Rafael Correa, nombrado como «hijo ilustre» de Santiago de Cuba
Gratitud resultó la palabra más pronunciada durante las poco más de 12 horas que duró la visita a Santiago de Cuba del presidente de Ecuador, Rafael Correa, al iniciar su estancia oficial en el país.
Las expresiones de agradecimiento han sido mutuas, tanto del mandatario latinoamericano a esta tierra heroica por su inspiración y protagonismo en la Revolución cubana, como de los santiagueros a los ecuatorianos por su ayuda solidaria tras el azote del huracán Sandy en octubre del 2012.
La retribución moral manifestada por Correa recayó esencialmente también en el apoyo recibido desde Cuba en la formación de profesionales de la salud, en la educación, en la mano solidaria tendida tras desastres naturales y en múltiples esferas de las transformaciones impulsadas por la Revolución ciudadana.
«Cuba siempre nos dio su mano franca. Fidel siempre nos la dio. Raúl nos la sigue dando», dijo Corre a la televisión cubana en el cementerio de Santa Ifigenia de Santiago de Cuba, en el oriente de la isla, donde están sepultadas las cenizas del líder de la Revolución Cubana.
Las primeras muestras de ese toma y daca tuvieron lugar con el homenaje a Fidel Castro y a José Martí en el cementerio de Santa Ifigenia y minutos después con el reconocimiento otorgado al académico y economista como Hijo Ilustre de la urbe.
Ésta es mi última visita como presidente de la República de Ecuador a esa república hermana, compañera, la República de Cuba. Solo puedo darle gracias a los cubanos, su gobierno, por el acompañamiento, por la inspiración, por el ejemplo
En el Salón de la Ciudad, del Ayuntamiento Municipal, las palabras que refrendaron esa decisión resaltaron la construcción de unas 560 viviendas por el Ejército ecuatoriano a raíz de la devastación dejada por el ciclón, la entrega de miles de cubiertas de techos y de una planta potabilizadora.
La reparación de la residencia estudiantil de la facultad uno de la Universidad Médica local fue otro gesto agradecido a esa nación, al igual que los envíos de medicinas, alimentos y productos para la higiene.
En el antiguo cuartel Moncada, asaltado por Fidel Castro y jóvenes revolucionarios en pos del derrocamiento de la tiranía de Fulgencio Batista el 26 de julio de 1953, Correa conoció pormenores de esa gesta por el testimonio de uno de sus participantes, el Comandante de la Revolución Ramiro Valdés.
El vicepresidente de los Consejos de Estado y de Ministros acompañó al presidente ecuatoriano desde su llegada a la ciudad, al igual que el Primer Secretario del Partido Comunista en esta provincia, Lázaro Expósito; la presidenta del Gobierno en el territorio, Beatriz Johnson, y la vicecanciller, Ana T. González.
En el barrio Micro Tres del Centro Urbano Abel Santamaría, donde se levantan los edificios construidos por ecuatorianos, cientos de santiagueros recibieron entusiasmados a la delegación del país latinoamericano y expresaron la simpatía por el líder de la Revolución ciudadana.
De idéntica manera lo hicieron los que se congregaron espontáneamente en el parque Céspedes para saludar a Correa, asomado a uno de los balcones del Ayuntamiento donde Fidel Castro anunció el triunfo de la Revolución cubana el 1 de enero de 1959.
Doctorado y condecoración
El viernes será investido como Doctor Honoris Causa en La Universidad de La Habana, y sostendrá conversaciones con Raúl Castro, quien lo condecorará con la orden José Martí, la más importante de la isla.
Correa, quien durante su mandato defendió el Socialismo del siglo XXI, concluye su visita a Cuba la noche del viernes. (Fuente:prensalatina)
