Se denunció penalmente a la Gendarmería por los heridos en la Villa 1-11-14
La Procuraduría de Violencia Institucional denunció penalmente el accionar de efectivos de Gendarmería Nacional por los hechos ocurridos el viernes pasado en los que un grupo de vecinos de la Villa 1-11-14 del Bajo Flores porteño resultó herido en el marco de un supuesto operativo de la fuerza.
Mientras el director de la murga a la que pertenecían los lesionados y un abogado dijeron que los efectivos «estaban como locos» y atacaron «sin contemplaciones», el gobierno nacional se comprometió a investigar lo sucedido y toda la información la remitirá a la Justicia.
A través de su página web, la Procuración indicó que el fiscal de la Procuvin, Miguel Angel Palazzini, radicó una denuncia penal ante el juez de Instrucción 22 porteño Guillermo Rongo en base al «testimonio coincidente de las víctimas, especialmente en lo referido a la violencia ejercida por los miembros de esa fuerza de seguridad y a que ninguno de los vecinos se encontraba armado o habría ofrecido resistencia alguna».
Según el informe judicial, una de las víctimas declaró que «un grupo de vecinos se encontraba el viernes por la noche ensayando con la murga del barrio en el cruce de las calles Charrúa y Varela cuando un patrullero con efectivos de la Gendarmería avanzó en esa dirección».
solicitaron la investigación de la cadena de mandos de la fuerza en el marco del operativo de Cinturón Sur, delimitar las funciones de cada uno de ellos
«De acuerdo al relato, quien conducía el vehículo se negó a detener su corrido, embistiendo así a una mujer. Posteriormente, un grupo de efectivos descendió del móvil y comenzó a agredir a los vecinos que se encontraban en el lugar», señaló la Procuración.
En ese sentido, el declarante contó que los gendarmes «comenzaron a disparar a todas partes, contra la murga en particular, contra los chicos y mujeres que se quedaron en la calle».
El informe añadió que, además, «uno de los testigos aportó a la Procuraduría seis cartuchos de color verde, tres casquillos dorados (presumiblemente de pistola 9 mm) y 25 postas de goma que dijo haber recogido de la calle una vez finalizada la agresión».
En base a estos testimoniales es que la Procuvin sostuvo que debe analizarse, eventualmente, la posible responsabilidad de funcionarios jerárquicos de Gendarmería Nacional, por lo que solicitaron «la investigación de la cadena de mandos de la fuerza en el marco del operativo de Cinturón Sur, delimitar las funciones de cada uno de ellos».
Por su parte, el jefe de Gabinete, Marcos Peña, dijo durante una conferencia de prensa que al gobierno le «preocupa» la información sobre la supuesta represión de la Gendarmería y señaló que está «colaborando con la justicia», al tiempo que precisó que en «la investigación judicial está ese hecho y también el caso de dos gendarmes que fueron heridos de bala en el mismo operativo».
Al respecto, el Ministerio de Seguridad de la Nación informó a través de un comunicado que «se tomó la determinación de enviar una comitiva de la Subsecretaría de Participación Ciudadana con la finalidad de recoger información y testimonios y, de esta manera, evaluar eficientemente lo acontecido en el lugar».
el fiscal de la Procuvin, Miguel Angel Palazzini, radicó una denuncia penal ante el juez de Instrucción 22 porteño Guillermo Rongo
En tanto, el director de la murga «Los Auténticos Reyes del Ritmo», Gustavo González, aseguró que los efectivos «estaban como locos», que a su hijo de 14 años lo hirieron con perdigones de plomo y se desvinculó del episodio en el que dos efectivos de esa fuerza terminaron baleados.
«En ningún momento les tiramos piedras, ni somos narcos como dijeron. No vamos a hacer algo malo para que lastimen a nuestros chicos», dijo González al canal C5N.
Respecto del hecho, González explicó que todo comenzó cuando un centenar de integrantes de la murga ensayaba sobre la calle Bonorino y un móvil de Gendarmería, con una grúa remolcadora, llegó para retirar un auto robado que había sido abandonado a pocos metros.
«Cuando veo llegar a un móvil de gendarmes y atrás a una grúa que levanta los autos, me arrimo a ellos. Bajaron dos gendarmes, dialogamos bien, pero el que estaba manejando seguía avanzando y me toca a dos integrantes de la murga», relató el murguero.
González contó que cuando el patrullero y la grúa llegaron al lugar, de éste último vehículo bajaron dos gendarmes y uno de ellos dijo a los murgueros: «¿Qué pasa acá? ¿Son todos guapos?».
«Yo como director me arrimo al gendarme y le digo: ‘Señor, ¿qué está por hacer? Fíjese qué está por hacer, que tengo muchas criaturas», contó.
El denunciante explicó que no terminó de decir esa frase y el gendarme lo empujó y lo hizo caer y cuando su hijo de 14 años se acercó a ayudarlo, vio que otro gendarme le estaba apuntando a él y lo corrió de un empujón, destacó Télam.
«Cuando me corre, le dan a mi hijo un impacto de bala, de perdigones de plomo, en la pierna, que era para mí. Después, me siguen tirando. El gendarme estaba loco tirándome. Me buscaba y me tiraba, no tiene palabras lo que hicieron», dijo González.
Mientras que el abogado Alberto Mingrone, representante de las víctimas, dijo que los efectivos le «tiraron a la gente sin contemplaciones» y confirmó que un niño recibió una bala de plomo.
Por su parte, los voceros oficiales sostuvieron que los gendarmes fueron atacados y que a raíz de ellos resultaron heridos de bala el cabo Gabriel Isac Baspineiro (27) y el sargento Ezequiel Cardozo (27), quienes permanecían hoy internados en el Hospital Churruca.