PolíticaPrincipales

Sarandí, ese lugar de la resistencia

El 26 de junio se cumplen 37 años de uno de los hechos más nefastos de la historia cultural de nuestro país. Hoy se cumple un nuevo aniversario de la quema de libros del Centro Editor de América Latina (CEAL) llevada a cabo en un terreno baldío ubicado en la localidad de Sarandí, partido de Avellaneda, provincia de Buenos Aires. El hecho representó el atentado más grande del que se tenga registro contra la cultura nacional y la culminación de un ataque sistemático a una de las editoriales más prestigiosas de la historia de nuestro país.  

Por Lic. Alma Rodríguez, docente de Semiología de la UBA, integrante del Colectivo LIJ

Hoy también, hace menos de una semana, una multitud se reunió en la cancha de Arsenal, ubicada en  Sarandí, a pocas cuadras de donde hacía 37 años se llevara a cabo la quema de libros, para pedir por la vuelta de Cristina Kirchner y, junto con ella, la necesidad imperiosa de expresar el más profundo rechazo a las políticas macristas que, al día de hoy, atentan contra todo un pueblo y su memoria que, al igual que esa tonelada de ejemplares, arde de manera incandescente.

¿Por qué ambos hechos estarían vinculados más allá de lo fortuito (o no) del territorio donde ocurrieron? Porque, más allá de la cercanía de lugares lo que el pueblo reunido vino a expresar hace pocos días -37 años después- es que no quiere volver al pasado al que lo retrotrae este gobierno con la implementación de políticas de hambre, desocupación y desmemoria. Y que elige el retorno de quien, por estos momentos históricos, encarna indiscutiblemente la concreción del proyecto nacional y popular.

Sabemos de sobra que la última dictadura instaló el horror  provocando como una de sus tantas marcas la destrucción de la identidad y el borramiento de la memoria. En el campo cultural, la quema de libros del CEAL fue la máxima expresión de un historial de persecuciones que el proyecto editorial sufrió a lo largo de esos años y por las cuales sus trabajadores fueron secuestrados o intimidados, víctima de grupos de tarea del accionar militar y del terrorismo de Estado.

Durante diciembre de 1978 fueron allanados los depósitos del Centro Editor y, junto con los libros, fueron llevados varios empleados. A partir de este hecho, su director, Boris Spivacow, se presentó a declarar en el juzgado a cargo de Gustavo de la Serna en La Plata, donde radicaba la causa 84.669/78 por “presunta infracción a la ley 20.840 referida a las llamadas “actividades subversivas”. Algunos de los ejemplares secuestrados pertenecían a  autores como Comte, Marx, Varsavsky, Perón, Evita y el Che así como otros miles que trataban temas tan diversos como el movimiento obrero, la ciencia y el cuerpo humano. “Material subversivo y peligroso” fue la calificación que el juez de la Serna atribuyera  al millón y medio de libros incautados en el depósito ubicado en la calle Agüero perteneciente al Centro Editor de América Latina, la prestigiosa editorial que marcó una época no sólo para la historia de la industria editorial argentina sino para todos los países de habla hispana.

El 26 de junio de 1980, las veinticuatro toneladas de libros fueron trasladadas desde un depósito en la calles O’Higgins y Agüero, hoy Crisólogo Larralde, hasta un baldío en la calle Ferré y, luego de que un oficial diera la orden, el conjunto de ejemplares que conformaban el 30 por ciento de la obra publicada por la prestigiosa editorial ardió en lo que se considera una de las quemas de libros más grandes de la historia.

La creación del CEAL allá por 1966 significó un quiebre dentro de la historia de la industria editorial en nuestro país ya que, en palabras de Horacio González para el prólogo al catálogo realizado durante el año 2007 para la Biblioteca Nacional “creó nuevas disposiciones culturales, alentó el debate sobre la historia y sus combates, proporcionó a miles y miles de estudiantes la posibilidad de acentuar sus intereses formativos y generó un sentimiento de esperanza sobre los conocimientos y saberes”. Su transcurrir en la historia cultural es trascendental puesto que fundó una nueva manera de leer, de pensar e interpretar los diversos fenómenos sociales, históricos y culturales. La envergadura de este proyecto editorial impacta, puesto que lo que dejan ver estos listados de títulos y autores que conforman su catálogo es otra urdimbre todavía más valiosa: un sistema de ideas, un modo de producción, una forma de posicionamiento cultural. Dentro de este contexto, la persecución ideológica hacia ella fue una constante. El eje que permitió pensar los modos de edición y circulación dentro de este proyecto editorial tienen su origen en un principio sostenido a lo largo de años por Spivacow: el libro, considerado una necesidad básica, debía costar menos que un kilo de pan y esta idea quedó sintetizada en el slogan que atravesó la manera de concebir el proyecto editorial y que se traduce en la frase “Más libros para más”.

Es por eso que muchas veces las condiciones materiales se volvieron una limitación: el papel de baja calidad, los volúmenes que se deshojaban, la letra extremadamente pequeña y ciertos trucos gráficos fueron recursos para poder editar a bajo precio. Muchas de estas dificultades materiales incidieron en la modalidad de edición y se transformaron en “ventajas”. La necesidad de aprovechar los pliegos hasta el último milímetro impulsó la invención de nuevos formatos; la dificultad de conseguir los derechos de autor de ciertas obras hizo que se pusieran en circulación otras, olvidadas o no reconocidas, que el Centro Editor acercó por primera vez a los lectores. y la realización a mano de ciertas etapas del proceso de edición que, muchas veces, lo hacía más artesanal que industrial. El CEAL representó, al mismo tiempo, un semillero de autores, lecturas y pensamientos.

En el año 2006,  la Biblioteca Nacional bajo la dirección de Horacio González decidió bautizar a su plaza con el nombre de Boris Spivacow. Este reconocimiento, junto con la colocación de placas recordatorias en el lugar del hecho, formaron parte del proyecto de restitución de información, documentación y bibliografía. Ambos hechos de recuperación resultaron de las políticas de memoria llevadas a cabo por el gobierno kirchnerista e interrumpidas, luego, con la llegada al poder del actual gobierno.

Como es sabido, el posicionamiento en relación a las políticas de memoria así como a las de desmemoria hace a nuestra identidad y la pregunta por ella constituye una constante por la  que cada pueblo arma su historia. En ese transitar por el “qué somos” es que la identidad estuvo íntimamente relacionada, en  un momento  de nuestra historia, a un hecho terrible como fue la última dictadura, durante la cual el “borramiento”  y la “desaparición” formaron parte indisoluble de un plan tan macabro como sistemático. La recuperación de la identidad constituyó durante los últimos años  una lucha inquebrantable y fue posible gracias a las políticas de memoria y de inclusión que tanto Néstor como Cristina llevaron delante de modo inquebrantable.

Hace poco menos de una semana, Sarandí volvió a cobrar relevancia como escenario clave dentro de política nacional de la mano de Cristina Kirchner constituyéndose, por lo tanto, en un fuerte escenario de la Resistencia. La presencia de los distintos actores afectados por las políticas neoliberales de Cambiemos pusieron voz a los que no tienen voz e identidad a cada sector fuertemente golpeado por el macrismo. El martes pasado, quedó claramente demostrado, una vez más, que la política es la herramienta que brinda la posibilidad de resignificar el horror y de transformar las vidas para decir basta. Para retomar el camino de la recuperación de la memoria y de la implementación de políticas económicas, sociales y culturales de inclusión para todos y todas. Para no tener que lamentar nunca más, entre otras cosas, un golpe a los libros. Para volver a sentir que la patria es el otro y no de otros.

Colabora con Infobaires24
Suscribite a nuestro canal de youtube TIERRA DEL FUEGO

Deja un comentario

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.

Publicaciones relacionadas

Botón volver arriba

Tiene un bloqueador de publicidad Activo

Por favor desactive su bloqueador de anuncios, Infobaires24 se financia casi en su totalidad con los ingresos de lass publicidades