El Gobierno redujo el presupuesto y enviará menos alimentos a las bases de la Antártida
A pocos días de lanzarse la estratégica Campaña Antártica de Verano 2016/2017 (CAV), el gobierno Nacional, anunció que invertirá 35 millones de pesos menos respecto al presupuesto del año pasado en comida para abastecer las 6 bases permanentes y las 7 bases de verano que el Estado nacional mantiene en el Continente Blanco, en un contexto donde la moneda nacional se devaluó un 40% y casi se cuadriplicó el precio de los alimentos desde diciembre pasado. Además, desde el Ministerio de Defensa aseguraron que para este año la partida total para abastecer las bases antárticas argentinas será de 20 millones de dólares, 5 millones de dólares menos que los invertidos en la última CAV.
Quizás la improvisación, o la falta de una política estratégica que continúe garantizando el mantenimiento de las bases argentinas en la Antártida con el fin de potenciar la soberanía nacional en esa destacada geografía (recordemos que el Tratado Antártico actual vence en el año 2041, y sólo una consistente presencia garantizará la permanencia y defensa de los recursos naturales para nuestro Estado), y el ajuste, hacen peligrar el comienzo de la Campaña Antártica de Verano 2016/2017 para la cual, el ministro de Defensa Julio Martínez, confirmó que se recortará en total 5 millones de dólares, respecto al presupuesto con que contó el año pasado; 35 millones de pesos de los cuales, ya no se invertirán en comida para los 250 militares y científicos argentinos que pasan el año entero en las seis bases permanentes y los casi 150 más que revisten en las siete bases de verano.
El gobierno Nacional redujo en 5 millones de dólares el presupuesto para la Campaña Antártica de Verano; de los cuales, presupuestó 35 de millones de pesos menos para abastecer de comida a las bases argentinas allí presentes
Desde el Ejecutivo nacional atribuyeron el ajuste que hace peligrar el inicio de la actual Campaña Antártica, a «la inconsistencia de los gastos en alimentos realizados por la gestión anterior», según palabras del responsable de organizar la CAV, el secretario de Logística del Ministerio de Defensa, el radical Walter Ceballos, quien hasta el momento no brindó más explicaciones.
En esta línea, además, el ministro de Defensa, el radical Julio Martínez confirmó días pasados al matutino «La Nación», que existe en caso de no poder garantizar la Campaña Antártica un «Plan B», consistente en «firmar un contrato con un Estado extranjero», sin especificar cual, o un «Plan C», que sería llevarla a cabo con «medios propios» , sin alquilar ningún buque polar -muy necesario para las operaciones en dicho continente de hielo y como se viene haciendo en los últimos años con el buque polar ruso Vasily Golovnin-, lo que supondría o la extranjerización de los recursos para abastecer nuestras bases allí -en el primer caso-, o la inseguridad de que pueda completarse con éxito esta necesaria Campaña.
Otro dato que inquieta, y que enciende alarmas a la centenaria trayectoria nacional de potenciar y garantizar la presencia en los 1.406 millones de kilómetros de superficie con los que cuenta la Antártida Argentina, es que el Rompehielos «ARA Almirante Irizar», ya se encontraría en condiciones de estar operativo para este tipo de campañas, tras el incendio sufrido a bordo y su posterior reconstrucción y modernización realizada desde el año 2010 en el Astillero Tandanor, perteneciente al Complejo Industrial Naval Argentino (CINAR), y desde el Ejecutivo nacional no lo habilitan por negarse a dragar el astillero para que pueda acceder al mar.
La reconstrucción del Rompehielos Almirante Irizar, marcó un hito en la historia de la industria naval argentina, ya que por primera vez se realizó un trabajo complejo y de alta tecnología en nuestro país y en toda Latinoamérica.
