La lista negra de Mauricio Macri
La nota principal de la revista de reciente aparición, Contraeditorial, hace un repaso de los medios de comunicación y periodistas críticos al Gobierno que fueron silenciados o acosados judicialmente en los últimos dos años.
La asunción al poder político de Mauricio Macri, el 10 de diciembre de 2015, significó un cambio rotundo en la forma de conducción que tuvo el país durante 12 años. La economía fue uno de los factores que se vio afectado por ello en el corto plazo. Cerca de cumplirse dos años de aquel momento, cabe señalar que la gran diferencia entre el gobierno anterior y el actual se sitúa en el acceso a la información.
La nota principal de la revista de análisis y debate político de reciente aparición, Contraeditorial, hace un minucioso repaso de los medios de comunicación y periodistas críticos de la gestión actual que “fueron silenciados o son blancos de acosos judiciales o financieros”.
“¿Dónde está Telesur? ¿Y la Radio de las Madres? ¿Y Radio América? ¿Por qué Tiempo Argentino hoy es un semanario? ¿Qué pasa en Radio del Plata? ¿Por qué 678 no está en ninguna pantalla? ¿Es verdad que amenazan con meter preso al editor de Página 12? ¿Seguirá saliendo a la calle después de octubre? ¿Y cuál es la razón para que el Buenos Aires Herald, que sobrevivió a decenas de gobiernos, haya cerrado ahora? ¿Alguien sabe qué motivó la salida de Pedro Brieger del sistema de medios públicos? ¿Y la revista Veintitrés? ¿E Infonews? ¿E Infojus? ¿Y el viejo Duro de Domar? ¿Y Navarro, qué pasó con Navarro?”, comienza la nota firmada por Cynthia Ottaviano y Roberto Caballero.
En ese sentido, ambos periodistas esbozan un interesante análisis de lo que sucede cuando un medio de comunicación popular deja de cumplir su función: comunicar. “Las audiencias afectadas por este velo informativo hoy resisten como pueden. Deambulan de una punta a la otra del dial, de una nota en un diario al posteo en Facebook, de un canal al siguiente y al otro, sin hallarse del todo en ningún momento”.
La medida sirvió como puntapié para llevar a cabo el apagón informativo fue la vulneración de la tan celebrada como bastardeada Ley de Medios. “Si la Ley de Medios intentó adecuar a los grupos oligopólicos, su vulneración a través de un decreto presidencial en diciembre del 2015 produjo el efecto contrario”.
Asimismo, los autores señalan que los despidos en prensa, la persecución ideológica, la precarización laboral, las bajas salariales y las audiencias huérfanas “son reflejo de una política”. Y concluyen: “Así como el modelo neoliberal no cierra con todos adentro, tampoco cierra con todos hablando en libertad”.