En Pinamar, Cambiemos prohibe la cultura
Al grito de “Yeza, la Cultura no se veta”, los trabajadores de la Cultura de Pinamar cortaron la Av. Bunge, arteria principal de ingreso al balneario en la mañana de ayer, en reclamo de una ordenanza que “nos permita abrir nuestros centros culturales”.
Pinamar no cuenta con centros culturales porque carece de legislación que permita abrir espacios de arte. El propio Secretario de Turismo y Cultura de Pinamar Eduardo Isach, que cuenta con un Estudio de Danzas desde hace siete años, debió habilitarlo como gimnasio. El Teatro Municipal de la Torre también carece de habilitación.
El propio Secretario de Turismo y Cultura de Pinamar Eduardo Isach, que cuenta con un Estudio de Danzas desde hace siete años, debió habilitarlo como gimnasio.
La sesión. Sin ofrecer explicación alguna, en la mañana del viernes 27 en Sesión Extraordinaria, los concejales Mercedes Taurizano y Augusto Urrizola (UCR), Alejandra Apolonio y Rafael De Vito (CAMBIEMOS) y Juanjo Dos Santos (PanQueQue), votaron en contra de la Insistencia a la Ordenanza de los Centros Culturales en el Partido de Pinamar que hace diez días había sido aprobada por unanimidad.
El proyecto, que busca dar un marco legal a los espacios culturales, fue subido a sesión por el Bloque del FpV luego de ser estudiado y consensuado a lo largo de un año por el Cuerpo de Concejales, Trabajadores de la Cultura y entendidos legales. La propuesta fue aprobada por unanimidad pero vetada por el Poder Ejecutivo, a cargo de Martin Yeza (CAMBIEMOS) – Decreto 65/17.
Tal como declama la gacetilla del Bloque ProPin, el Decreto 65/17 cita “una serie de omisiones y errores que cualquier ciudadano puede advertir que no son insalvables. Fácilmente se podría haber promulgado la norma y en todo caso, remitir al Concejo Deliberante las modificaciones necesarias”. Hecho que puso blanco sobre negro la falta de voluntad política que posee este Gobierno en facilitar y fomentar la producción cultural en Pinamar.
Cuando una ordenanza es vetada, el HCD tiene la facultad de volver a tratarla y aprobarla con los dos tercios del Cuerpo. De esta manera, el Ejecutivo ya no puede derogarla y debe reglamentarla. Con ese objetivo, la norma fue elevada a sesión, una vez más.
Cinco concejales por la abstención. La reglamentación de los Centros Culturales es un tema que preocupa a la comunidad de Pinamar en general, y a los Trabajadores de la Cultura, en particular. Por eso, la Sesión Extraordinaria fue acompañada por una treintena de vecinos: “Si hace diez días, la norma fue aprobada por unanimidad, nada debería interponerse en ese compromiso asumido por los concejales”, aseguraban los trabajadores mientras esperaban el inicio de la sesión.
La jornada legislativa se inició con las palabras del concejal Gregorio Estanga (FpV). Mientras el edil argumentaba sus razones en favor de aprobar la insistencia de la normativa, el recinto se fue copando de agentes policiales convocados por la Presidente el HCD, Mercedes Taurizano. Es decir, a sabiendas de que la Ordenanza no sería aprobada y de que la indignación se desataría entre los presentes, la edil eligió protegerse de los Trabajadores de la Cultura. La presencia policial, lejos de amedrentar a los vecinos, sumó irritación.
Paso seguido, Taurizano llamó a votación. En silencio absoluto y sin mediar argumentación alguna, cinco concejales de la UCR y CAMBIEMOS (Taurizano, Urrizola, Dos Santos, Apolonio y De Vito) levantaron su mano para frenar la normativa que daría un poco de luz al agujero jurídico que padece Pinamar desde su creación como municipio. La indignación de los vecinos creció increpando a los concejales, que se vieron obligados a llamar a un cuarto intermedio.
Los reclamos y la bronca manifestada por los Trabajadores de la Cultura provocaron, finalmente, el levantamiento de la sesión. Finalmente, los Trabajadores de la Cultura decidieron realizar una marcha en repudio a esta conducta “vergonzosa y cobarde” por la arteria principal de Pinamar., que tuvo gran repercusión. Las redes sociales fueron espejo del repudio social a esta conducta: los memes no faltaron a la cita.
Ayer, lunes 30, los vecinos indignados se apersonaron en el HCD para levantar una muestra de arte que engalanaba el recinto legislativo. Ante la mirada atónita de los concejales, el artista Gustavo Morini fue retirando uno a uno los cuadros de las paredes. Bajo el lema, “hoy todos somos atriles”, los trabajadores de la Cultura montaron una improvisada galería de arte en la rotonda de Av. Bunge y Libertador.
“Hoy estamos cortando Bunge. Si esto no se modifica, estaremos endureciendo nuestra medida”, expresó una trabajadora.
