Vallejos: «Este Gobierno se endeuda con total irresponsabilidad y sin ningún destino específico» Parte I

Por Maximiliano Borches

En la siguiente entrevista que presentamos en dos tramos a la economista, docente e investigadora Fernanda Vallejos -integrante además de Economía Política para la Argentina (EPPA)- analiza en profundidad y con la lucidez que la caracteriza, los números de la economía nacional, sus posibles consecuencias, y el cambio en el escenario político y social en nuestro país a partir de las multitudinarias movilizaciones del 6, 7 y 8 de marzo, que se verá potenciado con el primer paro general contra el gobierno de Mauricio Macri, convocado por la CGT para el próximo 6 de abril. 

-Se conoció en los últimos días que según datos del INDEC, la desocupación en el último trimestre del 2016 fue del 7.6%, ¿que opinión te merece este dato?

Primero, es una pena que el INDEC haya tomado la decisión de interrumpir la serie estadística porque eso nos priva de la estricta comparación que deberíamos poder hacer con respecto al mismo período del año 2015, no obstante eso, este número lo que pone de manifiesto por los datos que publica el propio Ministerio de Trabajo en relación con el empleo, pero también en el análisis económico es que lamentablemente la situación en el mercado de trabajo se sigue deteriorando en la Argentina, recordemos que hay una relación directa entre lo que sucede con el mercado del trabajo y la tasa de actividad de la economía, por supuesto que cuando la economía crece, la tasa de desocupación cae y viceversa, cuando la economía está en recesión como sucede hoy en la Argentina, los sectores que producen empiezan a desprenderse de los trabajadores, que es el fenómeno que vemos todos los días de despidos y suspensiones y eso implica un incremento en las tasas de desocupación. En el último trimestre del 2016, período que se considera en este caso, no vimos una tasa de actividad medida por medidor mensual de actividad económica que implicó una caída, un rojo, del 4.4% en octubre, una nueva caída del 1.4% en noviembre y una caída del 0,1% en el mes de diciembre, y correspondiéndose con eso, los datos que publica el Ministerio de Trabajo, que son los datos más duros que se podrían tener, porque están integrados al Sistema Integrado Previsional Argentino, el SIPA, donde el empleo retrocedió, estamos hablando de trabajadores registrados, con lo cual hay una subestimación de os números respecto al universo total de trabajadores, entonces, hablando solamente de trabajadores registrados tenemos un retroceso en el empleo en el mes de octubre del 1.5%, en noviembre del 1% y del 0.7% en el mes de diciembre, esto nos habla obviamente de que la situación en el mercado del trabajo se empieza a complicar y es lógico que sea de esta forma porque en una economía que no recupera el salario de los trabajadores, y por lo tanto no habilita la posibilidad de recuperación del consumo, es imposible pensar en algún tipo de reactivación , y este es el fenómeno que estamos viendo. Los salarios perdieron el año pasado 10 puntos contra la tasa de inflación general, siempre hablando en promedio, porque hubo sectores que perdieron muchísimo más, obviamente aquellos cientos de miles de familias que perdieron sus empleos sufrieron más todavía porque directamente se quedaron sin ingresos, esta merma significa un descenso importantísimo del consumo, que es el fenómeno que observamos durante todos los meses del 2016 y continúa en los meses que van de este año, y el consumo, no nos olvidemos, significa el 70% de nuestro PBI, y además, otras variables sensibles como la inversión, que es una variable que supuestamente le importa mucho al oficialismo, también están determinadas por el consumo y la demanda efectiva, así que no vamos a ver un repunte de la inversión como efectivamente se está cumpliendo, por cierto, la inversión en las últimas mediciones del INDEC por parte de la demanda global fue componente de la demanda negativa y esto tiene que ver con la relación que guarda esta variable con la demanda efectiva y con el consumo en particular, entonces, lo preocupante obviamente en un contexto de crisis internacional con una recesión profundísima de Brasil, que cayó 3.8% en 2015 y 3.6% el año pasado, obviamente pensar que nuestro socio comercial nos va a tirar un salvataje a través de las exportaciones es pensamiento mágico, y por supuesto estamos hablando de un gobierno, acá, donde el propio ministro de Economía, Dujovne, taxativamente ha explicitado que en este 2017 el gasto público, que sería la otra variable que nos queda va a estar o bien estancado, o bien retrocediendo, en términos reales, es decir que no hay ningún elemento como para tener algún tipo de expectativas positivas, y vuelvo a lo primero, aquí lo más importante y por eso lo trascendente de la discusión que están dando hoy los trabajadores argentinos , y tal vez con mayor protagonismo los docentes, porque también el gobierno lo ha decidido así y han querido emprende una campaña muy agresiva contra el colectivo docente en general y algunas de sus figuras de referencia, como es el caso de Roberto Baradel en particular, sin lugar a dudas es un embate contra el conjunto de los trabajadores, con los intentos, además, por parte del gobierno de introducir una reforma laboral y seguramente una reforma sindical que licúe los derechos de los trabajadores, nos habla indudablemente de que el gobierno ha elegido poner en términos económicos cual es el verdadero enemigo del oficialismo, es decir: los trabajadores, ya que a esto hay que sumarles el crecimiento de la inflación que también estamos viendo en los primeros meses de este año y los nuevos tarifazos que algunos de ellos todavía no han llegado, la verdad es que parece casi una tomada de pelo esperar que los trabajadores acepten esta imposición contras sus derechos.

-¿Está atrasado el tipo de cambio en nuestro país?

Mirá, esa cuestión del tipo de cambio atrasado…el tipo de cambio tiene que guardar una relación armónica con los objetivos de desarrollo y crecimiento que tiene que tener una Nación, con lo objetivos también de política económica, con lo cual, hablar así sueltos de cuerpo, sobre si está o no está atrasado el tipo de cambio, la verdad que tampoco tiene mucha lógica, lo cierto es que nos dijeron durante mucho tiempo que el tipo de cambio estaba atrasado antes de que se produjera el cambio de gobierno y que era imprescindible e inevitable una devaluación de nuestra moneda, cuando la verdad todas esas variables de la economía estaban funcionando bien y cuando habíamos tenido 11 puntos de desaceleración en materia inflacionaria en 2015 y cerramos ese año con un 2.5% de crecimiento, teníamos una tasa de desocupación en franco descenso para el tercer trimestre del 2015, la última medición de entonces arrojaba un 5.9% de desocupación , es decir; la economía estaba funcionando pero nos decían que el tipo de cambio estaba atrasado, que era inexorable hacer una devaluación, bueno, los resultados de la devaluación están a la vista: cayeron 10 puntos nuestras manufacturas de origen industrial, hay estancamiento en las manufacturas de origen agropecuario contra la exportación, lo único que ha crecido es el sector primario, y la Argentina no necesita modificaciones en el tipo de cambio para eso, lo que ha habido es una fuerte eliminación de liquidación de stock que utilizaban durante la gestión anterior como un elemento extorsivo para forzar esa devaluación sin ninguna razón de competitividad ni de atraso cambiario como se decía, sino con el único fin de obtener una enorme ganancia en la rentabilidad fácil y rápida que beneficiara al sector agropecuario como sucede ahora con el gobierno de Mauricio Macri, además, la eliminación de retenciones sumó a esa ganancia extraordinaria. Ahora, lo cierto es que si hubiera una verdadera preocupación por parte del Gobierno Nacional en términos de competitividad, deberían estar mirando otras variables de las que se han desentendido completamente, como por ejemplo el costo de financiamiento que está asfixiando a las Pymes, sumado al resto del conjunto de las políticas como la exclusión del mercado interno y la apertura indiscriminada de importaciones que obviamente la propia devaluación estableció el precio de todos los insumos que se importan, en fin, todas las política fueron a empeorar la situación de las Pymes y la industria en general.