Ignacio Campos: Los sindicalistas de Cristina
Hay frases que parecían verdades absolutas, pero que el tiempo fue demostrando que no son tales. “Los trabajadores son la columna vertebral del peronismo” es una de ellas.
Si bien parece haber sido así a lo largo de la historia política, en los últimos veinte años, hemos observado, no sin cierto estupor, cómo, muchos de estos dirigentes sindicales fueron trocando en poderoso empresarios de los más variados rubros, casi todos, acaudalados terratenientes, dueños de empresas de transporte, criadores de petisos de polo y hasta coleccionistas de obras de arte; pero este crecimiento patrimonial fue acompañado por un distanciamiento, cuando no divorcio, de los intereses que debieran representar.
Los hay camaleónicos varios, que cuentan con la suerte de ser siempre oficialistas, sin distinción del color político en relación al gobierno de turno. Esto les permite “surfear” en la cresta de la ola sin demasiadas dificultades, aún cuando sus representados deban resignar gran parte de sus salarios en pos del beneficio ajeno.
Esto les permite “surfear” en la cresta de la ola sin demasiadas dificultades, aún cuando sus representados deban resignar gran parte de sus salarios en pos del beneficio ajeno.
Más aún, no sólo han respondido a esas conductas, sino que, en la medida en que crecía su patrimonio, vimos también cómo se fueron alejando de la estructura formal de peronismo para integrarse, sin vergüenza alguna, a las más variadas expresiones políticas de los distintos espacios de la derecha.
Ahora bien, no todo es lo mismo en materia de dirigencia sindical, puesto que están aquellos que han sabido, a fuerza de militancia y resistencia gremial, sostener los principios de lucha que los llevaron a ocupar cada espacio. Y consecuente con su prédica, Cristina decidió destacar a estos sindicalistas que no han claudicado, llevándolos en lugares sobresalientes de la lista de candidatos que ella encabeza.
Cristina decidió destacar a estos sindicalistas que no han claudicado, llevándolos en lugares sobresalientes de la lista de candidatos que ella encabeza
Dentro de quienes representan el valor de la militancia acompañando la inclaudicable tarea gremial se encuentran: Hugo Yasky, docente, integrante y conductor de la CTA, de intachable trayectoria y quien siempre supo oponerse a las políticas de entrega de los derechos de sus representados; Vanesa Siley, joven Secretaria general del Sindicato de judiciales de CABA, quien resistió los embates de un “gordo” xenófobo y acomodaticio como lo es el actual Secretario general del gremio a nivel nacional, Julio Piumato; Walter Correa, Secretario general del gremio de Curtidores (uno de los sectores más castigados por las políticas aperturistas del macrismo) quien supo ponerse al frente de la lucha que se generó en cada planta procesadora de cueros y salió a denunciar las políticas de miseria de Macri; Hernán Escudero, un joven con dilatada militancia gremial en SADOP quien actualmente ostenta el cargo de Secretario de Organización; Carlos Ortega, Secretario general de SECASFPI, gremio de los trabajadores de Anses.
Menos Yasky, el resto de los representantes gremiales de la lista de Cristina, suscribe a la Corriente Federal de los Trabajadores y habría que preguntarse entonces, ¿cuál es el tipo de dirigente que está en sintonía con CFK?. Y la respuesta sería: claramente aquellos que siguen en pie de lucha cada vez que los puestos de trabajo o los salarios de sus representados corre peligro.
Evidentemente éste es el sindicalismo que todos los trabajadores quieren dentro del espacio que los represente: un sindicalismo que esté a la altura de ellos y no por sobre ellos, un sindicalismo alineado con los trabajadores y que, decididamente, vuelvan a formar parte de la columna vertebral.