Carta a Vidal: «No condenes a nuestras familias a la miseria»
La secretaria adjunta de SOEME, Susana Mariño, le envió una emotiva carta a la gobernadora. Horas más tarde fue reprimida.
En las últimas horas, trascendió la carta que le envió Susana Mariño, secretaria adjunta del Sindicato de Obreros y Empleados de la Minoridad y la Educación, a la gobernadora de la provincia de Buenos Aires, María Eugenia Vidal. En el texto, la gremialista abogaba por la comprensión de la mandataria y reclamaba el apoyo salarial para con el sindicato que en su mayoría está compuesto por mujeres.
No obstante, no sólo no hubo respuesta de Vidal, sino que horas más tardes ordenó reprimir el reclamo de las trabajadoras.
A continuación la misiva:
“María Eugenia: No condenes a nuestras familias a la miseria”
Casi todas las trabajadoras que formamos parte del SOEME somos madres o abuelas. En lo que se refiere a la comunidad educativa, las mujeres somos amplia mayoría.
A diferencia de lo que ocurre con otras actividades, quienes trabajamos como porteras y cocineras, en muchos casos, somos el único sostén de nuestros hogares. De nuestro propio esfuerzo, depende que nuestros hijos tengan un techo, puedan vestirse, alimentarse y hasta educarse. Eso no es todo: muchas de nosotras también tenemos la enorme responsabilidad de darle de comer diariamente a miles y miles de chicos de familias humildes que, seguramente, reciben de parte nuestra el único plato de comida en el día.
Ante este angustiante presente, las trabajadoras merecemos respuestas. ¿por qué se nos está discriminando con los salarios?, ¿por qué se nos trata como trabajadoras de segunda categoría?, ¿por qué se nos denigra como seres humanos al querer darnos un aumento que no llega a la mitad de los que recibieron los docentes y ni siquiera alcanza para comprar dos litros de leche por día?
María Eugenia, hemos podido ver que, al igual que nosotras, sos una madre que se preocupa por su familia y que hasta va al supermercado los fines de semana. Por eso, seguramente sabés lo difícil que se hace poder comprar los alimentos esenciales. La realidad es que, cada minuto que pasa, la inflación nos hace más pobres.
Muchas de nosotras te votamos, creímos en vos y aún tenemos esperanza de que las cosas puedan cambiar. Pero no podemos aceptar que se nos quiera dar un aumento miserable de 30 pesos por día. Por eso, aunque sabemos que vos no sos la culpable de la inflación y de la crisis, es tu gobierno el que nos tiene que dar alguna solución. Eso sí, estamos dispuestas a seguir luchando por nuestras familias, pese a quien le pese. Si vos estuvieses en nuestro lugar, ante el riesgo de que tu familia pase hambre, seguramente harías lo mismo.
Ojalá, en la intimidad de tu hogar, junto a tu esposo Ramiro y a tus hijos María José, Pedro y Camila, puedas dedicarle algunos minutos de tu tiempo a reflexionar sobre lo que está ocurriendo.
Creemos que, con un poco de voluntad política, este conflicto tan doloroso que estamos atravesando podría solucionarse.
Susana Mariño, secretaria adjunta del SOEME