Salud, Jorge Lemus, pondrá en marcha formalmente la prueba piloto del programa de Cobertura Universal de Salud (CUS) con la entrega de 120 mil credenciales a personas que, por trabajar en la informalidad o ser desocupadas, no tienen acceso a obras sociales sindicales o a la medicina prepaga, según adelanta en su portada el diario cooperativo Tiempo Argentino.
Según se explica, a partir de la implementación del nuevo sistema de salud pública, las prestaciones que brindarán los hospitales, en principio, sólo se ceñirán al Programa Médico Obligatorio (PMO): cualquier afección que requiera un tratamiento por fuera de esa cobertura básica tendrá que ser autorizado especialmente o se deberá pagar.
El cambio de paradigma impulsado por el macrismo cierra con la creación de la Agencia Nacional de Evaluación de Tecnología de la Salud (AGNET). El organismo –deberá ser creado por ley- está especialmente en la mira del sindicalismo ya que decidirá qué medicamentos y tratamientos serán parte del PMO y definirá la cobertura de los tratamientos de alta complejidad y costo.
El primer capítulo del programa es el CUS Remedios que ya está en funcionamiento y reemplaza al Plan Remediar. El reemplazo no significó sólo un cambio de denominación, sino también la cantidad de medicamentos para entregar de forma gratuita que disminuyó de 71 a 45.
Así, el macrismo viene a romper con el Sistema de Salud público, gratuito y universal ideado por Ramón Carrillo y ejecutado por el peronismo a partir de 1946.