El PRO frenó en la Legislatura porteña dos proyectos del Frente para la Victoria de repudio al fallo de la Corte Suprema de Justicia que habilita a pedir el beneficio llamado “dos por uno” a los condenados por crímenes de lesa humanidad y a la decisión de otorgar el beneficio de arresto domiciliario al genocida Etchecolatz.
Estos fallos dictados por la Corte Suprema implican un grave retroceso en las políticas de Memoria, Verdad y Justicia. En un marco donde se incrementan los otorgamientos de prisiones domiciliarias para represores y mientras un sector de la Iglesia avanza en un llamado hacia la “reconciliación” resulta preocupante para el conjunto de la sociedad dos fallos con estas características que no destacan ni contemplan la gravedad de los delitos de lesa humanidad.
Ninguna de las dos declaraciones pudieron siquiera ser debatidas por la oposición impuesta por el bloque oficialista, que votaron en contra de su tratamiento. Este rechazo se suma a la indiferencia del Presidente de la Nación ante la recuperación de un nieto, a sus cuestionamientos ante el número de desaparecidos, a sus expresiones de “guerra sucia” para justificar el terrorismo de Estado y a su silencio cuando los genocidas recuperan la libertad.
Ahora no quedan dudas de por qué Videla admitía que su peor momento había llegado con los Kirchner
Al respecto, el presidente del bloque del FPV, Carlos Tomada, señaló: “Hoy queda más claro que nunca que gracias a la activa participación que tenía el Estado en la promoción de la tarea de organismos de derechos humanos, los genocidas pasaban sus días donde tienen que estar: en la cárcel. Ahora no quedan dudas de por qué Videla admitía que su peor momento había llegado con los Kirchner”.
En su exposición valoró “la tarea de las Abuelas y Madres de Plaza de Mayo, para saber que la pelea es grande y que un tropezón por más grande y doloroso que sea, no puede detenernos”.