México: El duro secuestro de una periodista chilena

La periodista chilena Mónica Gonzáles fue secuestrada por el grupo Los Zetas. El estado Mexicano se mantuvo al margen de la situación a pesar del pedido de los familiares.
Por Alejandro C. Tarruella
“Fui secuestrada el 19 de julio en México con mi nieta”, reveló la reconocida periodista y escritora chilena, Mónica González luego vivir un drama personal. «Fue una pesadilla», agregó directora de Ciper, y especificó que el hecho fue perpetrado por el cartel de Los Zetas, un desprendimiento del Ejército mexicano que cuanta sin duda con silencios en el Estado.
González contó que “las primeras dos semanas fueron de vacaciones, largamente planificadas con una de mis nietas que vive en Francia. Pero las últimas dos fueron obligadas. Ello, porque estando en México, específicamente en San Cristóbal de las Casas, el martes 19 de julio fui secuestrada con mi nieta, en un hotel cinco estrellas, de la manera más violenta, y lo que viví a partir de ese momento fue una pesadilla”.
“Las primeras dos semanas fueron de vacaciones, largamente planificadas con una de mis nietas que vive en Francia. Pero las últimas dos fueron obligadas. Ello, porque estando en México, específicamente en San Cristóbal de las Casas, el martes 19 de julio fui secuestrada con mi nieta»
Estaba residiendo en un hotel de categoría en donde tuvo una sospecha a poco de llegar. El recepcionista la recibió ofreciéndole “otra habitación mucho más linda” que la pactada en un principio. Tenía una particularidad, estaba mucho más aislada que la anterior y aparentemente, indicaría la posible complicidad de los propietarios del hotel. México tiene hoy ese drama, la complicidad del estado y parte del empresariado en la trama delictiva que la azota. Poco después, la llamaban telefónicamente y un desconocido le informó que en la zona había un operativo de fuerzas de seguridad en desarrollo.
González trató de saber quién era su interlocutor y en ese momento, con expresiones groseras, el hombre se identificó y reveló que la periodista estaba “en manos de Los Zetas”, que es como estar en una suerte de limbo porque es el Estado mexicano el que encubre con la desprotección con que somete a las personas, a esos grupos organizados de delincuentes. Curiosamente, los grupos son por lo general desprendimientos de instituciones oficiales.
Mónica González relató su angustiosa vivencia: «A partir de ese momento, ese hombre me ordenó entregarle dinero a un hombre que me mandan», continuó en su relato, y señaló que le fue entregado un celular, con el cual mantuvo la comunicación con sus secuestradores. Lo que siguió fue una pesadilla. Durante toda la noche fue amenazada una y otra vez. Recién a la mañana siguiente, los secuestradores que actuaban sin ningún tipo de reparos ni precauciones, le dieron orden de cambiar de hotel, indicándole que allí había una reserva a su nombre. Su prisión en ese lugar se mantuvo por dos días; estaba incomunicada y bajo amenazas que se repetían para impedirle pensar y actuar.
El Estado ausente
El drama continuó durante horas. Mónica González reseñó que los integrantes de la banda de Los Zetas hicieron un llamado a su familia en Francia para exigir “un rescate millonario”. La familia se comunicó de inmediato con el Ministerio de Relaciones Exteriores de México. A todo esto, González había decidido partir del hotel bajo su responsabilidad “a lo que sea, tomo a mi nieta y le digo nos dejaron salir”. Se supone que el rescate fue pagado por la familia desde Francia lo que indica además, que los delincuentes apañados oficialmente cuentan con recursos bancarios para operar en todo el mundo. Seguramente el presidente mexicano, que estuvo recientemente en Argentina, eludirá la responsabilidad que le cabe por la inoperancia cómplice que se registra en estos casos. El Estado estuvo ausente una vez más.
La periodista chilena regresó al hotel en el que fue secuestrada, que aparentemente no habían tomado nota de lo sucedido posiblemente porque actúan en connivencia con los delincuentes. La policía tardó una hora en llegar para conducirla hasta el aeropuerto donde la esperaban los embajadores de Chile en México, Ricardo Núñez y de Francia,Maryse Bossière. “Ahí me doy cuenta que estoy a salvo”, relató luego a sus colegas. Ricardo Nuñez es un integrante del partido Socialista de destacada trayectoria en su país.
La directora del Centro de Investigación e Información Periodística (Ciper) y Premio Nacional de Periodismo 2015 revelaría a la televisión: “Mis primeras dos semanas fueron de vacaciones, largamente planificadas con una de mis nietas que vive en Francia. Pero las últimas dos fueron obligadas”, dijo. Mónica González es autora de libros de sobre los crímenes de la dictadura de Augusto Pinochet. Estuvo presa entre 1984 y 1985. Nacida en 1949, vivió cuatro años exiliada tras el golpe militar de 1973. En 1978 regresó a Chile e investigó la violación de los derechos humanos y negocios financieros del General Pinochet y su familia. Se conocieron sus trabajos en las revistas “Cauce” y “Análisis” y fue corresponsal de “Clarín” de Buenos Aires. En 2010 recibió el Premio Mundial de Libertad de Prensa de la UNESCO. Su libro “Apuntes de una época feroz” se conoció en 2015, y fue reconocido como una muestra más de talento y compromiso.





