¿“Stolbizer será “burra” o será gorila, como González “Garca”?

Reflexiones vivas sobre los “vivos de las fuerzas”. Extraños en la banca

Sonará a chanza, a burla callejera, el llamar “Burra” a Margarita Stolbizer, como lo hizo Cristina Fernández de Kirchner al salir este miércoles de Comodoro Py. Sin embargo, si se observa con detenimiento que uno de los fundamentos de la denuncia es la presunción de que Cristina y su familia, realizan “extraños movimientos bancarios”. ¿Qué significa realizar extraños movimientos bancarios? Bailan acaso los Kirchner delante de los cajeros automáticos, le hacen “caras”, es decir burla a las pantallas, o acaso algún gesto obceno que ha sido captado por las cámaras de seguridad del banco. La utilización de un lenguaje efectista por fuera de lo que exige la disciplina del derecho, un lenguaje que produzca el reemplazo de la política por la acción de la corporación judicial, hace girar los hechos en la práctica, hacia un campo que podría identificarse casi como el de una perversión institucional. De manera que la calificación de Cristina no suena por último, a algo desubicado.

Recuérdese que esta denuncia en la bufa de las denuncias, la realiza una legisladora que abriga el sueño de trepar en las consideraciones del público elector, a los fines de tener más y más cargos, siendo esta etapa la de ir a una senaduría o jugar en el terreno de una gobernación.

   Pero hay algo más en la rutina denunciante que ha tomado Stolbizer para acelerar el camino de los cargos, uniéndose en un frente político entre corporaciones institucionales con al llamado Partido Judicial.

La dirigente radical, ha realizado un expreso giro gorila a la derecha en términos políticos modernos y en filosa adaptación a la realidad de las alturas, abandonó los “sueños” redentores y se entrega ahora a alianzas “non sanctas” con un juez como Bonadío, y tal vez Sergio Massa o Cambiemos, según corra la bola. Ese es el mundo de las fuerzas vivas o de los “vivos de las fuerzas”, como los definió Perón. Y en ese mundo pretende entronizarse la denunciante de los “extraños movimientos” que bien puede remitir, si se ahonda un poco, a su incomprensión acerca del movimiento peronista.

Cristina Fernández de Kirchner, denunció ahora al mismo juez, Claudio Bonadío, y la Stolbizer por presunto «tráfico de información” en relación a las investigaciones de la causa Hotesur. Y expresó: «Todo el tiempo que estuve no fue por la notificación en la causa por el dólar futuro, fue por la denuncia que también efectué a Bonadío y a la señora Stolbizer por motivo de una falsa denuncia en mi contra», y luego remató: «Evidentemente estamos ante un tráfico de información entre el juez y la denunciante».

Haceme un service  

Sucede que hay una red que trabaja desde las alturas de la Corte a los medios, a través de miembros de los servicios de inteligencia y algunos periodistas, uno de ellos remiten a un portal de información que reúne más servicios de desinteligencia, que bajan los temas a los corpoperiodistas, las redes de información e incluso los diputados con ansias de “superarse” en el oficio de cazadores de honores bien remunerados.

¿Habrá Stolbizer ingresado en un cono de sombras que le da la imagen de un falso triunfalismo copa a copa, en la certidumbre inquieta de que tiene un destino unido a los fulgores del palacio? La imprecisión la lleva de la mano como si un elixir inconfesable la turbara. Ella denunció, que en meses recientes, re registran los mentados «extraños movimientos bancarios en las cuentas de diferentes empresas de la familia Kirchner» y que además, en línea al relato, «existirían cajas de seguridad a nombre de la familia Kirchner y/o sus empresas que atesoran millonarias cifras en dólares». Ni una precisión, ni un dato. Ahora bien, el régimen creó un sistema de denuncias que consisten en “cortar y pegar”. Los aficionados a ese deporte interinstitucional, toman los dichos de un portal de noticias o un diario de papel, cortan, y luego pegan agregando que se trata de “extraños movimientos” y “cifras millonarias”. Es decir, buscan que el impacto reduzca la noción de que no hay precisiones.

Si Stolibzer, podría denunciar que los Kirchner por el presunto asesinato de Gardel, Cristina Fernández de Kirchner finalmente, tiene razones para reaccionar frente a la embestida corporativa. Otros, en tanto, que acompañan ese jolgorio de denuncias contra el pan de los más necesitados, tal el caso de González Fraga, ex titular del Banco Central, entienden que si hay hambre y necesidades acuciantes, hay que apremiar a los demandantes, reduciéndolos a un guiñapo humano en la consideración de la sociedad.

González “Garca” y los pobres

González Fraga sostuvo, sapiente en su soberbia, que toma «con pinzas» los datos sobre pobreza, y agregó con la ironía de los poderosos, que le gustaría «ver qué tan pobres son los pobres». Luego, despreciativo, dijo: «Son gente que pasó de estar muy cerca del límite en la parte de arriba a estar muy cerca del límite en la parte de abajo». Remató diciendo que la clase media “está peor que la clase más baja porque la clase más baja no depende tanto de las tarifas, consumen muy poco o están colgados de los servicios». “González Garca” lo denominaron en algunas redes por su pertenencia a la nueva bufa de las corporaciones.

Si eventualmente la Stolbizer abandonó sus ideales de juventud por un plato de caviar y buenos tragos (de importación), y González “Garca” se solaza expresando al público su desprecio por el pueblo, al que Prat Gay califica de “grasa”, se deja ver que Roberto Arlt anticipó ese estado de cosas que bien pudo definir al expresar “Creo que a nosotros nos ha tocado la horrible misión de asistir al crepúsculo de la piedad”. Sin considerar, el estado de ánimo del pueblo que habla en el día a día acerca de cómo esos representantes corporativos saquean su vida cotidiana, sus escasos bienes, su trabajo, y tal vez imaginen una respuesta en el futuro próximo. Es posible que reclamos gremiales (muchos gremios están a punto de pedir la reapertura de paritarias), marchas que no salen en los medios de comunicación, cadena de amparos por el tarifazo en todo el país, sea el inicio. La Stolbizer y González Fraga en tanto, danzan con fingida felicidad un status que se mueve “en extraños movimientos” imposibles de describir. Como diría la denunciante de Morón que remite al juzgado de Bonadío que en noviembre de 2014 había expresado que «ninguna de las faltas cometidas por la empresa Hotesur son delito» y que la presentación que realizó en esos días «no es contra la Presidenta». Pero tiempos, como los vientos del pueblo, cambian y las aspiraciones (la referencia es exclusivamente a cargos) se tornan inclementes a la hora de la decadencia.