Macri elige la violencia: protocolo antipiquete y recusación a jueza que ordenó convocar la paritaria docente
Luego del contundente paro general convocado por la CGT, contra las políticas de hambre y exclusión del gobierno de Mauricio Macri, dos hechos anticipan la coyuntura política, que en esta etapa estará signada por la violencia del oficialismo: la aplicación del protocolo antipiquete y la recusación de la jueza del fuero laboral, Dora Temis, que dio lugar a la medida cautelar presentada por la Unión Docentes Argentinos (UDA), que emplazó al gobierno para que en cinco días convoque a la paritaria nacional docente.
Las impactantes imágenes de calles desoladas en todo el país, producto del primer paro general contra el actual gobierno, fueron las muestras definitivas de la nueva etapa política que comenzó el pasado 6 de marzo con las masivas movilizaciones, y del potencial con el que cuenta el movimiento obrero organizado, y en particular, la Confederación General del Trabajo (CGT).
Sin embargo, todo indica que desde el Gobierno Nacional, la respuesta al enorme rechazo que genera la aplicación de sus políticas antipopulares, pasa por acentuar la violencia. Una táctica equivocada, que inevitablemente se le volverá en su contra.
Recusación de la jueza Dora Temis, un ejemplo del peligroso autoritarismo del Gobierno Nacional
En momentos que el primer paro general se materializaba en cada pueblo y ciudad del país, y el presidente Mauricio Macri participaba de la inauguración del World Economic Forum, en el Hotel Hilton de Puerto Madero, la jueza del fuero laboral, Dora Temis, dio lugar a la medida cautelar presentada por el gremio docente UDA, que emplazó al gobierno para que en cinco días convoque a la paritaria nacional docente, tal como lo establece en su artículo 10, la Ley de Financiamiento Educativo.
Esta medida provocó que reapareciera en la escena pública, el ministro de Educación, Esteban Bullrich, quien permanece «escondido» desde que estalló el conflicto docente, hace poco más de un mes, diciendo que el Gobierno Nacional recusará a la jueza por «clara animosidad» y «subjetividad que no es propia de la justicia».
Lo peligroso aquí, es que con la simple apelación ante la justicia, al oficialismo no le está alcanzando para seguir sosteniendo una medida arbitraria e ilegal, como es la no convocatoria a la paritaria nacional docente.
Y en una nueva demostración de patoterismo político, afirman que van a recusar directamente a la jueza Temis, por haber dado lugar a la cautelar presentada por UDA, con la única finalidad de intentar amedrentar y disciplinar a aquellos jueces, que intentan hacer viable a la justicia.
Puesta en práctica del protocolo antipiquete, otra decisión que satisface al núcleo duro de votantes PRO
En las últimas semanas, distintos medios masivos de comunicación aliados del oficialismo, plantean la necesidad de «ordenar» las calles ante las protestas sociales, que cada día surgen con mayor fuerza y potencia en todo el país.
El eufemismo de «ordenar», tiene una definición muy clara: reprimir.
La concentración del pasado sábado 1º de abril en Plaza de Mayo, donde unas 20 mil personas respaldaron al Gobierno Nacional, revitalizó a la Alianza Cambiemos para potenciar sus políticas represivas, y durante el contundente paro general, los seguidores más duros del macrismo obtuvieron la foto que buscaban: gendarmes reprimiendo a manifestantes que realizaban un piquete en adhesión y apoyo de la medida de fuerza tomada por la CGT.
De esta manera, y luego de varios meses de amagues, la ministra de Seguridad Patricia Bullrich, instaló finalmente su protocolo antipiquete, con un saldo de cuatro heridos y seis detenidos en Panamericana y 197, lo que le valió las felicitaciones públicas del presidente Mauricio Macri, quién envió además, un mensaje al jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, para que actúe de la misma manera.
La instalación de la violencia por parte del Gobierno Nacional, no será gratuita. Con la aplicación de políticas como recusaciones a jueces que no les son funcionales, o la aplicación del protocolo antipiquete, responden al pedido del núcleo duro de sus bases, como así también al de sus aliados mediáticos, y dan un guiño a representantes de multinacionales y otros empresarios, que pretenden transformar los derechos adquiridos de los trabajadores argentinos, en el triste destino de los trabajadores asiáticos.
Sin embargo, la escalada de las políticas represivas siempre finalizan en saldos funestos y en la deslegitimación acelerada de los gobiernos que las aplican. Con el agravante, además, de que cada vez más sectores de nuestra sociedad no tienen mucho más para perder.
Si el Gobierno Nacional persiste con sus políticas de provocación y violencia, en poco tiempo más, sumergirá a nuestro pueblo en duros enfrentamientos que inevitablemente cegará vidas de compatriotas, debido a la dispar relación de fuerzas. A la vez que acelerará los tiempos de una crisis política de enormes dimensiones, cuyo final por ahora se presenta abierto.
Maximiliano Borches
