Zohran Mamdani, musulmán y antisionista, nuevo alcalde de New York
Por Carlos Balmaceda
Aproximadamente 1 de cada 10 neoyorquinos es judío. Nueva York tiene la mayor comunidad judía fuera de Israel, con más de 1.75 millones de judíos, lo que representa alrededor del 9% de la población total del estado.
En esa ciudad, la más grande de Estados Unidos, fue elegido Zohran Mamdani, musulmán y antisionista.
Los sionistas han descubierto que Mamdani, lejos de caer en algún tipo de torpeza judeófoba para oponerse a los genocidas, ha conseguido deslindar el judaísmo del sionismo, ganarse el respeto de casi 2 millones de personas, y liderar un antisionismo de carácter judío.
Por ahora en Buenos Aires eso es imposible. Todavía hay judíos como Moldavsky que pedían hace dos años: «déjennos entrar, matar a 1200 y estaremos a mano’.
Olvidaba mencionar que ese «déjennos entrar» es de un cinismo atroz. Hace 80 años que los «dejaron entrar», y dos años después no son 1200 sino aproximadamente 100.000 los muertos, incluidos 20.000 niños.
La comunidad judía argentina y particularmente la porteña ha sido modelada por la colaboración de la DAIA con la dictadura, el encubrimiento del atentado contra la AMIA y, últimamente por Milei y su insistencia en asociar judaísmo con sionismo, ratificado en el Hava Nagila entonado en el Movistar Arena, al grito de «vamos que esto les molesta a los zurdos».
Mamdani hace lo contrario: concurrió en su campaña a sinagogas y se muestra naturalmente abierto a la cultura de una ciudad que, como nos muestra Woody Allen en sus películas, es un centro de gravedad judío.
De hecho, votó en Queens, ese barrio pegado a Manhattan desde donde la muy judía Fran Fine llega a la casa del señor Sheffield en «La niñera».
Mamdani posiblemente porte todas las limitaciones de una izquierda light, aunque aún así, habrá que seguirlo de atrás al rengo para ver cómo camina. En el festival del capital financiero, sus colectivos gratis o sus AUH yanquis pueden ser una curita o el inicio de una cultura política.
En cuanto al sionismo, no hay por qué dudar: Mamdani ya lo derrotó consiguiendo como musulmán antisionista el favor de millones de judíos que, al votarlo, se han convertido en sus iguales.
Si hoy hay un gran perdedor en la ciudad, ese es el sionismo.
No recuerdo época peor ni más desconcertante pero al mismo tiempo, torcidamente esperanzadora.
