Macri mandó exorcizar la Casa Rosada y Olivos
Mauricio Macri vuelve a mostrar su fascinación por el esoterismo. Esta vez, el presidente decidió realizar «tres limpiezas energéticas» en su despacho en Casa Rosada y otras tantas en la quinta de Olivos.
Durante la campaña presidencial, Mauricio Macri había reconocido su visita a una bruja para ser «limpiado»: «Un colaborador me propuso por qué no incorporaba una armonizadora budista y la verdad que me hizo mucho bien, me ayudó a conocerme a mí mismo más, a liberar energías» había explicado.
Luego se supo que el «colaborador» era en realidad su publicista de cabecera, el ecuatoriano Jaime Durán Barba, quien incluso le había recomendado a la persona ideal: una vidente y chamán, también ecuatoriana, llamada Shirley Barahona.
El encuentro se dio tras los resultados de Santa Fé y la segunda vuelta en Capital, que habían hecho tambalear la candidatura presidencial del jefe de Gobierno porteño. Desde entonces, Durán Barba sostenía al interior del comando de campaña que a Macri le habían «hecho un trabajo»; no encontraron otra hipótesis válida para explicar los malos resultados en territorio amigo.
Hasta el día de hoy, Macri visita a Shirley una vez por semana para meditar.
La primera visita de Macri a una guía espiritual fue luego de la derrota en Santa Fé y la mala performance en CABA
Desde que asumió la presidencia, el nuevo primer mandatario volvió a mostrar su lado místico. Según consigna Clarín, Macri sufrió un gran «malestar» los primeros días en su nuevo despacho. Primero, porque le disgustaba la decoración: el presidente decidió cambiar los cuadros de los próceres por obras de arte tradicionales. Al parecer, la imagen de José de San Martín, Manuel Belgrano, Mariano Moreno y Manuel Dorrego le producían incomodidad.
Por otro lado, Macri asegura haber tenido «un dolor de cabeza insoportable» desde su llegada. Al ver que «ningún analgésico le hacía efecto», el presidente optó por recurrir a un guía que limpie la oficina de las «malas energías».
Clarín dice que «nadie pudo confirmar» si la encargada fue su guía budista de cabecera, pero sí que efectivamente se realizaron tres “limpiezas energéticas”.
Lo mismo ocurrió en la Residencia de Olivos, donde se aceleran las lujosas reformas para que, junto a Juliana Awada y su hija Antonia se vayan a vivir entre febrero y marzo.
Macri realizó tres limpiezas energéticas en Casa Rosada y otras en Olivos, donde se mudará entre febrero y marzo
Las fuentes se habrían negado a revelar qué tipo de procedimientos se realizaron para la “limpieza”, pero sí habrían adelantado que “fueron distintas técnicas”, algunas ligadas a la religión y otras no.
Sin embargo, más allá de su obsesión por el misticismo, el presidente podría considerar la posibilidad de que el dolor de cabeza se deba a las medidas equivocadas que ha tomado desde su asunción: la devaluación, que generó un aumento de precios que no puede controlar; la quita de subsidios, que anticipa una gran conflictividad social; el despido abrupto e injustificado de miles y miles de estatales, que causa constantes movilizaciones; sus errores de comunicación -felicitar la captura de los prófugos cuando aún había dos sueltos-, provocando la caída de su credibilidad; su viaje fallido a Davos, que no atrajo ninguna inversión; la quita de retenciones, que no logró que el agro liquide todo lo que había prometido.
Quizás los dolores sólo le estén recordando a Mauricio que no se puede gobernar para el pueblo -como prometió durante la campaña presidencial- y para las corporaciones -como le aseguró a sus socios en reuniones privadas-. Su ambigüedad, inclinada finalmente por el segundo grupo, no está pasando desapercibida.