Mediante 10 decretos, Lula dejó sin efecto políticas de Bolsonaro
El flamante presidente de Brasil Luiz Inácio Lula da Silva tomó cartas en el asunto y, a horas de asumir su rol, emitió 10 decretos que frenan las políticas que impulsó Jair Bolsonaro.
Entre los DNU emitidos, destaca el que deja sin efecto la política de flexibilización para la adquisición de armas por parte de la población civil; asimismo, anula la autorización para la apertura de clubes de tiro hasta nueva reglamentación y redujo de seis a tres el número de armas que puede tener un civil en su casa.
Hoje começamos uma nova etapa na história do Brasil.
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— Lula (@LulaOficial) January 1, 2023
También extendió el recorte impositivo a los combustibles, que Bolsonaro había dispuesto como medida electoral sólo hasta el 31 de diciembre.
Tal como había anunciado durante la campaña, Lula viabilizó el pago de R$600 de ayuda social a las familias pobres, que volverá a llamarse Bolsa Familia como en su primer mandato.
El apoyo implica un salario equivalente a 120 dólares (con un adicional de 30 dólares por hijo) para cada trabajador sin ingresos registrados.
Otra modificación que dispuso Lula es la reforma de la estructura de gobierno llevando el número de ministerios a 37.
El Presidente de Brasil, además, quitó a la petrolera Petrobras del lote de privatizaciones anunciadas por su antecesor. También fueron retiradas del plan de ventas la logística de Correios y la Empresa Brasileña de Comunicación (EBC), la red de medios públicos.
En educación, se derogó una norma que permitía escuelas especiales dirigidas sólo a estudiantes con discapacidad y otro que trata de la participación social en la discusión y elaboración de políticas públicas.
Otro de los cambios fue el restablecimiento del Fondo Amazonia, una caja de donaciones internacionales comandada por Noruega y Alemania, que había sido despreciada por el gobierno de Bolsonaro, destinada al desarrollo productivo de las comunidades amazónicas.
En el primer día de su tercer mandato, Lula firmó la normativa que elimina los decretos con secretos de cien años que había dictado Bolsonaro sobre varios temas, entre ellas su libreta de vacunación y las visitas al Palacio del Planalto y el Palacio de la Alvorada (residencia oficial).
