Juan Carlos Romero López: «¿Podrá Cuba seguir Resistiendo con aguante?»
Los argentinos de bien estamos desolados. Luego de doce años de continua recuperación de derechos, de crecimiento general de la calidad de vida de la mayoría de la población, nos vemos ahora retrocediendo día a día y salvajemente de la mano de una corporación que se ha hecho del poder a través de elecciones. Una gran maquinaria publicitaria ha logrado persuadir que los lobos son corderos, o al menos hasta que los colmillos pinchen a los globos.
Bajo este contexto de desazón, de aturdimiento es lógico preguntarse si este proceso de repliegue o franco retroceso es aplicable a todos los países de la Patria Grande, dónde Venezuela, Bolivia y Brasil se encuentra bajo fuego mediático y operaciones de desestabilización constante.
Bajo este contexto de desazón, de aturdimiento es lógico preguntarse si este proceso de repliegue o franco retroceso es aplicable a todos los países de la Patria Grande
Pero que pasa con Cuba? Podrá resistir y aguantar la previsible invasión capitalista y mediática que podría sobrevenir con la normalización de relaciones con los Estados Unidos?
Una visión personal
Acabo de regresar de La Habana representando a Facepopular, dónde lanzamos junto a otros colegas del mundo la Federación Internacional de Prensa de los Pueblos, oportunidad en que pudimos apreciar de primera mano cómo vive Cuba la nueva relación con su vecino imperial.
Para comenzar es preciso aclarar que no ha sido Cuba la parte que se ha cerrado a mantener vínculos normales ( si es que se puede) con los Estados Unidos, sin por el contrario han sido los Estados Unidos los que no han cesado en sus esfuerzos constantes de desestabilizar o ahogar económica y financieramente a la Revolución Cubana. Este bloqueo inhumano, hóstil y persistente lleva varias décadas y sucesivos gobiernos yankees, tanto demócratas cómo republicanos.
Del lado cubano, en especial del líder cubano Fidel Castro, siempre ha existido la voluntad de dialogar e incluso avanzar hacia una relación más civilizada con los Estados Unidos. Meses antes de ser asesinado John Kennedy había iniciado contactos secretos para restablecer relaciones con la isla de acuerdo a un memorandum de William Atwood funcionario norteamericano en la ONU.
Del lado cubano, en especial del líder cubano Fidel Castro, siempre ha existido la voluntad de dialogar e incluso avanzar hacia una relación más civilizada con los Estados Unidos
Otro documento público, responsabilidad de un alto funcionario llamado Gordon Chase contiene el siguiente párrafo:
“Nuestra postura, por no decir nuestras palabras, debería trasladar lo siguiente: “Fidel, estamos dispuestos a dejar que los eventos sigan su curso actual. Pretendemos mantener, y cuando sea posible, aumentar nuestra presión en su contra hasta derrocarlo y estamos más que seguros de que triunfaremos. Además, puede irse olvidando de conseguir ‘otra Cuba’ en el hemisferio. Hemos aprendido nuestra lección y no permitiremos ‘otra Cuba’. Sin embargo, como personas razonables que somos, no vamos por su cabeza ni tampoco disfrutamos con el sufrimiento del pueblo cubano. Usted sabe cuáles son nuestras principales preocupaciones: el vínculo con los soviéticos y la subversión. Si usted cree que está en condiciones de disipar tales preocupaciones, probablemente podamos encontrar una manera de coexistir amigablemente y construir una Cuba próspera. Si cree que no puede hacer frente a nuestras preocupaciones, entonces olvídese del asunto; nosotros no tenemos inconveniente en mantener la situación actual. Al mismo tiempo, puede que le convenga tener en cuenta que si bien siempre nos interesará su parecer sobre el vínculo con los soviéticos y la subversión cubana, obviamente no podemos decirle en estos momentos que siempre estaremos dispuestos a negociar con usted en los mismos términos”.
Sin embargo el documento más trascendental de los que he podido leer que demuestran fehacientemente la disposición histórica de Fidel de sentarse a negociar con los Estados Unidos en igualdad de condiciones y sin la menor sombra a la soberanía de Cuba o abjuración a los principios proclamados y defendidos por la Revolución. Se trata de un mensaje verbal enviado por el líder cubano al presidenteJohnson a través de la célebre periodista norteamericana Lisa Howard. (*)
¿Y ahora?
Mas allá de los intentos de normalización del pasado, Cuba se enfrenta hoy a la apertura de relaciones con una gran expectativa de mejora económica de sus habitantes especialmente de producirse el tan deseado levantamiento del bloqueo.
Desde luego algunos cubanos tal vez caigan en las trampas que hábilmente las usinas del marketing corporativo manejan
Ahora bien, sucederá cómo en el resto de los países con gobiernos progresistas que la mejora de la calidad de vida lleva a los ciudadanos a convertirse en consumidores suceptibles de ser seducidos por los cantos de sirena del capitalismo y convertirse en víctimas de sus futuros verdugos?
He conversado con decenas de cubanos acerca de este interrogante con una conclusión alentadora: los cubanos no están dispuestos a ceder los logros de la Revolución así por que sí. El nivel de conciencia acerca de lo que costó mantener la dignidad aún bajo el mas feroz de los acosos no va a ser arrojado por la borda, lo que no significa el resignar la mejora general de las condiciones de vida que se vienen dando a aprtir de inversiones extranjeras cómo las de España, Brasil, China o Rusia.
Desde luego algunos cubanos tal vez caigan en las trampas que hábilmente las usinas del marketing corporativo manejan y se deslumbren con algunos fuegos de artifício. Puede ser. No obstante la mejor respuesta a este interrogante me lo ofreció mi amigo Tony López, quien se desempeñó como diplomático en la embajada de Cuba en varios países latinoamericanos entre ellos la Argentina: Cuba lleva en sus entrañas el pensamiento de José Martí, está en nuestra cultura, en nuestras mas profundas raíces y así seguirá. Creo que tiene razón.
(*) Para ampliar véase Elier Ramírez Cañedo y Esteban Morales, De la confrontación a los intentos de “normalización”. La política de los Estados Unidos hacia Cuba, Editorial de Ciencias Sociales, La Habana, 2014.