Por segunda vez, Macri no conoció Santa Marta
El presidente Mauricio Macri no pudo concretar tres anhelos simbólicos, y profundamente políticos, en su segundo encuentro con el Papa Francisco, enmarcado en la canonización del cura gaucho Brochero: conocer la residencia de Santa Marta, donde tantas veces fue recibida Cristina Fernández de Kirchner, guardar en su álbum personal una foto donde se destaque la sonrisa del Pontífice argentino, y mantener una hora de reunión: el Obispo de Roma le concedió 39 minutos.
El Papa francisco decidió jugar esta vez al equilibrio con un Macri desesperado por sacarse una foto con él en el Vaticano, para intentar apaciguar el desastroso encuentro que mantuvo el pasado 27 de febrero, donde sólo le concedió 22 minutos de audiencia, y se llevó de recuerdo los gestos helados del Póntifice de Roma.
Pero sin embargo, en esta oportunidad como en la anterior, Francisco no lo recibió en la residencia de Santa Marta, sino que el encuentro se desarrolló en el Aula Paulo VI del Vaticano, un lugar un poco más acorde que la biblioteca donde lo recibió en febrero pasado, pero lejano a toda relación que aspira a construir cierta confianza.
Por segunda vez, Macri no pudo llevarse la foto del encuentro con un Papa sonriente en su residencia de Santa Marta
Por costumbre, el Vaticano no brinda información a la prensa sobre los asuntos tratados en las audiencias privadas del Papa, por lo tanto, las declaraciones del presidente Mauricio Macri fueron la única aproximación a los asuntos tratados.
En este sentido. el mandatario argentino explicó a la prensa que hablaron sobre pobreza, la paz mundial y el narcotráfico. Sin embargo lo más destacado del breve mensaje emitido por Macri a la prensa (donde además no supo que responder ante la pregunta de un periodista sobre los próximos ejercicios militares británicos en nuestras Islas Malvinas, usurpadas por esa potencia), fue cuando dijo, en relación al trato que mantiene con el Papa: «Estamos en una etapa mejor».
