Paul Singer disciplinó a su tropa y se consumó la entrega del país
La Cámara de Diputados aprobó el proyecto que deroga las leyes Cerrojo y de Pago Soberano y de autorización de endeudamiento del Estado. Ahora, la esperanza de soberanía radica en el Senado.
“Si malo es el gringo que nos compra, peor es el criollo que nos vende”. Una de las frases destacadas del pensador nacional Arturo Jauretche resume lo ocurrido en una maratónica sesión en la Cámara de Diputados que derivó en la media sanción para entregar el país a los intereses de los grupos concentrados de poder y pilares del capitalismo brutal de Estados Unidos.
Un total de 165 diputados electos por el pueblo argentino votaron a favor de llevar al endeudamiento a la sociedad y de que un juez de New York se imponga a la legislación nacional.
La soberanía económica y política vivió una de las peores jornadas en la historia argentina. Los legisladores aliados a Mauricio Macri aprobaron la derogación de las leyes de Cerrojo y de Pago Soberano, tal como impulsaron los Buitres. Además, aprobaron el megaendeudamiento que ideo Alfonso Prat Gay con un límite de 12.500 millones de dólares. Es decir, los diputados aprobaron endeudarse para pagar más deuda.
Asimismo, se estableció que sólo se pagará cualquier acuerdo cuando haya sentencia firme de la Justicia de los Estados Unidos.
Entre los 165 alumnos del Buitre Paul Singer que respondieron a raja tabla a los pedidos del especulador, se encontró la bancada política de la nueva alianza neoliberal Cambiemos. Además, en contra de la posición del bloque y de la voluntad popular que los ubicó en una banca de Diputados, seis legisladores del Frente para la Victoria se sumaron a la traición al pueblo argentino.
El ex gobernador de Misiones, Maurice Closs, Jorge Franco, Silvia Risko, la tucumana Miriam Gallardo, el cordobés Ramón Bernabey y la sanjuanina Graciela Casellas, decidieron ser serviles al proceso de endeudamiento que pretende el hijo de Franco Macri.
Por su parte, y tal como habían adelantado, el resto de la banca de diputados del Frente para la Victoria defendió la soberanía económica, la independencia política y enfrentó la injerencia judicial norteamericana sobre la legislación argentina, con el voto negativo a la propuesta.
Distinta fue la reacción de los massistas Facundo Moyano, Felipe Solá y Héctor Daer. Los legisladores del Frente Renovador, uno de los pilares del macrismo en el Congreso, se ausentaron a la sesión de más de 20 horas. El hijo del sindicalista, que al momento de aprobarse las Leyes se expresó negativamente, no se presentó a apoyar al Presidente, según dicen, por pedido de su padre.
Solá, quien en la segunda vuelta electoral expresó su apoyo a Daniel Scioli y sostuvo que su límite es Macri, no se presentó y utilizó la “ausencia” como respaldo político para no fallarle a su jefe, Sergio Massa.
Un total de 165 diputados argentinos votaron en contra del país, el endeudamiento recibió media sanción y ahora la esperanza del pueblo radica en el Senado de la Nación.