Las verdades sobre el plan «Mi Primer Empleo» de Macri
El Presidente anunció él envió de una normativa para generar empleo, pero en realidad el proyecto puede acabar por aumentar los despidos masivos. Más dudas que certezas en un nuevo anuncio sin anunciar nada.
Este lunes, el presidente Mauricio Macri anunció él envió de la Ley de Primer Empleo al Congreso de la Nación. De esta manera, según explicó el mandatario, busca impulsar el desarrollo laboral en los jóvenes de entre 18 y 24 años, además de intentar un contraataque al reclamo del Frente para la Victoria que lucha por el cese de los despidos masivos y la doble indemnización para los más de 100 mil trabajadores despedidos por la gestión de Cambiemos sin ninguna justificación.
El proyecto del Poder Ejecutivo intenta tapar el sol con la mano y en realidad es un arma de doble filo para generar mayor desocupación.
En la presentación, el líder de la restauración neoliberal señaló que la normativa busca generar “trabajo de calidad” para jóvenes de 18 a 24 años y en las 10 provincias que forman parte del Plan Belgrano, no tiene límite de edad. “Queremos que tengan facilitado su acceso al mercado”, sostuvo Macri y agregó que “hay muchos jóvenes con mucho para aportarle a la Argentina”.
Como si se tratara de la oferta de un Supermercado, el Presidente calificó la decisión como una “oportunidad”. Las empresas que ingresen a la normativa –aunque no están obligadas a realizarlo- recibirán “exenciones y subsidios”.
El proyecto del proceso neoliberal esconde varios puntos flojos y acaba por ser un mero anuncio sin anunciar nada. Es decir, Macri informó que enviará la normativa, pero no dio detalles de la misma y tampoco informó la obligatoriedad que tendrán los empresarios por tomar mano de obra no calificada.
Además, según empresarios le confiaron a InfoBaires24, supuestamente el macrismo busca una oferta de trabajo calificado para mano de obra no especializada. Algo que catalogaron como “una grave falla” y desconocimiento de los procesos productivos de las PyMes y la industria en general que sería contraproducente para la industrialización de la Argentina.
Distintos países europeos han impulsado normas similares ante la crisis del capitalismo mundial, como un intento de escapar al ajuste pero las medidas fueron ampliamente criticadas por los jóvenes que serían los beneficiados por la decisión. En Francia, en el año 2006, el entonces presidente Jacques Chirac intentó implementar el Contrato de Primer Empleo pero la iniciativa fue en vano.
Miles de jóvenes, estudiantes y sindicatos, expresaron el repudio a la medida y debieron revocarla.
El gobierno francés había ideado un proyecto similar al que impulsa el macrismo, un contrato laboral sin límite de duración para menores de 26 años –aquí contempla hasta los 24- y que no establecía ninguna traba a los despidos, pero sí subsidiaba y eximia de cargas impositivas a las empresas con más de 20 empleados. Es decir, bajo la normativa se podía contratar a un joven por tiempo indeterminado, despedir a un experimentado trabajador o al mismo joven sin pagar indemnización e igualmente percibir dinero del sector público en las arca privadas.
Chirach, netamente conservador, no alcanzó a mantener la normativa ni tres meses, ya que las constantes movilizaciones de medio millar de personas en cada oportunidad, obligaron a modificarla por una serie de mecanismos para aumentar la oferta laboral y respetar los derechos de los trabajadores.
El punto clave se dio el 4 de abril de 2006 cuando 3 millones de franceses se movilizaron contra la Ley aprobada dos semanas antes y que fue sustituida seis días después.
La normativa que en nuestro país impulsa Cambiemos no contempla el cese de los despidos masivos que ya cobraron más de 100 mil puestos de trabajo en todo el país. Además, a diferencia de lo que esgrimió Mauricio Macri en su discurso, es una puerta de ingreso para la precariedad laboral. El anuncio del líder neoliberal se cae por sí solo, y detrás de su implementación o no, se esconde la desocupación.