
El instituto Independencia denuncia fraude electoral en la provincia
Hemos realizado un exhaustivo análisis respecto de la “sospechosa” acción en la carga de datos por parte del Ministerio del Interior, detectamos algo más que el retraso en la misma. A continuación detallamos:
1.-El porcentaje de votos «ni-ni» (votos que no fueron ni para Cristina ni para Bullrich) se mantuvo constante durante todo el escrutinio. Visto de otro modo: desde el principio del escrutinio hasta que decidieron congelar los datos cuando Cristina lo estaba por pasar a Bullrich, la suma de los dos candidatos siempre fue de 68,35% ± 0,1%. Esto se ve en el espejo que forman las curvas de Bullrich y Cristina.
2.-Tomando cualquier mesa, independientemente de la sección electoral, del departamento, del barrio, de la escuela, y siempre tendría un 31,65% de votos «ni-ni». Entonces uno va a La Matanza (favorable a Cristina) y el 31,65% vota «ni-ni». Después va a San Isidro (favorable a Cambiemos) y el 31,65% vota «ni-ni». Y al final uno se cruza a Tigre (favorable a Massa) y el 31,65% vota ni-ni.
Ante esto que puede observarse claramente en la curva que ilustra el informe, surgen tres conclusiones:
1) La polarización juega siempre dentro de un mismo porcentaje bien preciso -68,35% en este caso- debido a alguna extraña razón de votos «ni-ni» convencidos y homogeneizados en todo el territorio bonaerense
2) Intuimos por consiguiente que desde el principio ya tenían los resultados puestos, sumaron ambos porcentajes y la carga estuvo siempre sesgada manteniendo esta suma constante, lo cual requiere alguna sofisticación informática y matemática mucho mayor que la del arbitrio en el orden de las mesas escrutadas
3)No solo hay manipulación en la carga de datos sino también en los propios datos.





