El titular de la Asociación de Trabajadores de la Industria Láctea, Héctor Ponce, habló en Mañana Sylvestre de la situación que vive la cooperativa SanCor y señaló que es “absolutamente crítica”.
Precisó que sectores industriales pretenden “usar” a la compañía de manera “extorsiva”, para que los trabajadores acepten la flexibilización de sus condiciones de trabajo y “no discutan salarios”.
Por estas horas se conoció la noticia de que más de 200 tamberos dejaron de entregar leche a la cooperativa SanCor por la falta de pago y en Radio 10 habló el titular de la Asociación de Trabajadores de la Industria Láctea Héctor Ponce, quien calificó a la situación de la empresa como “absolutamente crítica”.
“Estamos con mucha angustia, todos los trabajadores en general y los de SanCor en particular, porque cobraron solamente una parte del sueldo de febrero, y las familias están atravesando una situación crítica, no solo los trabajadores sino las localidades en donde hay asentadas plantas de las cooperativas”, expresó.
“Había un ofrecimiento del Estado, por lo menos un paliativo coyuntural de US$450 millones pero las cámaras empresarias pusieron la condición de que los trabajadores resignaran derechos adquiridos, flexibilizar el convenio y que no se discutan incrementos salariales este año. Esta petición es descabellada”, estimó el dirigente sindical lechero.
“Se nos pide que violemos la ley y la Constitución que protege el trabajo. Y las cámaras empresarias utilizan a SanCor como rehén. Hay que poner en claro que los trabajadores de SanCor no son los responsables de nada, porque la crisis de la empresa no la generaron los trabajadores o el sindicato, y no tomaron ninguna decisión en esa empresa”, acotó.
Luego, lanzó duras acusaciones a empresas competidoras de la cooperativa: “La situación está siendo aprovechada, porque hay sectores industriales del ámbito de la lechería que quieren que SanCor desaparezca”.
SanCor -en conjunto- emplea a unos 4.000 trabajadores en las plantas que dispone en Santa Fe y Córdoba y se estima que son otros 4.000 los empleos indirectos que se afectarían en caso de un eventual cierre, sobre todo por la cantidad de transportistas independientes que forma parte de la cadena productiva.
